・°-: ✧ ᴅᴏs ᴛᴏɴᴛᴏs ᴍᴀ́s ✧ :-°・

7: °• ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀs •° ᴘᴛ. 3

Reid, al percatarse de que lo que se cayó era el móvil del sujeto, notó una llama de esperanza recorrer todo su cuerpo.

Sin embargo, gracias a las cadenas que lo mantenían atado a un sitio fijo, no podía llegar hacia él.
Empezó a pensar en alguna manera en la que llegar al móvil, definitivamente necesitaba alcanzarlo y no pensaba rendirse hasta conseguirlo.

Tenía prisa. Sabía que en cualquier momento Philips se daría cuenta de la ausencia de su teléfono, así que no tenía tiempo de sobra.

Comenzó a mirar por todo su alrededor, en busca de cualquier cosa útil. Afortunadamente, se percató de que a su lado había un pequeño palo de madera, el cual si podía agarrar. Estiró un poco su brazo y agarró el palo.

El palo no era muy largo, pero quizá podría funcionar. Sin embargo, todo dependía de su flexibilidad. Debía estirarse todo lo posible para llegar al móvil.
Comenzó a moverse en dirección al móvil para observar hasta donde llegaban las cadenas de su tobillo. Apenas podía moverse un metro, pero era mejor que nada.

Suspiró, tomó fuerzas y empezó a estirarse todo lo que pudo. No podía evitar soltar algún que otro quejido, de por sí le dolía el cuerpo así que sumando el dolor de estirarse, le comenzó a doler más.

Finalmente, logró que al menos sus dedos llegaran al móvil y, dando un último estiramiento, lo agarró.

Estaba sudando y jadeando, pero era por una combinación de cansancio y alegría. Aquel móvil podía ser su única esperanza.

Se sabía todos los números de su equipo, pero marcó únicamente a uno.

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—¿Huh?

—¿Sucede algo, Morgan?

Morgan, Hotch, Guideon y Prentiss seguían en la casa, específicamente en aquella habitación llena de fotos de Reid que Morgan había encontrado.

—Me está llamando un número desconocido.

Todos miraron a Morgan. Podía ser solo una coincidencia, pero... Tras tantos años de experiencia y trabajando casos de secuestros, no pudieron evitar pensar que se tratara de Reid.

—Contesta, voy a llamar a García en caso de que se trate de Reid.

El corazón de Morgan se estremeció al escuchar su nombre. ¿Realmente podría tratarse de...? ¿Y si estaba mal? ¿Y si Philips le permitió hacer una llamada para despedirse? Miles de ideas que le hacían sudar se le cruzaron por la cabeza.
Sin embargo, el sentimiento de poder encontrar y recuperar a Reid superaron todos aquellos sentimientos negativos.

-Derek Morgan, ¿quién es? —La grave y preocupada voz de Morgan se escuchó por toda la habitación.

Silencio

—...Morgan, soy yo... —Susurró una voz débil desde el otro lado del móvil.

Prentiss suspiró al escuchar aquella voz, una leve sonrisa se dibujó en su rostro. Mientras, los latidos del moreno comenzaron a acelerarse al escuchar la voz de su chico favorito. Sin embargo, no pudo evitar sentirse disgustado al escuchar el tono agotado y débil en su voz.

—

¿¡Reid, cómo estás!? ¿¡Estás bien, te ha hecho algo!?