—¡Adiós, Doctor Seo! ¡Nos vemos! —se despidió la pequeña mientras tomaba la mano de su madre para salir de aquella clínica.—Tengan un bonito día —dijo mientras hacía una reverencia en forma de despedida, viendo como sus últimas clientas salían del lugar.
Suspiro completamente agotado. Pasaba mucho tiempo en aquel consultorio, atendiendo a clientes todo el día, examinando sus bocas a profundidad. Ser dentista era complicado, pero disfrutaba mucho de su trabajo.
Moonjo apagó las luces y cerró el lugar, el día ya había terminado. Era de noche y la Luna Llena iluminaba el oscuro cielo.
Caminó muy poco para llegar a su destino. Se adentró en un callejón y cuando llegó al final, subió por las escaleras que daban al techo del edificio.
Cuando subió por completo pudo observar al chico que tanto interés le había generado los últimos días.
Desde que había conocido a Jongwoo, observarlo era parte de su rutina: Salía del trabajo, subía a la azotea y acechaba al menor en la oscuridad, ese era su pasatiempo favorito.
El chico no hacía nada más que recargarse en el barandal mientras miraba hacía el cielo, pero eso era más que suficiente para Seo Moonjo. El menor lo tenía obsesionado, lo quería para él.
No podía dejar de pensar en Jongwoo y como sus ojos tenían el mismo brillo que los suyos.
Era como un diamante en bruto, que esperó por eternidades a que alguien lo puliera, alguien que le mostrará su verdadero brillo y potencial.
Moonjo sería el encargado de pulir aquel bello diamante, Jongwoo se convertiría en su mejor obra de arte.
Moonjo salió de su escondite y caminó hacía el chico.
—Oh, Yoon Jongwoo —trató de sonar casual.
Jongwoo se sobresalto al oír al mayor, pero una vez que lo vió, no pudo evitar soltar una gran sonrisa.
—¡Hola, pensé que no nos volveríamos a ver! —dijo con mucha alegría.
Los dos habían tenido un mal día. Moonjo se tuvo que afrontar a muchos pacientes rebeldes, en especial niños berrinchudos que hacían de su trabajo una tortura. En cambio, Jongwoo seguía pensando en la rara visión que había tenido en la tarde.
Cuando se encontraron de nuevo, pudieron olvidar todo el cansancio acumulado de todo el día. Estaban comenzando a agradarse mucho sin darse cuenta de ello.
—¿Cómo estas? Parecías algo estresado —preguntó el mayor al haber visto a Jongwoo con el ceño fruncido.
Los días que había observado a Jongwoo, pudo aprender mucho: su lenguaje corporal, su personalidad, como hablaba y sus gestos. No había sido difícil deducir que Jongwoo no estaba de buen humor.
—La verdad ni yo sé como me siento, me sentí un poco raro y decidí venir aquí —dijo sincero Jongwoo—. Este lugar me trae la paz que no puedo encontrar en otros lugares.
—¿En serio? ¿Puedo preguntar por qué estabas así?
Jongwoo dudó, pero la confianza que había generado en ese hombre era tan grande que no pudo evitar contar absolutamente todo a gran detalle.
—¿Sabes qué es lo peor? Me sentí decepcionado porque no había sido verdad —dijo mientras una risa triste salía de su garganta—. Moonjo... Me puse triste porque no fue real... ¿Qué tan mal tiene que estar mi mente para quererlo muerto? —habló bajo y con la cabeza agachada.
El mayor escuchó atentamente todo lo que Jongwoo decía, se quedó en completo silencio mientras trataba de comprender al menor. No entendía la preocupación que Jongwoo tenía.
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Scary Love ☄. *. ⋆ STRANGERS FROM HELL
FanficYoon Jongwoo, un chico que se mudó a la capital de Corea para tener una mejor vida y tratar de sanar sus heridas del pasado. Seo Moonjo, un dentista bien reconocido, con "la vida perfecta" que la mayoría desearía, pero un pasado y presente (poco apt...