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—Dom ¿Acaso estoy en el paraíso? —Veronica le pregunto a su hermano una vez salió de su auto

Dom sonrió al escucharla, Verónica miro fascinada los autos a su alrededor habían autos hermosos a sus ojos ella quería esos autos mejor dicho tendría esos autos.

Jacob le enseño a qué si quería algo que lo tomará sin importar de quién sea.

Los autos eran su mundo no habría otro lugar en el que Verónica se sintiera feliz que en las carreras callejeras aunque prefería las carreras en Tokio, en Tokio se hacía drifting y en esa era su especialidad.

¿Quien le habrá enseñado no?.

—Ese.—Veronica señaló el auto azul llamando la atención de Brian y Dom

—¿Que te parece? Todo motor, nada de tuneo.—dijo Brian —Siempre quise uno así.

—Tienes muchas agallas para traer aquí tus problemas Toretto—dijo el dueño del auto—señorita la cocina esta por allá—se burló de Verónica haciendo que varios de sus hombres se rieran del chiste

—y el zoológico por allá ¿Quieres que te lleve de regresó?—pregunto Verónica mirando desafiante al hombre

—las mujeres deberían estar en casa no en carreras.

—los animales deberían estar en el zoológico y aquí estás—Veronica sonrió al ver que logro molestar al hombre

—en las calles se dice que muchas personas los están buscando—los señaló a los tres—¿Qué? ¿creyeron que no los reconoceríamos?—pregunto

Brian y Verónica miraron a Dom—contabamos con eso—exclamo el Toretto

Verónica miro a su hermano y volvió la mirada al hombre—Escuche que tus carreras son famosas por la adrenalina y sus maravillosos autos—dijo la castaña—adivina que. A mí me gusta la adrenalina.

—Las mujeres no saben correr.—de nuevo se burló de ella

Verónica se quito su chaqueta—esta mujer si.—le dió su chaqueta a Brian, Dom le extendió las llaves del auto a su hermana—¿Aceptas? ¿O tienes miedo de que una mujer te humille?—

—de acuerdo.—acepto el hombre—auto por auto—Veronica lo miro

—auto por auto.—acepto la carrera—pero tengo otra condición.—

—¿Cuál?

—una carrera por tu auto y el de allá.—señalo un auto igual al azul pero en color naranja—si yo gano me llevo tus autos si tú ganas te llevas esos dos de allá.—Veronica señaló el auto de su hermano y el suyo

Toretto.     Roman Pearce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora