𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐑 𝐃𝐔𝐓𝐘-𝐣𝐚𝐜𝐚𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧

01

El compromiso

alyssa's perspective

—¿Qué es lo que sucede Aemond?—le pregunté a mi segundo hermano mayor cuando vino hacia mi.

—Madre quiere que te arregles para recibir a la Princesa Rhaenyra y a Jacaerys, van a hablar sobre tu compromiso con ese bastardo de mierda.—me informó mi hermano con una clara intención de odio completo por el mencionado.

Yo solamente me limité a suspirar, queriendo que esto se acabase lo más pronto posible y que seguramente me tendría que concentrar en tratar que mis hermanos mayores sobreprotectivos no mataran a nadie, especialmente los hijos de la Princesa Rhaenyra. Quienes eran meros bastardos a los ojos de todos menos de mi padre, algunas veces me preguntaba si realmente era tan ciego como para ver la clara distinción que existía entre nosotros. Todos los Targaryen teníamos el pelo platino y ojos púrpuras, ellos todos oscuro y con cierto parecido a su espada juramentada. Claro, todo Targaryen de pelo blanquecino, a excepción mía. Había heredado los genes Hightower de mi madre por todo lo aparente. Ya que me lo recordaban mucho los años que residí en Antigua.
"Eres una verdadera hija de tu madre, le darás honor a su sangre cuando crezcas." me dijo una vez mi tío, Lord Ormund Hightower.

Todo eso añadiendo el hecho de que había vuelto a la Fortaleza Roja hace dos meses junto a mi mellizo, tras siete años sin estar aquí porque a ambos nos mandaron a Antigua con la familia de nuestro tío. Al que alguna vez en privado, se nos escapó el hecho de llamarlo papá.

—Dile que ya voy, necesito un par de minutos.—le respondí a mi hermano mayor y se vio lo suficientemente satisfecho que se fue.

No podía decir que tenía la misma relación de hermanos con Aegon, Helaena o Aemond que la que tenía con mi querido Daeron. Mi hermano mellizo que conocía toda mi vida y nos adorábamos mutuamente con todo nuestro corazón. Aunque con los mayores, no me caían ni muy bien o mal. El problema es que no conviví con ellos mucho tiempo que digamos. Así que no había nada más que pudiera decir sobre ellos. Pero sería obvio que me llevaría muchísimo mejor con Daeron, teníamos una relación de hermanos bastante más cercana de la normal según algunos. Él siempre se encargó de estar a mi lado para hacerme compañía y ahuyentar a cualquier hombre que tuviera otras motivaciones hacia mí.

Después de todo, era la princesa más hermosa de los Siete Reinos según mi madre y mi mellizo. Y esas deberían de ser las únicas opciones importantes para mí.

Hablando de mi madre. Ella era mi ejemplo a seguir y la persona que más admiraba de todo mi vida, por su devoción a los Siete, su inteligencia, como se preocupaba por mí y por todos. Aspiraba a ser una reina justa y bondadosa como mi madre, la Reina Alicent. Todos en Antigua solían decirme que era la viva imagen de mi madre cuando era joven, eso era el mayor cumplido que me podrían dar. Siendo sinceros, mi madre era la única de mis padres que se preocupaba y cuidaba realmente de mí. Ya que mi padre, el rey Viserys I Targaryen, solamente tenía atención para mi hermanastra, la princesa Rhaenyra. La única descendiente viva del primer matrimonio de mi padre con la Reina Aemma Arryn y el cual me contaron que resultó en ella muriendo en la labor de parto. Un final trágico para cualquier mujer.

—Su alteza, la reina me ha mandado a acompañarla hasta donde todos os esta esperando todos.—me informó Ser Criston Cole, una de las Capas Blancas y la espada juramentada de mi madre.

—¿Qué piensa de mi vestido?

—Su alteza...

—Solo respóndame con su más sincera opinión Ser, no me va a suceder nada, lo prometo.—dije casi riéndome.