Capítulo I.

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Si monetariamente no estuviese tan apretado, no habría forma de que Kiyoomi hiciera esto.

Lo ha pensado mil veces, analizando cada posible escenario y resultado en su cabeza. La mayoría de las veces, esos escenarios hipotéticos terminan mal. Sin embargo, aquí está, de pie al borde de las escaleras que llevan a un gimnasio debajo de las calles de Nueva York. Muchos hombres pasan a su lado para bajar las escaleras, murmurando breves disculpas cuando le pasan a llevar el brazo u hombro. Ninguno es sincero, se da cuenta, pero ¿por qué lo serían? No se preocupan realmente por él, o por lo que le pasa. Por su parte... a Kiyoomi le pagan por hacerlo. Por eso está aquí. Una oferta de empleo fue publicada y puesta en un tablero lleno de anuncios dentro de la sala de clases de enfermería. Era un trozo de papel arrugado, con un mensaje escrito a mano. Omi lo había visto cuando buscaba en la pizarra algún trabajo que le sirviera durante ese verano, y la singularidad del mismo le llamo la atención. Lo sacó de la pizarra y entre sus manos lo leyó.


SE BUSCA:

Individuo con formación médica/primeros auxilios.
No se requiere título médico.
Para cualquier consulta, contacte a Patrick Lawson.



Kiyoomi recuerda haber pasado sus dedos sobre el número de teléfono que aparece en el papel. Es una petición peculiar, por decirlo así. Patrick Lawson, quien quiera que fuera, parecía buscar a alguien que no fuese un profesional médico completo, aún así... trabajo es trabajo.

Y por el momento, parecía ser lo más prometedor. Más tarde, ese mismo día, Kiyoomi se encontró llamando al número y a los minutos de llamar, había concertado una reunión con Patrick Lawson en una cafetería a pocas cuadras del campus. Cuando entró, sus ojos escudriñaron la cafetería buscando a quien había publicado el anuncio, al verlo, supo instantáneamente quién era. El hombre corpulento junto a la ventana tenía una larga cicatriz en su cara curtida y el olor a cigarro que emanaba de él sobresalía entre la multitud.

—Hola —murmura Kiyoomi cuando está lo suficientemente cerca para ser oído— ¿Es usted Patrick Lawson?

—Depende —responde el caballero frente a él luego de darle una rápida mirada de arriba abajo con una expresión seria en su rostro— ¿quién pregunta?

—Mi nombre es Kiyoomi Sakusa, hablamos por teléfono hace un rato —respondió el pelinegro mientras sacaba la nota de su bolso y se la entregaba.

—Bien —Patrick asintió con la cabeza, haciendo un gesto a la silla frente a él—. Siéntese.

—Está bien —Kiyoomi se sentó lenta y cuidadosamente—. Así que... no mencionó qué tipo de trabajo...

—¿Cuáles son sus credenciales médicas? —Patrick le cortó antes de darle un sorbo al café frente a él. Kiyoomi consideró que fue un gesto grosero y poco profesional para una entrevista, sin embargo, se tragó el malestar y respondió.

—Soy estudiante de tercer año de enfermería en la Universidad de Nueva York Meyer —respondió el pelinegro mientras buscaba credencial estudiantil en los bolsillos de su bolso—. Estoy entrenando en primeros auxilios.

—¿Alguna vez has cosido a alguien antes? —Sakusa frunció el ceño ante la brusquedad de la pregunta.

—Uhm, sí, pero...

—¿Qué hay de huesos rotos? ¿Narices?

Con una mirada incrédula en su rostro, Kiyoomi echó un rápido vistazo a la cafetería. ¿Alguien más escuchó sus preguntas? Cuando a su propia pregunta la respuesta parecía ser no, el pelinegro se inclinó hacia adelante, incapaz de mantener la curiosidad fuera de su voz.

Nothing fucks with my baby; sakuatsu (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora