Con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.
Salmos 18:26
Caminé sosteniendo contra mi pecho los expedientes de algunos de los pacientes que debía visitar. Las luces de los pasillos se encontraban encendidas y algunas de ellas apenas y brindaban algo de luz en la oscuridad del hospital, el silencio se hacia presente en el lugar y debía admitir que era una de las pocas cosas que me gustaba de realizar jornada nocturna.
No me agradaba tener que realizar rondas durante las madrugadas en el hospital, prefería evitarlas o pedirle Ayana que me acompañara a las camillas respectivas. De alguna forma había aprendido a tenerle un extraño respeto al hospital durante la noche desde que había iniciado con mis prácticas.
Le había pedido a Ayana que me acompañara a realizar ronda por el hospital, pero había preferido tomarse un descanso en una de las habitaciones que había en el hospital para esos momentos en los que ya no podías más con el cansancio.
Arrastré mis pies con sigilo hacia una de las habitaciones de pediatría. Sonreí levemente al verlos descansar de manera tranquila en las camillas, me daba algo de paz ver como algunos se encontraban junto a sus madres que dormían en sillas incomodas sosteniendo sus manos haciéndoles saber que no estaban solos.
Desde que tenía uso de razón había visto y escuchado como mis papás día con día se preocupaban por brindarle todo el apoyo que podían a los hospitales de la ciudad donde solíamos vivir. Donaban exageradas cantidades de dinero con tal de que los niños tuvieran la mejor atención y que los equipos con los que contaban los hospitales fueran de ultima generación. A pesar de que papá era cirujano y mi madre se había dedicado a psiquiatría, ambos tenían un amor puro y honesto hacia los niños y procuran siempre estar al tanto de los casos más importantes que llegaban al hospital. Desde niño me había fijado el sueño de ser un gran médico como lo era papá, a pesar de que amaba la pintura y era algo que me llenaba completamente; la medicina también me hacía feliz, aunque en ocasiones dudara si realmente dedicarme a esto era lo que anhelaba para mi futuro. Admiraba con demasiado ilusión los logros de mamá y papá. Quería ser tan grande como mamá, ansiaba ser un pediatra de renombre como lo había sido mi abuelo y ser reconocido como papá lo era dentro del gremio.
En silencio caminé hacia uno de los niños. Él había ingresado en la mañana como un caso de emergencia que rápidamente habíamos logrado estabilizar, su pequeño se encontraba golpeado y con unos cuantos cortes en su rostro.
Sus signos se encontraban estables y su respiración era pausada debido a que dormía. Había tenido que dedicarle parte de mi mañana al niño cuando indicaron que podría morir en cualquier momento porque aparentemente presentaba hemorragia interna. Gracias al cielo todo había sido una falsa alarma, pero lastimosamente sus padres se encontraban en cuidados intensivos.
Sus pequeños brazos reposaban sobre la camilla. Revisé la intravenosa que mantenía en su brazo derecho para luego anotar algunas cuantas cosas sobre su estado en el expediente que me había entregado una de las enfermeras.
El accidente automovilístico que había sufrido con sus padres había sido bastante estrepitoso y quizás no había resultado tan herido como sus padre debido a que se encontraba en su silla con el cinturón correctamente colocado. Los trabajadores sociales habían llegado unas horas después de su ingreso dado a que el hospital no pudo dar con familiares y sus padres se encontraban en un estado inconsciente, por lo que el hospital debía proceder ante cualquier situación que sucediera tanto con ellos como con el niño.
Acomodé su sabana cuando la habitación se tornó fría. Miré la ventana que se encontraba abierta y enseguida caminé hacia ella para cerrarla y así evitar que el frío de la madrugada le afectara tanto a él como a los demás niños que estaban en el salón. Me removí un poco incomodo al sentir la sensación de alguien fijando su mirada sobre mi espalda, justamente en el momento que el niño que segundos antes había estado revisando comenzó a quejarse.
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El Origen del Pecado || Vmin
FanfictionEl inicio del pecado se dio cuado Eva mordió aquella manzana e incitó a su marido hacerlo. El caos en la Tierra se desató, Hoseok se encargó de cuidar lo más preciado para el Omnipresente. Park Jimin representó la pureza de la Tierra, Kim Taehyung...