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Two weeks later...

Jimin sintió su cuerpo pesado, le dolía bastante la espalda, como nunca. Pues hoy Jungkook y el, habían ido a ayudar a las personas que se encargaban de las ovejas. Y pues el peli rojo no era tan práctico, que cuando quizo amamantar a uno de los corderos con un biberón, la madre del pequeño, rápidamente fue directo hacia el, empujándolo en la espalda, con intensiones de hacerlo caer.
Pero todo eso cambio cuando en el momento en el que se caía, Jungkook lo atrapó y lo sostuvo, evitándole una caída. Estaba asustado, sin saber como agradecerle eso al peli negro, al final terminó recibiendo una cachetada de la oveja.
Jungkook sonrió viendo a Jimin enojado con aquel animal. No era una situación agradable, pero sentía cierto impulso de largarse a reir, pero sabía que debería contenerse, cuando Jungkook levantó a Jimin, después de eso, lo atendió de sus magulladuras.
Jimin se sentía débil en aquel momento, la verdad lo estaba pasando mal, aunque el hacía lo posible por mostrarse fuerte ante Jungkook. Pero estaba agotado.
-¿Está morado?- preguntó, desabotonando su camisa, mostrando parte de su cuerpo.
Jungkook no había estado tan pendiente de sus palabras, si no de la blanca y suave piel del contrario. Aunque solo le mostró la pequeña cintura, que tenía un pequeño moretón morado. No sabía en que momento estaban agarrando tanta confianza, pero la situación le encantaba.
Pero Jimin, sobre saltó un poco cuando sintió la mano del contrario tocar con sutileza aquella zona.

-No se asuste- habló viendo como su piel se erizaba al toque.

Jimin sentía como el tacto de los dedos de Jungkook, pasaban dejando una llama en su cuerpo.

-Esta sólo un poco morado, pero no mucho- explicó cerca de su oído- Le aplicaré una crema- hablo, buscando el pequeño pote.

Jimin estaba muy relajado, aunque la situación era muy compremetedora, sin embargo, les gustaba como se sentía a su lado. Jungkook seguía tocando con delicadeza, mientras aplicaba un desinflamante. Viendolo con una sonrísa como el peli rojo, cerraba sus ojos, relajándose..Él fue con lentitud y delicadeza, pasó con sus dedos por el lugar de la herida, moviéndolos con suavidad. Jimin sintió en cada uno de sus movimientos, un placer inexplicable, apreciaba cada toque, cada paso que se hacía. El sería eterno, si la situación lo permitía. No entendía, aún, porque había ocurrido esto, pero sabía que lo disfrutaba.

Aunque sintió un poco de remordimiento al pensar en Jackson, era muy amable con él. Pensó, algo fuera de su control. Jungkook seguía pasando sus dedos, mirando sus ojos cerrados, tenía miedo de que se despertase.

-Señor- susurró bajito. Aunque se sorprendió al no recibir respuesta- ¿Está dormido?- al parecer sí. Había quedado profundamente dormido en sus brazos. Suavemente, intentó levantarlo. Lo ubicó sobre sus brazos, era muy liviano la verdad. Notó como el peli rojo, acurrucó su cuerpo hacia su pecho. Una pequeña sonrísa inconsciente apareció en su rostro .

Comenzó a caminar, con lentitud. Llevándolo, entró a la casa de los Wang con cuidado. Para su suerte no había nadie, se dirigió hacia la escalera. Sin embargo no sabía donde rayos estaba su habitación, pudo ver en el pasillo muchas habitaciones. Observó cada una, y pudo deducir que posiblemente era la primera, la abrió con precaución. Cuando ya se hallaba adentro, pudo sentir aquél olor a cerezo tan característico de Jimin, era el mismo que el usaba. Era una hermosa habítacion, con cuidado, fue a dejar el cuerpo de su patrón sobre el colchón. Al ver a Jimin tan relajado, y tan bonito en el colchón, no podía evitar querer disfrutar más del momento.Jamás entendería la atracción que sentía por Jimin, era como un imán magnético.

-Tan hermoso- dijo bajito viendo el rostro tan hermoso y adormilado. Sus ojos fueron directo hacia los labios pomposos y rojos, con un pequeño brillo en ellos.
No sabía si era lo correcto, pero sentía la gran necesidad de besarlo, se acercó con la mayor de las cautelas posibles, haciendo silencio, para no despertarlo, pudo sentir el calor de su rostro sobre el suyo. Sus ojos se cerraron de forma natural. Sus labios rozaron los de Jimin, con delicadeza, pero sin quitarles la dulzura del instante. Esa sensación era una de las más placenteras que había tenido. Sentía como si estuviera besando una nube, de lo suave que eran.
Sin embargo el sonido de unos pasos acercarse a la habitación lo alertaron, haciendolo separar de inmediato. Sintió una desesperación, miró hacia todos lados, con intensiones de esconderse, hasta que vió el baño a unos metros, rápidamente fue directo hacia ése, escondiéndose. Viendo como la puerta era abierta.

"Tierras de Amor" Jikook/Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora