we'll keep quiet

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Darren negó con la cabeza. Lo había visto todo desde lejos. No juzgaba a ninguno de los dos por lo que sea que estuviesen sintiendo o lo que sea que los haya llevado a ese punto. Lo vió todo en los ojos de los dos, en la manera que sus cuerpos se tensaron al besarse, la desesperación con la que el príncipe había unido sus labios con los del primer hijo. Después vino la confusión, la vergüenza y la duda.

Siguió con su rutina de vigilancia, andando de un extremo a otro hasta que en uno de esos cruces se topa de frente con el príncipe, quien pasa de largo con la cabeza baja aunado a unos ojos y nariz enrojecidos. Simplemente le hizo una reverencia. A él no podían engañarlo, les llevaba unos tantos años de experiencia y él se daba cuenta de muchas cosas que nadie más puede ver.

Sus ojos eran ciegos, su boca muda y sus oídos sordos, era la conciencia de los hijos de la presidenta.

Al cabo de unos minutos, Alexander pasa por su lado y descansa su fría mano en el hombro de Sinclair.

—Ya sabe que soy una tumba, joven Claremont— aseguró el ojiazul con su vista hacia el frente y postura erguida.

Alexander le agradece y sigue de paso hacia el salón.  Estaba extrañado, aún se sentía aturdido por aquel simple beso y no sabía porqué era.

No es que nunca hubiera besado a un chico antes, lo había hecho en la preparatoria pero nunca antes algo así fue la razón de que su cabeza diera tantas vueltas como fuese posible. Entró de nuevo al salón y buscó a los príncipes con la mirada, pero ya no estaban ahí.





William iba detrás de Henry, quien caminaba apurado hacia la camioneta.

—Llévenos al aeropuerto, por favor— pidió, mientras uno de los guardaespaldas le abre la puerta.

William es más rápido y va hacia el otro lado abriendo la puerta por su cuenta y entrando al coche de una zancada,  cerrando la puerta de golpe.

—¿Qué pudo haber pasado para que te pusieras así?— es lo primero que sale de su boca tan pronto como se halla dentro del coche junto a Henry— antes de la cuenta regresiva estabas perfectamente

—No te lo diré aquí— Henry dió por terminada la conversación, evadiendo la mirada de William y volteandose hacia la ventana del auto

El menor solo pudo suspirar  y quedarse en silencio pensando en todas las cosas que pudieron haber pasado en ese lapso de tiempo.

Pero luego recuerda que Alexander salió después de Henry, que no pudo ir detrás de él también porque Percy no lo había dejado.

Seguro habían discutido, como ya era costumbre en ellos. Pero aún así, nunca había reaccionado de esa forma cuando se trataba de Alexander; algo lo había hecho perder la cordura.






MISS AMERICANA AND THE HEARTBREAK PRINCE ──── red white and royal blue ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora