Debe apartarse del mal y hacer el bien, buscar la paz, y seguirla. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está en contra de los que hacen el mal.» ¿Quién podrá hacerles daño, si ustedes siguen el bien?
1 Pedro 3:11-15
Pateé la lata de cerveza una vez más con algo de desgano, el viento la revoloteó unos cuantos centímetros más lejos de lo que pretendía que llegara. La jornada de trabajo había sido larga y el cansancio comenzaba a ser parte de mi rutina, las bolsas negras debajo de mis ojos me delataban y el día apenas daba inicio.
Solo deseaba poder cerrar mis ojos y que al abrirlos el hermoso y añorado título universitario se encontrara sobre mis manos, teniendo un excelente trabajo y una cantidad de dinero exuberante en mis cuentas bancarias que nadie sería capaz de pronunciar los números en voz alta.
La cantidad de cafeína que había ingerido durante la noche para poder soportar las interminables horas en el hospital; comenzaba a surtir efecto, las manos me temblaban. Las practicas estaban siendo agotadoras y constantemente la interrogatorio de si ser médico era algo que anhelaba y valía completamente la pena todo el sacrificio que había hecho hasta el momento.
Volví a patear la vieja lata de cerveza y esta vez con mayor fuerza provocando que la misma chocara en los pies del tipo que se encontraba con su espalda recostada en el poste de luz. La ceja del chico se arqueó molesto; al instante sentí mis mejillas arder, la cicatriz que le surcaba desde la mejilla hasta su mandíbula se remarcó aún más.
Observé como su cabeza se inclinó levemente mientras una sonrisa se le dibujo en el rostro, no tardó en llevar un cigarro hacia sus labios. No pude apartar la mirada del chico aun cuando me encontraba caminando hacia la entrada de mi edificio, había algo atrapante en su mirada.
Su cabello azulado caía en pequeñas ondulaciones sobre su rostro marcando más las facciones de su rostro, su mandíbula extrañamente se encontraba tensa y lo hacía lucir atractivo.
—Lo siento —murmuré en cuanto llegué junto a él. Era obvio que la vergüenza me estaba consumiendo poco a poco.
Volvió a botar el humo del cigarro sin importarle que el mismo golpeara mi rostro, no pude evitar arrugar mi nariz en desagrado. Él solo me sonrió con cinismo haciéndome sentir incomodo, aunque sus ojos seguían provocando una extraña atracción, estaba una pequeña sensación de haberlo visto anteriormente.
—¿Nos conocemos? —cuestioné sin medir mis palabras. Justamente ahora estaba dándome cabezos justo en el poste de luz por ser tan imbécil y no cerrar mi boca.
—Podríamos hacerlo, sí eso es lo que quieres —respondió de manera coqueta llevando una vez más el cigarro hacia su boca.
—N...no —carraspeé tratando de eliminar el nerviosismo que el chico comenzaba a provocarme—. Debo estar confundiéndole con alguien más —moví mi mano restándole importancia a la situación.
—Mucho gusto —habló tirando el cigarro en el suelo para pisarlo. Su mano se extendió hacia mi y dudé en tomarla, aún así lo hice sintiendo una extraña sensación al sentir su piel rozar la mía—. Kim Seung
—Park —aparté la mano rápidamente queriendo irme de ese lugar—. Park Jimin —quise continuar mi recorrido hacia mi departamento, pero volvió a hablarme:
—¿Vives por acá?
—Justamente ahí —señalé el edificio que tenía frente a él.
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El Origen del Pecado || Vmin
FanfictionEl inicio del pecado se dio cuado Eva mordió aquella manzana e incitó a su marido hacerlo. El caos en la Tierra se desató, Hoseok se encargó de cuidar lo más preciado para el Omnipresente. Park Jimin representó la pureza de la Tierra, Kim Taehyung...