—Me sorprende verte aquí —la voz de Atsumu es tan profunda y baja como siempre, incluso ante el ruido del bar—. No pensé que los bares de este estilo serían de tu agrado.
Kiyoomi colocó una expresión burlesca y enderezó su espalda para ganar centímetros.
—¿En comparación al sórdido gimnasio?
—Buen punto —una mirada divertida se abre paso en los rasgos del teñido, mientras deja el vaso sobre la barra—. ¿Estás aquí solo? ¿O quizá en alguna cita?
—Con mi primo, en realidad —responde el pelinegro señalando al castaño por sobre su hombro, quien sigue hablando por mensajes con Azumi—. Nunca he estado aquí antes, pero a él le encanta venir.
—¿Sí? —la sonrisa que le dedica Atsumu crece lentamente mientras se apoya en el borde de la barra— ¿Qué te parece hasta ahora?
Kiyoomi simplemente se encoge de hombros antes de responder.
—Está bien, supongo. No es muy diferente a cualquier otro bar de Nueva York. Una cerveza es una cerveza en cualquier lugar ¿no?
—Ahí te equivocas —el boxeador suspira suavemente mientras sus ojos se entretienen con algo sobre el hombro del pelinegro que da hacia la barra. El rubio se inclina pasando su brazo a un costado de su cuerpo, rozándolo por el movimiento. Cuando su cuerpo vuelve a su posición original, tiene una cerveza en una mano y un vaso de whiskey en la otra.
Kiyoomi no sabe porqué, pero ese pequeño movimiento e inclinación sobre su cuerpo, le había provocado pausar su respiración por un breve instante.
—¿En qué me equivoco? —murmura Sakusa manteniendo su voz firme pese al nerviosismo. El rubio le entrega su cerveza y él la toma.
—En pedir cerveza a cualquier bar que vayas —responde con una sonrisa en su rostro. Su mano, huesuda, roja y anillada, alza el frío vaso de whiskey para darle un gran sorbo antes de continuar—. Déjame invitarte el próximo trago ¿sí? Yo elijo, así, podrías al menos decir si te gustan los tragos de este bar.
Le toma un momento a Kiyoomi procesar las palabras de Atsumu, y cuando finalmente le toma el peso, siente el calor llegar a sus mejillas más rápido de lo que nunca antes le había pasado. Su boca se abre y se cierra de manera instantánea, mientras que una sonrisa de satisfacción envuelve los labios del boxeador ante la reacción del lindo enfermero.
—Eh, Miya... no necesito que me invites una copa —dice firmemente tratando de mantener un rostro serio mientras apoya la cerveza en la barra—. Puedo comprar por mi cuenta, pero gracias, sin embargo —el pelinegro inclina su cerveza y se dispone a dar la vuelta para volver con Komori.
—Espera —la mano de Atsumu roza ligeramente su muñeca cuando le da la espalda, volviendo su atención a él. Aquella sonrisa de satisfacción que anteriormente se había abierto paso en su rostro, se había transformado en una mirada de disculpa—. Lo siento, creo que se ha malinterpretado. Sé que puedes comprarte tus propios tragos, sólo... tómalo como un agradecimiento.
Kiyoomi alza una ceja mientras le echa un rápido vistazo; la diferencia en su comportamiento y lenguaje corporal es notable, sus hombros se han enroscado ligeramente haciendo que su cuerpo se vuelva un poco más pequeño, además, un ceño fruncido pero preocupado se ha instalado en su rostro.
—¿Un agradecimiento por qué? —pregunta Sakusa, siendo la sorpresa muy palpable en su voz. Aunque Atsumu suelta su muñeca, todavía siente el escozor en su piel que le provocó el toque de sus dedos.
—Por curarme todo el tiempo —el pelinegro niega despreocupado.
—No necesitas agradecerme, es mi trabajo.
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Nothing fucks with my baby; sakuatsu (adaptación)
FanfictionKiyoomi Sakusa es el nuevo enfermero que entra a trabajar en el gimnasio donde Atsumu Miya entrena y compite en peleas ilegales. Esta historia no es mía, la historia original es un fanfic de Harry, su autoría está en tumblr; -sunflowervolvimp3, tra...