Skyfall |Principe Mehmed.

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-10 años atrás-

El sultán junto a la capital empezó a vestir su luto, el deceso de la sultana Hatice había entristecido a todo el mundo, la hermana más querida del sultán ahora descansaba bajo tierra dejando a 3 niños huérfanos. Huricihan, Osman y la pequeña Meryem quien a penas contaba con 9 años.

Era de esperar que fuera la sultana Beyhan quien los acogiera como a sus propios hijos, pero no a Meryem, a ella parecía despreciarla.

—Su majestad, estoy lista para partir junto a mis sobrinos...—Beyhan estaba en los aposentos del sultán quien a su lado tenía a la pelirroja que tanto amaba.

—Cuando permití la voluntad de Hatice, nunca imaginé que...—Suleiman habló sintiendo arrepentimiento de lo que había hecho.

Con su mano Hürrem acarició el brazo de su esposo dándole la fuerza para continuar, hace apenas unos años Hatice era feliz con su matrimonio pero después de tantas tragedias llegó a enloquecer.

—Ella se quedará en la capital.—Ordenó.—Meryem estará bajo el cuidado de Afife y claro, velaré por su bienestar.

Beyhan mantuvo un semblante serio pero en sus adentros una paz recorrió su cuerpo. Pronto la sultana partió llevándose con ella a 2 de sus sobrinos dejando atrás a la más joven quien solo podía llorar al sentir completa soledad.

—¿Como fue que paso esto?—Hürrem habló estando a solas con su esposo.

—Debí seguir tu consejo.—Admitió pues solo ante su esposa era capaz de aceptar sus errores.—Pero era doloroso verla de esa manera, pensé que con esto ella volvería a ser la misma...

—Suleiman...—La pelirroja lo miró compasiva.—Ahora solo queda cuidar de ella, en unos años se casará y dejará la capital. Dejará de ser un problema entonces.

Y así los años pasaron, Meryem creció siendo reconocida por su belleza, su educación y elegancia. Era codiciada por pashas, miembros del consejo de su tío e incluso por su propio primo quien por orden de su madre nunca pudo ser tan cercano a ella, al menos no como hubiera deseado.