03.

139 11 7
                                    

Mire a Felipe y se había quedado dormido. Trate de dormir pero no pude, no lograba encontrar el sueño.

Me asome para ver si Camila estaba durmiendo. Me levante rápidamente y me pase a los asiento de adelante. Ella se sobresalto cuando me senté al lado de ella, estaba perdida en sus pensamientos.

— ¿Qué haces? — pregunto confundida.

— Nada. Felipe se durmió y no tengo sueño. —respondí — te molesta si me quedo acá?

Ella negó.

Volvió a posar su vista en la ventana del avión y yo me quedé concentrado en observarla.

Mire con atención cada facción de su cara. Era tan linda, tan perfecta. Volver a verla después de un año, fue lo suficientemente para darme cuenta que por más que intente olvidarla, mi corazón va a latir fuerte cada vez que la tengo cerca.

Sonará mal sabiendo que tengo novia, pero con Maria intento llenar el vacío que tengo, buscando en miles de mujeres su rostro y algo que me recuerde a ella.

Muy inmaduro de mi parte, lo sé.

Tantas noches en las que estuve por ir a su departamento y decirle todo lo que sentía por ella, que jamás la deje de amar, pero solo terminaba en el departamento de alguna mujer que conocía en el boliche.

Era demasiado Cobarde como para enfrentarla. Pensaba que si me metía con mujeres, podría olvidarla, pero solo hacia más grande el vacío.

No hay comparación lo que me pasa cada vez que estoy con ella. Camila me hizo sentir tantas cosas, también fue la primer chica que ame y que voy a amar para toda la vida. Nunca más sentí algo parecido a lo que sentía por ella.

Después de Camila, no volví a enamorarme.
A pesar de mis intentos, no puedo hacerlo.
Nunca volví a ser el mismo. Ella era la única que tenía mi versión enamorado.

Y tal vez, es estúpido. Estuvimos juntos cuando éramos chiquitos, nunca más sucedió nada. Siempre sentí que el único enamorado era yo. Su indiferencia me dolía demasiado, la manera tan fría que me trataba.

Todavía recuerdo el día que intente decirle que no podía olvidarla y que seguía enamorado de ella, pero escuche una conversación de Camila donde le decía a Luisana que había conocido a un tipo, y que jamas se había sentido así con nadie.

Desde ese día supe que Camila no le pasaba lo mismo que a mi, así que tuve que ignorar esos sentimientos.

— ¿Tengo algo en la cara? —cuestiono, haciéndome volver a la realidad. Yo la miré confundido ante su pregunta — digo, porque te quedaste mirándome fijamente — aclaro, y yo maldeci por dentro.

— Lindo flequillo. —respondi, tratando de disimular que me había quedado hipnotizado con su belleza. Pude notar que le pareció raro que diga eso.

— Gracias.

Yo sonreí sin mostrar los dientes. Le quite la mirada por unos segundos y me acomode en el asiento.

— Que buenos gustos tenes. —hablo nuevamente, rompiendo el silencio. La miré confundido sin entender a lo que se refería.

— ¿Qué? —frunci el ceño.

— Es muy linda tu novia.

Yo me quedé observándola, no me esperaba para nada que diga eso.

— Si, demasiado.

Ella hizo una mueca.

— ¿Estás enamorado?

Su pregunta me dejo aún más confundido. Ella jamás se intereso en mis relaciones, de hecho, ni si quiera hablamos sobre esto.

— Muy enamorado.

Mentir sobre decir que estaba enamorado, ya que era bastante frecuente.

— Ah. Que bien. — dijo ella, un poco seca.

— ¿Por qué tanto interés? Jamás hablamos de esto.. — necesitaba sacarme la duda.

La observe atentamente. Ella tardo unos segundos en responder.

— ¿Por que sería incómodo? —.no hizo falta que le conteste, ella se adelanto — fuimos novios cuando teníamos 13, no era nada serio. Fue algo de niño.

Auch.

Aunque sea mis dudas fueron respondidas, para ella nunca fue algo serio. Así que si, el único enamorado era yo.

— Yo no te considero mi ex. ¿Vos lo haces? —Volvio a hablar, sus palabras fueron como si un cuchillo atravesará mi corazón. Lo dijo tan frío, tan seca.

Realmente si, la consideraba mi primer amor, la primer chica que me enseñó lo que es el amor.

Me acuerdo la primera vez que la vi en el set de Chiquititas. Me llamó la atención, su belleza, su talento y su personalidad que la hacía diferente a todas. Desde ese momento, sabía que había quedado flechado.

— Yo tampoco lo hago. — contesté frío y ni la miré.

Ella asintió.

Me levante y me cambie de asiento, volviendo de vuelta con Felipe. Fue una mala idea querer pasar tiempo con ella. Ni si quiera me miró cuando me levante.

Cerré mis ojos y luche conmigo mismo para dormir. Quería dejar de pensar, pero mi mente me jugaba una mala pasada.

"Yo no te considero mi ex." se repetía una y mil veces las palabras de Camila. Me había olvidado lo hiriente que eran sus palabras. Nunca podre entenderla. A veces, cuando la miro, sus ojos me demuestran cariño y otras veces, desagrado.

— ¿Todo bien? — escuche la voz de Felipe.

— Si, todo más que bien. — respondi. Ni lo mire, no tenía ganas de hablar con nadie.

Saque de mi mochila, los auriculares y me los puse. Necesitaba desconectarme del mundo por un rato.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cobardes | Benjamila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora