Cuando se hizo el anuncio de que un heredero venía en camino, se hicieron grandes celebraciones, recibió miles de felicitaciones por parte de los nobles y el pueblo le daba miles de bendiciones.
Doyoung visitaba regularmente su habitación en la noche. Pero hubo una noche que llamó especialmente su atención.
Doyoung llegó un poco borracho por la supuesta "salida que tuvo con sus amigos de la infancia" o eso había dicho cuando le preguntó.
El pelinegro llegó particularmente agresivo, y sin pensarlo dos veces, se lanzó a su pequeño y embarazado esposo.
Jungwoo no trató de detenerlo, estaba en su cuarto mes de embarazo, y por su bien y por el bien del bebé evitaba pelear con el pelinegro.
Pero fue ahí donde vió algo que lo hizo sentir vacío. En medio de la media noche, con la luz de la luna alumbrando su hermoso y triste rostro y al frío e insaciable rostro de su esposo se dio cuenta.
El cuello del pelinegro tenía una mancha oscura, morada incluso.
Y su mundo estalló.
Antes le hubiera importado una mierda, hubiera felicitado a Doyoung y luego seguir con su asquerosa vida. Pero ahora, mientras cargaba a su hijo, mientras trataba de cumplir con su papel de esposo, debía de admitir que le dolió un poco. Su corazón se apretó de tristeza.
Las embestidas vacías del pelinegro lo hicieron sentir mucho peor. Estaba siendo usado para imagen pública y para satisfacerlo.
Tristeza y luego...
Rabia.
La rabia recorrió su cuerpo como un caliente veneno negro del cual no tenía el antídoto para salvarse. Sonrió por lo cínico que era Doyoung y por lo estúpido que había sido él.
⚫⚫⚫
Sexto mes.
Su vientre se notaba un poco más, ahora solo permanecía el dolor de cabeza, de espalda y algunas veces regresaban las náuseas.
Las salidas de Doyoung con sus "amigos" y para "cazar" eran más frecuentes que antes. La distancia entre ellos era más que evidente. Desde el día que vió la asquerosa marca en su cuello construyó una barrera, una pesada y gigantesca barrera de semento con púas afiladas, dispuestas a cortar al valiente que intentara sobrepasarla.
Y no trataba de guardar su nuevo y mucho más poderoso odio y desagrado hacía el pelinegro.
Siwon había estado enfermo desde hacía una semana, era un extraño y fuerte dolor de estómago con calentura. Pero no podría importarle menos.
Por el momento trataba de concentrase en si mismo y en su bebé, le gustaba pasar las tardes leyéndole y contándole anécdotas graciosas de su infancia. Era su pequeño compañero.
-Gracias, puedes volver en una hora.- El pelinegro se bajó el carruaje con ayuda de los guardias reales que se encontraban custodiando su vivero.
No pudo evitar notar un carruaje desconocido con un guardia dentro, estaba a unos metros del vivero. Un cliente nuevo.
El peliblanco entró, siendo recibido por el agradable olor de la lavanda. Últimamente se la pasaba casi todo el día en ese vivero, ahí podía estar solo y pensar en todo lo que pasaba a su alrededor.
Y ahí estaba, el hombre misterioso que había estado yendo desde hacía dos semanas. Le gustaba ir a comprar girasoles y a mirar los hermosos rosales.
-Llegaste más temprano que yo, lamento la espera.
-No se preocupes, llegué hace cinco minutos de hecho. Y siempre es un placer poder apreciar tranquilamente las flores.
Jungwoo sonrió.
-¿En qué puedo ayudarte?.- preguntó el peliblanco, acercándose un poco al hombre alto y castaño.
-Me gustarían unos claveles, esos de ahí específicamente.- apuntó.
-Claro.-Jungwoo tomó sus tijeras para cortar y se acercó hasta los hermosos claveles naranjas y cortó un ramo con mucho cuidado.
-Me sorprende que usted sea el encargado de todo esto, ¿no debería tener un empleado?.- preguntó el hombre.
-Bueno, me gusta mucho este lugar, vengo todos los días y me quedo aquí varias horas, las suficientes como para cuidar de las flores y rosales. Además de que es mi afición.- Respondió, mientras perfeccionaba los cortes para poder envolver las flores delicadamente.
-Es un lugar hermoso, hiciste un gran trabajo.-
-Gracias.- Jungwoo le sonrió, sintiendo calor en las mejillas.
-¿Y su majestad Doyoung viene a visitarlo?.- preguntó el castaño, mirándolo con sus hermosos ojos castaños.
A Jungwoo le sorprendió la pregunta. Había conocido a Jaehyun hacía dos semanas, cuando el castaño buscaba girasoles. Se había presentado como Jung Jaehyun, era un Conde de Seurmõn, una parte de prados verdes que poseía rica flora agrícola para Valois. Por lo que sabía, era uno de las familias más adineradas de Valois.
Parecía alguien tranquilo, con los pensamientos ordenados, con un amor hacía la naturaleza, reservado y muy amable. Sin embargo, nunca le había preguntado algo sobre su vida personal, por respeto a su posición y por pena, tal vez.
-No. A Doyoung no le interesa nada de esto, y me alegro por eso.- El adolescente soltó sin tomarle importancia, le entregó el voluminoso ramo.- Aquí están.
El castaño las tomó.
-El príncipe parece...peculiar.- Jungwoo soltó una pequeña risa.
-Peculiar, extraño y detestable. Si.-
Jaehyun le sonrió.
-Muchas gracias su majestad. Volveré el viernes.-
-Gracias a ti. Cuídalas mucho.-Jaehyun le sonrió cálidamente antes de caminar hacía la salida. Sin embargo, se detuvo abruptamente.
-Una persona radiante no debería de estar con alguien que lo empuje a la oscuridad, piénselo.- Y sin más, el castaño se fue.
Jungwoo se quedó quieto por un momento, sorprendido por las palabras de Jaehyun.
Era cierto. Sabía a lo que se refería, pero ¿por qué mencionarlo? ¿le importaba su salud? En lo absoluto.
El peliblanco suspiró, en el espacio predestinado a los correos pudo ver una carta de Asturias. ¡Al fin le habían hecho caso!.
La tomó y la abrió con una velocidad impresionante.
"Querido hijo, hemos leído la escandalosa carta que nos has enviado. Y queremos decirte que no podemos hacer algo productivo al respecto
Ahora mismo te encuentras cargando al heredero de Valois, necesitas dar a luz y criarlo en sus primeros años.
Y cuando sea lo suficientemente mayor, finalmente tendrás la opción de volver a Asturias. No nos malinterpretes, nosotros nos sentimos decepcionados por los asquerosos comportamientos del príncipe, sin embargo, no podemos anular tu rol en la familia Kim, no sin antes crear una disputa real.
Te pedimos que aguantes, que seas fuerte y que no nos decepciones.
Con aprecio, Kang Leetuk y Kang Jisoo.
Mandíbula apretada, respiración entrecortada, sollozos bajos, puños apretados.
El peliblanco tenía una mirada ausente. Tomó la carta y la prendió con un encendedor, no sería beneficioso si Doyoung la encontraba.
Intentó respirar, tranquilizarse. Sin embargo, no pudo. Cayó de rodillas al piso, sintiendo las lágrimas caer y un increíble dolor ahogar su corazón.
Estaba más que claro.
Lo habían abandonado.
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PATIENS ▫️DOWOO▫️NCT
FanfictionLo pesado que se sentían sus ojos. Sus brazos y manos bañados en un tibio líquido que no supo descifrar. Los trece espejos alineados ante él. Pero... Si estaba frente a ellos, ¿Por qué no podía ver su reflejo? ▫️Dowoo ▫️Jungwoo & Doyoung ▫️Contenid...