Reid se encontraba caminando por la acera de un barrio del pueblo. Estaba oscuro y apenas iluminado, se dirigía a un pequeño banco que había entre algunos árboles.
No estaba muy tranquilo, que digamos. Ya que los demás miembros de la UAC y varios agentes de policía, sumando a García, podían saber lo que ocurría en directo, no le dejaron llevar armas para que fuera más creíble.
Trataba de tener la mente centrada en el caso, pero después de la última conversación que tuvo con Morgan, no podía.
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(22:45, unos minutos antes)
-Hey.
Reid, que se estaba acomodando la ropa antes de salir, escuchó aquella voz grave y tan familiar que hizo que su corazón se volviera cálido.
-¿Cómo estás? -Preguntó el moreno acercándose a él.
-Bien, bien. Me siento preparado.
-¿Estás seguro de hacer esto? -Preguntó Morgan. En este punto, no sabía quién estaba más inseguro sobre aquel plan, si el propio Reid, que era quien lo ejecutaría, o el.
-Si, ¿por qué? -Reid no pudo evitar sentir algo de ternura ante la reacción del más alto, ¿se estaba preocupando por el? A este paso nunca dejará de tener sentimientos por el moreno.
-Nada... Ya sabes, es que acabas de recuperarte de una pulmonía y nada más volver al trabajo, tienes que arriesgarte ante un sujeto al que...
Reid se acercó a Morgan, tragándose el río de nervios que recorrían su cuerpo, y le sonrió tímidamente.
-Tranquilo, Morgan. Yo puedo con esto, al mínimo movimiento sospechoso me las apañaré y, de todas maneras sé que estaréis observando desde unas calles.
Morgan suspiró.
-Ja... Vaya susodicho, me estás calmando tú, que eres el que se va a arriesgar.
Ante las palabras de Morgan, Reid rió entre dientes. Siempre le hacía sonreír por muy preocupado que estuviera. Morgan, miraba atento aquella bella sonrisa del joven. Quería decirle más cosas pero, ¿por qué no le salían las palabras?
Finalmente, Reid volvió a su expresión neutra.
-Bueno, debo salir ya. Nos vemos en unos minutos. -Dijo saliendo con una sonrisa, realmente deseando volver a ver al moreno, aunque recién acabara de verlo.
