Capítulo 4

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El camino hacía el castillo fue silencioso. Jungwoo sabía que había tocado un nervio en Doyoung, sin embargo, no podía decir con exactitud que pasaría.

Siwon pareció darse cuenta de que algo estaba mal entre ambos, ya que en la noche insistió mil veces a que ambos bajaran a cenar. Era tan increíblemente insistente que Jungwoo quería mandarlo al diablo.

-Se que algo anda mal entre ustedes dos. Y sinceramente no me interesa porqué, pero como rey les ordeno que resuelvan sus diferencias y se comporten como los esposos que son. Mañana tienen que seguir con el tour por Valois, y realmente odiaría que la gente hable sobre lo poco simpático que es su matrimonio.- Era la primera vez que Siwon utilizaba ese tono con ellos, o al menos, ante la presencia de Jungwoo.- Mañana más les vale estar sonrientes.- El Rey les dio una última mirada severa para luego irse del salón, dejando a los esposos solos.

Jungwoo suspiró antes de levantarse de su asiento, no tenía ganas de estar en la misma habitación que Doyoung, estaba dispuesto a irse pero sus planes se fueron a la borda cuando sintió la mano del pelinegro en su hombro.

-Aún es temprano, te veré en la entrada principal en 15 minutos.-

-¿Por qué debería de hacerte caso?.-

-Porque es la única opción que tienes. Así que has lo que te digo.- Y sin más, el pelinegro se fue, no sin antes darle una mirada de advertencia.

El peliblanco caminó hacía su habitación con todo el pesar del mundo, se colocó unos pantalones más cómodos, unas botas decentes para caminar sobre tierra y una gabardina café encima de su delgada camisa blanca de manga larga. No sabía que diablos estaba planeando Doyoung, pero no hacerle caso parecía ser un riesgo que no le convenía tomar por el momento.

Bajó las escaleras lo más silencioso posible. Los guardias que estaban a los lados de la puerta principal lo miraban interrogativamente pero sin decirle nada.

Cuando salió del palacio pudo ver a Doyoung junto a la escalera de bajada.

-Pensé que no ibas a venir.- Doyoung se acercó a él, dándole el brazo para que caminar con él.

-Me dijiste que no tenía opción.- El peliblanco aceptó dudoso.

Siempre era así, el tacto de Doyoung no era algo constante. Sin embargo, cuando el pelinegro quería brindarle calor o simplemente sentirlo a su lado, siempre dudaba sobre qué tan prudente era acercarse, incluso si eran esposos, el contacto físico no era constante y el cariño verbal era nulo.

-¿Sabes? Aún me cuesta creer que estoy casado con alguien como tú.-

El silencio se rompió.

-¿Alguien como yo? ¿Qué estás tratando de decir?.- Jungwoo se puso a la defensiva.

-No me mal interpretes, no lo digo como si fuera algo malo. Quiero decir, sinceramente no pensaba casarme tan pronto, pensé que podría disfrutar de la soltería, mi libertad y juventud durante un tiempo más, y realmente me tomó por sorpresa el compromiso. Pero cuando te vi por primera vez, me dije a mi mismo que tal vez no sería tan malo.- Doyoung lo miró, estaban a pocos centimetros de distancia y bajo la luz de la luna.- Eres alguien joven, muy joven de hecho, y pienso que por eso me es tan difícil entenderte, sin embargo, a diario me preguntó por qué sientes tanta repulsión hacía mi.

Jungwoo tragó saliva ruidosamente, sintió un tirón en el estómago.

-En realidad, no siento repulsión hacía ti, es solo que...No tomé este matrimonio con gusto, y así como tú, nunca pensé unirme con alguien tan temprano. Extraño mi antigua vida, mi habitación antigua, los jardines de Asturias, el clima, mis amigos, a mi familia. Sinceramente, estar aquí aún no es de mi agrado, incluso si hemos estado casados durante 5 meses, aún siento que eres un total desconocido para mi, Doyoung.- Jungwoo finalmente pudo soltar el aire, sorprendentemente sintió un peso menos en los hombros. Y es que jamás pensó expresar lo que sentía y mucho menos expresarlo a Doyoung.

Pasaron varios segundos en silencio, Jungwoo estaba listo para alejarse del pelinegro, sin embargo, este soltó de repente:

-Kim Doyoung, aunque en realidad es Dongyoung, pero Doyoung es más fácil de pronunciar, 23 años, mi cumpleaños es el 1 de febrero, mi madre murió a causa de...un aborto instantáneo cuando tenía 13 años.- el pelinegro apretó los puños.-Nunca tuve una buena relación con mi padre, sin embargo me he vuelto relativamente cercano a él desde el fallecimiento de mi madre. Soy alguien...bastante solitario, minucioso, temperamental y difícil de complacer, y por eso no tengo muchos amigos, sin embargo, considero que no los necesito.- Doyoung se detuvo de repente, se colocó hacía su dirección, el peliblanco se detuvo de igual manera, mirándolo. Se sobresaltó cuando el pelinegro lo tomó de las manos.-Realmente desearía que podamos tener una amena relación de ahora en adelante, incluso si a tu parecer suene difícil.

Jungwoo lo miró casi sin pestañar, sus inocentes ojos estudiaban a Doyoung, quien se encontraba mirándolo también, cautivado por los grandes y hermosos ojos de su esposo.

-Kim Jungwoo, 18 años, nací en un día lluvioso el 16 de febrero. A pesar de eso amo la primavera, los días soleados, el viento refrescante, las flores y a los animales. La gente me recuerda por ser alguien tranquilo, empático y blando, pero considero que en el fondo no lo soy, y probablemente ya te diste cuenta. Me gusta hablar con la gente y relacionarme con ella, especialmente con los más vulnerables. Mis padres me consideran alguien blando y débil, desde que tengo memoria me han tratado y criado para ser alguien fácil, alguien con quien desearías casarte, y probablemente les guardo rencor por eso.- Jungwoo sonrío por lo último, Doyoung lo imitó, dándole un apretón en sus pequeñas manos.

-Un día soleado.-

-¿Uhm?.-

-Te escribiría como un día soleado. Brillante, hermoso, fresco, impresionante pero puede llegar a quemarte, dejar de ser tranquilo y cálido para convertirse en algo caluroso y difícil de manejar.- Y sin previo aviso Doyoung llevó una de sus manos hacía sus labios, besó sus nudillos.

Jungwoo sintió sus mejillas ardes, ¿Qué diablos estaba pasando?.-

-Yo realmente no espero nada de ti, aún así, pondré un poco de esperanza en ti. Me estoy arriesgando, Doyoung.- Jungwoo le dio una sonrisa para luego alejar sus manos del pelinegro e irse de ahí.

Sentía sus mejillas hervir y su corazón latir frenéticamente, sin embargo, algo dentro de él le decía ruidosamente que tal vez se entregó en bandeja de plata.

PATIENS ▫️DOWOO▫️NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora