Horas después...
-¡¡Señor Jimin!!- se escuchaba el "toc toc" en la puerta de madera. Y una voz femenina gritando al otro lado.
-¡¡Yaaa!!- gritó fuerte enfadado, levantándose sin ganas, de su habitación. Cuando abrió la puerta una joven se hallaba con todas sus maletas en la puerta.-¿Sí?-preguntó.
-Lamento molestarlo, pero les traje las maletas- señaló. Jimin le dió el pase, para que los adentrara.
El también la ayudó.
-Gracias- dijo por último, ella asintió y salió.
-¿Qué me pondré hoy?- se preguntó a si mismo- Mmm, Louis Vuitton. No... Mejor Prada. Si eso- habló observando las distintas camisas de diseñador.
Cuando eligió su outfit, decidió salir a visitar la zona.
-Señor, ¿Necesita que le ayude a hacer un recorrido?- preguntó una de las mujeres que se hallaba en la cocina.
-No, gracias. Haré un recorrido por mi sólo- aclaró, la mujer no muy convencida asintió.Lo primero que hizo, fue caminar por un sendero a unos metros de la casa, los trabajadores traían distintos caballos, mientras otros, llevaban barriles de vino.
Caminó detenidamente, observando la laguna que se hallaba allí, una de aguas cristalinas.
A no muy lejos, una galpón de madera sobresalía de los árboles, Jimin no soportó la curiosidad y se dirigió hacia esa parte.
Cuanto más se acercaba a ésta, sentía un fuerte olor a estiércol, proveniente.
Nada para el agrado del peli rojo, sin embargo, eso no lo detuvo.
Una puerta semi abierta de madera; blanca. Fué abierta por sus manos, el bufeo de caballos se hicieron presentes.
El oscuro sitio lo atemorizó un poco, pero quería observar a la especie dominante en aquél lugar.
Los caballos, algunos blancos con cresta negra, otros marrones, y algunos bayos. Eran los colores repetidos entre todos, bonitos *pensó*. Aunque la oscuridad y el silencio del lugar no le gustaba, quería observar todos hasta el último.
En un momento, perdió el control, cuando escuchó un relicheo grave de uno de los caballos el cuál lo asustó, tanto. Que no se inmutó de la cubeta que estaba a unos centímetros suyo, introduciendo sus pies allí, haciéndolo caer sobre el lodo que se hallaba al finalizar el galpón.
Sintió su cuerpo completamente empapado por el lodo, y su cabeza dar vueltas por el impacto.
Cuando intentaba levantarse, al frente suyo notó un cuerpo masculino acercarse a el. Levantó su vista, y un jóven lo observaba con una sonrisa en su rostro, espectante.
Un hombre alto, cabello largo oscuro, ojos redondos lo observaba.
-¿De qué te ríes?- interrogó enojado por la situación. Viendo su camisa manchada. "Maldita se la hora en que utilicé Prada".
-Lo siento es que es gracioso- contestó de pronto, sin dejar de sonreír.
-Bueno, antes de estar riéndote allí, podrías ayudarme- atacó con el ceño fruncido. Jungkook abrió sus ojos, el peli rojo, tenía un carácter fuerte.
-Lo siento...¡Déjeme ayudarle!- exclamó extendiendo su mano a Jimin. Sin embargó éste hizo una mueca.
-Lo hubieras hecho primeramente. Ahora no te necesito- dijo tratando de levantarse, pero cayendo en el intento.
-¿Seguro?- preguntó al ver cómo éste no podía hacerlo. Jimin bufó, pero luego de unos segundos. Aceptó la mano contraria. Quien con su fuerza logró levantarlo.
-Gracias- dijo observando su outfit todo arruinado por el lodo.
-Tenía modales- dijo bajito, el peli negro, algo que él peli rojo, obvio que escuchó.
-¡¿Qué quieres decir?!- interrogó mirándolo con sus brazos cruzados.-¿Estás diciéndome que soy un mal educado?- preguntó enojado.
-Si, exactamente- afirmó el contrario levantando una ceja.
Jimin hizo una risa de sarcasmo.
-Yo no soy el mal educado. Tú...- lo señaló- Fuiste el que no me ayudó desde un principio- contra atacó.
-Perdón, pero usted fué el que no pidió ayuda. En cambió lo ayude, por alguna razón no sigue en el suelo - no se quedó detrás el moreno.
-Ja!- exclamó- Sabés... Me voy- dijo sin saber que responder. Caminando hacia la puerta.
-¡Tenga un buen día!. Señor- saludó gritando Jungkook con una sonrisa. El peli rojo lo escuchó y paró, dándose una vuelta mirándolo fulminante. Pero luego decidió salir de allí.-Señor ¿Está bien?- preguntó una de las mujeres motando al peli rojo lleno de lodo.
- ¿¡Te parece que estoy bien!?- gritó haciendo parar a todas las mujeres en sus acciones.
-Aaam, lo siento señor. Disculpe- pidió haciendo reverencia. Jimin sólo rodó los ojos, y caminó con dificultad a la escalera. Ya que, sólo tenía un zapato.
Cuando llegó a su habitación, lo primero que hizo, fue preparar la bañera del lugar. Y sumergirse allí, necesitaba despejar todo ese feo olor, y limpiar su cuerpo. El agua que corría por su cuerpo estaba oscura por la cantidad de suciedad.Dos días después...
Jimin había estado muy aburrido aquellos día, pero se había negado salir a pasear, ya que tenía miedo a que le pasara lo mismo que la vez pasada, el campo y el no eran una buena combinación.
Hoy a la noche, iba haber una fiesta en la hacienda, donde todas los trabajadores se iban a reunir, para darle una bienvenida a la pareja. Jimin no estaba tan emocionado, ya que pensaba que seguramente iba a ser como esas reuniones que tenía su prometido.
Pero para su sorpresa, apenas el reloj tocó las 20:00hs, el sonido de música y bullicios, resongar en el salón/patio de la casa.
Sin salir, decidió observar por la ventana de la cocina, una multitud se adentraba al lugar (mujeres, hombres y niños).
-Señor, pruebe- señaló la cuchara un jóven cocinera. Jimin dudo unos segundos, pero luego la tomó.
-¿Qué es?- preguntó observando el liquido espeso rosado.
-Sopa, de pimientos rosados, con brócoli- explicó, con una sonrisa. Jimin decidió darle un sorbo. "Rica" abrió sus ojos sorprendido, por el suave y agridulce sabor.-Delicioso ¿Verdad?- preguntó contenta.
-Mm, nada mal- sólo dijo, pero la verdad era que al peli rojo le había gustado mucho.-Cariño- habló Jackson entrando a la habitación. Jimin se observaba en el espejo mientras aplicaba una crema en sus piernas.-Te ves tan sexy- habló dándole un abrazo por detrás dejando un beso en su cuello.
-No me hables- dijo en reproche. Alejándose.
-¿Qué pasa bebé?- preguntó sin entender.
-Todo éstos días, me dejaste sólo. Ensima me la pasé muy mal. La naturaleza me odia - dijo cansado.
-Bebé no te preocupes, ya te adaptarás- aseguró- Hay que bajar- dijo saliendo de la habitación.
Jimin asintió y rápidamente se puso su outfit.
Mientras se acercaba a la parte del salón. Esuchaba el bullicio. Cuando abrió la puerta, se vió sorprendido, por la cantidad de gente. La música retumbaba, y los niños corrían uno detrás de otros. Algunas parejas se hallaban en la pista de baile. Y otras simplemente conversando en las mesas. Jimin se sentía un poco incómodo, no estaba acostumbrado a tanta gente en un mismo lugar. O éstos tipos de fiestas.Holis amores. Les traje un nuevo capítulo CORAZONES. De ésta historia, espero qu les guste.💜💜😘
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"Tierras de Amor" Jikook/Kookmin
RandomPark Jimin, un hijo de empresarios, que ama la comodidad de la ciudad, caminar por las calles de New York, gastar el dinero, en las tiendas más caras. Alguien que nunca se animaría a pisar suelo pantanoso, con sus zapatos Channel. Pero se ve sumergi...