Jimin y Jungkook se conocen desde niños y siempre supieron que estaban destinados a amarse. Por suerte para la pareja, tenían el respaldo de sus familiares y amigos, así que no habrá obstáculos para ellos en un futuro. Sin embargo, luego de diez año...
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¿Qué es lo necesario para qué un matrimonio funcione?.
¿Amor, dinero y confianza?.
Tal vez... pero siempre falta algo, un ingrediente extra que la pareja debe descubrir en el traspasar de la convivencia y que impida que se apague la llama. Los problemas siempre aparecerán, la cotidianidad es algo que afecta y lo estandar aburre. Si nos conformamos con la monotonía, puede ser que el amor no sea suficiente porque se puede esfumar. A lo mejor estamos exagerando, delirando en encontrar la perfección en un matrimonio, o puede ser, lo que Park Jimin ahora mismo se debate.
¿Qué es lo qué le pasa?.
¿Por qué no puede estar conforme si relativamente tiene la vida de ensueño y un matrimonio de casi diez años junto a un hombre excepcional?.
¿Será él la causa y él egoísta, por qué sus caricias ya no tienen las misma relevancia que antes; o es qué lo dejó de amar?.
Jimin sacude la cabeza para desaparecer esos pensamientos. Se dice a él mismo frente al gran ventanal de su recámara que es imposible y que con tan solo mirar a los ojos de su esposo, sabe que es el amor de su vida. Suspira con un poco de pesar, observando la cama vacía y desarreglada que comparte con él. Ahoga su malestar y se dirige a la tina para comenzar su día con un relajante baño. Sin embargo, cuando escoge su atuendo destinado para la mañana, su teléfono se enciende y le avisa que recibió un mensaje.
🐰(Kook): Cariño, tuve que salir temprano. Mi mamá está esperando por ti para preparar la cena por Noche Buena; y en la cómoda te dejé la tarjeta para lo que necesites. No me esperes para cenar.
Leyendo en la pantalla, el pelirrosa soltó un bufido irónico y comenzó a discutir con el celular como si su esposo pudiera escucharlo.
—Buenos días Jeon, ¿cómo amaneciste, dormiste bien?, —parloteaba Park como un verdadero loco mirando la pantalla y manoteando—. Un beso, te amo aunque sea Jeon, —enojado, tiró el artefacto a la cama y continuó con su rutina frustrado.
Convenciéndose de que no es él, sencillamente su matrimonio está en crisis una vez más y como siempre él es quien tendrá que luchar para buscar una solución urgente ya que su esposo está muy ocupado, pero a la vez se contradice cuando la espuma del jabón invade su cuerpo y se pone a meditar. Se ha hecho cotidiano que Jimin sea el que batalle para que la familia Jeon no se vaya al demonio y ahora duda si en verdad tiene ánimo de remar contra la corriente.
¿Acaso Jungkook no nota lo distanciados que están cómo pareja?.
¿Qué su puesto vacío en la mesa aporta a qué crezca la frialdad entre ellos?.
¿Qué una tarjeta con gastos ilimitados no remplaza el tiempo de calidad en familia?.
«Mierda Jimin ¿Por qué estás pensando en esa estupidez?!»
