01.

202 11 2
                                    

-¡Corte!-escuche la voz del director, anunciando el final de la escena

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Corte!-escuche la voz del director, anunciando el final de la escena.

Todos empezamos a aplaudir, mientras que algunos nos abrazamos. La mayoría estábamos llorando de la emoción y nostalgia, habíamos llegado al final de las grabaciones de 4 caminos, la película de Rebelde Way.

Sin duda, este proyecto y Rebelde Way me marcó demasiado, es algo que jamás podré olvidar. Conocí a tanta gente linda y viví experiencias inolvidables.

Después de un rato largo de abrazos, lágrimas y risas, llego la hora de irnos a casa. Me encontraba guardando algunas cosas de mi camarin.

-Pensé que ya te habías ido.-escuche la voz de Benjamín. Me di la vuelta y se encontraba en el marco de la puerta de mi camarin mirándome con una sonrisa.

Benjamin, mi compañero de trabajo. No es la primera vez que compartíamos un proyecto juntos, también estuvimos trabajando juntos en Chiquititas.

-No, es que me cuesta despedirme de este lugar..-conteste, con un tono de voz nostálgico. Mi mirada fue a aquellas fotos que había pegada al espejo.

Benjamín se acercó a mi. También observo las fotos.
-La verdad que si, es muy difícil despedirse de este proyecto.-lo mire. Él todavía tenía su mirada en las fotos, despego una de las fotografías y me tense al darme cuenta que la foto que tenia en sus manos.

La foto que tenia Benjamin en sus manos, era una que nos sacamos para promocionar la serie.

-Aunque, las cosas al principio fue algo raro..-dijo, refiriéndose a lo incomodo que era para ambos grabar nuestras escenas. Él todavía tenia la mirada en las fotos y yo lo mire atenta-No existe una mejor Camila para interpretar a Marizza.

Me miró. Aunque quise evitar sonreír ante su confesión, no pude.

-Lo mismo digo, no existe mejor Benjamín para interpretar a Pablo.

Él sonrió, dejando a la vista esa dentadura perfecta y sus dientes blancos.

-Voy a extrañar que me retes cada vez que me equivoque en las escenas.

No pude evitar reír.

-Seguro vas a encontrar a otra compañera que te rete.

-Imposible. No hay otra como vos.

Senti como mi corazón se aceleraba. Su mirada me hacia poner nerviosa. Sus ojos azules brillaban de una manera que me hacían poner los pelos de punta. Sentí un deja vu, por un momento, pensé que era el Benjamín de 13 años.

Esa mirada era como me miraba hace unos años atrás cuando eramos novios.

Si, eramos novios.

Sinceramente, fue mi relación más linda y sincera, aunque creo que para él no significó tanto como para mi.

Pero no duró mucho la relación, a finales de las grabaciones de Chiquititas decidimos llegar al fin de la relación, las cosas se estaban poniendo raras y preferimos quedar como amigos. Fue muy difícil para mí tener que fingir que ya no me pasaba nada con él.

Cuando terminaron las grabaciones de Chiquititas fue como un alivio para mi, no lo iba a ver más, aunque por dentro me moría por verlo todos los días, con su cabello despeinado y su cara dormida.

Pero eso no paso. Cris Morena, nos dio la noticia que íbamos a protagonizar una nueva tira, Rebelde Way.

Estaba muy feliz por volver a trabajar de lo que me gusta, pero esa felicidad no duró mucho cuando me enteré que mi personaje era pareja de Pablo, el que interpretaba Benjamín.

Me acuerdo que le rogué a Cris de que me de otro personaje, pero ella negó. Dijo que los personas fueron creados pensando en nosotros para darle vida.

Los primeros meses de grabación con Benjamín fueron un infierno. Me sentía incomoda, me quería ir corriendo. Lo mucho que luche para no llorar al mirarlo a los ojos. Hasta que aprendí a no mezclar sentimientos con trabajo.

Ojalá lo hubiera aprendido antes.

Entonces, empecé a ser media fría con él a diferencia de otros compañeros de trabajos, y creo que fue algo que se noto demasiado, ya que la gente decía que nosotros nos llevábamos mal.

Pero en realidad, fue una barrera que decidir poner entre ambos.

-Camila.

La voz de Benjamín hizo que me sacara del trance, me había quedado perdida en mis pensamientos.

-Te quedaste tildada. ¿En qué te quedaste pensando?

-Ehh, en nada.-me rasque la nuca con nerviosismo. Me aleje un poco de él a darme cuenta que estábamos bastante cerca.

Él me miró con duda, intentando descifrar lo que pasaba por mi cabeza. Aparte mi mirada de él y volví a hacer lo que estaba haciendo minutos antes que Benjamín llegara.

-Bueno, ya me tengo que ir.-hablo, rompiendo el silencio que se había formado. Dejó la foto que tenia en sus manos en la mesita.

Lo mire.

-Esta bien. Adiós.-él me miró. Pestañe un par de veces al sentir como se acercaba a mi.

Sentí como me rodeaba con sus brazos.

-Adiós, Camila.-murmuró en el abrazo. Yo cerré los ojos disfrutando ese abrazo. Probablemente, el último.

Se alejo de mi, me miró por última vez y se marchó del camarin.

Agarre la foto que el tenia minutos antes y largue un suspiro.

Benjamín, el chico que me enseño a amar.

-Ojalá me hubieras enseñado a como vivir sin vos.

Estaba por guardar la foto en mi mochila, pero me detuve. Era hora de soltar, así que esa foto fue la única que deje en mi camarin. Agarre mis cosas y camine hacia la puerta, no sin antes mirar por última vez el lugar. Largue un suspiro y apague la luz.

Cobardes | Benjamila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora