Capitulo VII

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-Hola Kira, feliz cumpleaños. -Digo prácticamente por educación y jalo al rubio hacia adentro, sin embargo la zorra... Digo, Kira nos detiene.

-No vas a presentarme a tu acompañante primita, luego de un año de no vernos es lo menos que puedes hacer, ¿No crees?

Respiro hondo para no darle un golpe en su perfecta nariz y asiento. -Si, el es...

-¡Sarada! -Se bien de quién es esa voz y no se oye para nada contenta

-Mamá, ya llegué, no tienes que crear un alboroto, ¿si?

-Que no cree un... -No termina siquiera de hablar cuando sus ojos verde jade se posan en la alta figura que está a mi lado, puedo notar de todo en su rostro, confusión, desaprobación, enfado, juicio, y la lista sigue y sigue.

-Sarada... ¿Podemos hablar en la cocina?

-Si, ya voy -Boruto me mira y dice que buscará algo de beber. Yo solo asiento y le sonrío mientras miro a mi prima de reojo con recelo.

-¿Me puedes explicar quién es el, por qué sujetaba tu mano, y más importante porque no trajiste nada para tu prima?

Mierda... Olvidé el maldito regalo...

-Es que yo... Verás... Yo... Lo olvidé por completo, han pasado muchas cosas en la univer...

-No necesito excusas Sarada, necesitaba un regalo para tu prima, ¿cómo puedes ser tan egoísta?, ¡ella si recordó el tuyo este año!

-Me regaló una puñetera camiseta de Harvard mamá... Y ni siquiera la lavó antes de dármela...

-Ella al menos te regaló algo Sara... Mira, ¿sabes que?, ya olvídalo, tendrás que darle dos regalos el próximo año, ahora dime ¿quién demonios es ese chico y que hace aquí?

-El es... Boruto y es... Mi... -Un sentimiento de confusión invade mi cuerpo, ¿Que diablos somos Boruto y yo?... Claramente no somos novios, pero tampoco creo que seamos amigos, no después de lo que hicimos anoche, lo cual hace que se enciendan mis mejillas en automático.

-¿Tu?... ¿Que? -Mi madre pregunta con un tono acusador e intimidante, supongo que ya notó mi sonrojes.

-Es solo alguien que conocí en la universidad, y el tomaba mi mano porque hace frío, y se ofreció a calentar mis manos antes de entrar. (Noto su mirada de incredulidad y simplemente me limito a cruzar los brazos y mirar mis zapatillas esperando que deje de juzgar mis decisiones, cosa que por el momento al menos, logro conseguir).

-Agh, cómo sea Sarada, como llegaste tarde tendrás que comprarle dos regalos en su próximo cumpleaños. Ahora ve y finje al menos que te la estás pasando bien.

-Bien...

Volteo y me dirijo a la sala principal, donde deje a Boruto hace 5 minutos, sin embargo no lo veo por ningún lado, la música alta y los amigos de Kira bailando por doquier hace que sea todavía más difícil encontrar al rubio malhumorado con el que vine.

Cuando llegó a las escaleras veo como uno de los amigos de Kira está vomitando en el baño principal por haber ingerido demasiado alcohol imagino, lo cual se me hace tan fuera de lugar pensando que mi mamá jamás me dejaría a mi tener una fiesta de esta índole en mi cumpleaños, además de que nunca he tenido demasiados amigos y... tampoco me agrada nada de esto. Sin embargo la cosa cambia cuando se trata de su amada sobrina Kira, ni siquiera entiendo porque la quiere tanto, es odiosa y una perra, además de que claramente le permite de todo y como nuestra casa es más grande que la suya, era evidente que le pidiera hacer su reventón de cumpleaños aquí... A lo cual mi madre accedería sin dudar.

Callo mis pensamientos y decido seguir en busca de Boruto, hasta que noto abierta la puerta de mi recamara abierta, e inmediatamente comienzo a enojarme al pensar que una de las estúpidas amigas de Kira esté husmeando en mi antigua habitación, sin embargo al colocarme frente al marco de la puerta y abrirla, estoy a punto de gritarle de todo a la maldita que este dentro... Pero la alta figura del chico murciélago posando sus dedos sobre el estante lleno de libros perfectamente acomodados por orden alfabético de mi habitación me detiene.

Perdida En Tu Mirada (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora