Capítulo 0

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-Una estrella se extinguió-


Noruega, 1981

Una ráfaga de aire frío azotó con fuerza los ventanales de la gran mansión en la colina de Vindvær, un pueblo al extremo sur de Noruega, conocido por su resistencia a los fuertes vientos y tormentas que caracterizaban la región. Las hojas otoñales, teñidas de tonos cobrizos y dorados, danzaban en el viento antes de desprenderse de los árboles, una señal inequívoca de que octubre había llegado.

La televisión, un modelo Bang & Olufsen que aún funcionaba con tubos de rayos catódicos, emitía un zumbido estático mientras advertía a los lugareños sobre la inminente tormenta. Se recomendaba estar preparados con linternas y provisiones, por si la furia del viento derribaba los árboles y cortaba el suministro eléctrico.

Dentro de la casa, el silencio era sepulcral. El señor y la señora de la mansión habían salido a una cena benéfica acompañados de su hijo menor, un evento típico de la alta sociedad. El aroma a canela y manzana, típico de las tartas de otoño, se desvanecía en la cocina, donde una empleada había dejado una hornada enfriándose en la ventana. El hijo mayor, estudiante de una universidad en Oslo, regresaría en tres días, mientras que el segundo hijo estaba en una fiesta con sus amigos, probablemente desafiando el viento y la lluvia en alguna cabaña remota.

La señora, en un gesto de generosidad, decidió darles la noche libre a todos los empleados, una generosidad que resonaba con la tranquilidad de la vida en el pueblo. Dejando a una sola persona en la gran casa: la tercera hija, quien había declinado la oferta de sus padres, alegando que necesitaba descansar.

-La señora es un sol, siempre tan considerada -comentó una de las empleadas de limpieza en la cocina, rodeada por sus compañeras y un anciano que se encargaba del jardín, un espacio que comenzaba a mostrar los colores del otoño, con calabazas y crisantemos adornando los senderos.

El cielo grisáceo se cernía en el horizonte, y el frío invadía cada rincón de la gran casa, haciéndola sentir más desolada, un reflejo del aislamiento que a menudo sentían los habitantes de Vindvær.

-Voy a ver a la señorita, seguro que ha pasado una noche triste -dijo el anciano, instando a las demás a comenzar con sus labores antes del regreso de los señores.

A pesar de su aversión a las escaleras, todos en la mansión sabían que el anciano veía a la joven como a una nieta. La comparaba con una frágil flor de cardo, cuyos delicados pétalos podían caer con el más leve roce, dejándola expuesta y vulnerable.

Faltaban la mitad de los escalones para llegar, él sabe muy bien que ella no va a bajar, pero por lo menos hará que se despierte. Al tener unos magníficos 18 años, debería de ser más abierta al mundo, pero no lo es, y eso es lo que le preocupa de manera constante.

Al llegar frente a la puerta de roble de su habitación, algo le pareció extraño: estaba cerrada con llave, algo inusual en ella.

-¡Lars, ven aquí, necesito que abras una puerta! -Le gritó a su hijo, quien solía ayudarlo con las tareas más pesadas.

-Padre, estaba ocupado y ya te he dicho que no me llames a menos que venga un santo -Al ver cómo su padre lo miraba, este procede a quitar el seguro.

-¡Fuera, fuera! ustedes dos -entrecierra los ojos juzgando sus acciones-. Con razón no los vi en el desayuno, en fin ¿cómo se encuentra la joven señorita?

Ambos niegan con la cabeza.

La cocinera, con manos temblorosas, giró la llave y abrió la puerta.

En un segundo la bandeja que llevaba en sus manos cayó al suelo haciendo un gran estruendo, seguido de un grito que resonó por toda la gran casa.

Todos se congregaron en la puerta a ver qué pasaba, y desde ahí vieron cómo una luz tenue se extinguió de repente, revelando una escena macabra: una habitación en la que en cada rincón se veían manchas de sangre, y la joven yacía con una sábana blanca ensangrentada. Si te acercas podrás ver de qué murió, por un disparo que es visible en su corazón.

"Un 17 de octubre. En la penumbra del destino, una luz se apagó."

El Fantasma: Rastros de un CrimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora