Coincidir

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Valentina

Alejarse.

Correr.

Huir.

Descansar.

¿Hay alguna diferencia?

Supongo que sí, depende de la situación ¿no?

Aunque siento que en mi situación equivalen a todas las palabras.

Alejarse: Necesito no ir a reuniones donde el tema principal siempre será el mismo "Dinero".

Correr: ¿Cuentan los pasos apresurados que di al tomar lo primero que encontré en mi closet y aventarlo a las dos maletas mientras Alirio me estaba esperando?

Huir: No es que haya cometido un delito y tenga que esconderme, solo quiero irme por unos días, quizás una semana.

Descansar: Quiero silencio, o quizás no convivir con la gente que me rodea todo el tiempo ... amo a mi hermana Eva, amo a mi socia Lucia, pero necesito descasar de sus voces por unos días.

Todo esto me ha llevado a tomar un avión, la playa me encanta, escuchar las olas romperse me dan paz, comer platillos exquisitos me darán fugaces alegrías, dejar que el sol me abrace con su calor.

De camino al aeropuerto repasé mentalmente las playas de México, ¿a cuál voy?  quizás debí esperarme una semana más, ya que el puente de septiembre es mañana, Cancún está descartado, habrá mucho turista y universitarios, por no mencionar a los taxistas con sus problemas con Uber y cualquier plataforma de transporte privado, para problemas ya tengo a Eva, no necesito más.

Acapulco y Puerto Vallarta es el mismo cuento, demasiado turista.

Estudié cuatro o cinco lugares más, descartándolos uno por uno.

Huatulco será, pensé.

Espero encontrar un vuelo rápido, y si no, tendría todo el día para esperar, la crisis de querer irme me dio a las 6 am, así que...

Finalmente encontré un vuelo para las 12:25, después de una hora y media de viaje, 15 minutos en taxi, un hotel sin habitaciones disponibles, llegué al siguiente resort donde conseguí una excelente habitación con una vista privilegiada, suspiré fe...

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Finalmente encontré un vuelo para las 12:25, después de una hora y media de viaje, 15 minutos en taxi, un hotel sin habitaciones disponibles, llegué al siguiente resort donde conseguí una excelente habitación con una vista privilegiada, suspiré feliz al darme cuenta que no había demasiada gente.

Después de darle la propina al chico que llevó mis dos maletas (no sé viajar ligero) cerré la puerta y me tiré encima de la espaciosa cama. Está habitación sería la paz y felicidad que necesito por los próximos 7 días.

Cuidarte el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora