Scary Love ☄. *. ⋆ STRANGERS FROM HELL

VI

—¡¡Ya está listo!! —gritó la chica, con una gran sonrisa en su rostro—. ¡Encienda el auto!

El sonido del motor comenzó a sonar. La mujer subió al copiloto del auto y su compañero arrancó, dirigiéndose a la comisaría en la que ambos trabajaban.

—¡Eres genial, Junghwa! —dijo el hombre mientras manejaba—. Lo arreglaste tan rápido, se nota que estudiaste ingeniería.

—Exacto, la diosa de la facultad —habló orgullosa, para después cambiar de tema—. No se distraiga y maneje, necesitamos llegar a la comisaría.

—Mandona —susurró—. Está bien, llegaremos rápido.

Cuando ambos policías llegaron, la Oficial So Junghwa, fue directamente a hacer su trabajo. Era de las mejores de aquella estación: dedicada, trabajadora, confiable y honesta. Junghwa amaba su trabajo, amaba el bien y la justicia.

Después de estar mucho tiempo pegada a su computadora, por fin había llegado el momento de descansar.

Junghwa iba a preparase un café, pero justo cuando iba a sacar una taza, el teléfono de la comisaría empezó a sonar, su compañero respondió, habló por unos minutos y colgó.

—Vámonos, hay trabajo que hacer —dijo su compañero después de colgar.

Junghwa suspiró con una media sonrisa. Al parecer, su amado descanso tendría que esperar.

❤︎☔︎

La mujer que anteriormente había llamado les explicó la situación:

—Estaba caminando y de repente sentí un olor raro, luego encontré de donde venía y les llamé —dijo con una cara de disgusto—. Vea ahí, viene de ese rincón de basura —Señaló con el dedo varias bolsas de basura amontonadas.

Junghwa pateó una bolsa en específico, era negra y tenía una mancha roja, era sangre.  Se agachó mientras aguantaba la respiración, tratando de no vomitar por el olor tan nauseabundo que contenía esa misteriosa bolsa.

La abrió con cuidado y su contenido fue revelado. Los oficiales y la mujer quedaron completamente disgustados. El olor fetido salió. En esa bolsa se encontraba el cadáver de un gato bebé, ya en descomposición.

—Dios, ¿quién haría algo así? Ya van trece gatos —habló el Oficial mientras cubría su nariz.

Ese era el gato número trece que encontraban muerto. Muchos gatos habían estado siendo asesinados por aquella zona, cosa que preocupaba a la policía.

La Oficial miró a sus alrededores. —Aquí no hay cámaras...

—Es verdad, debió haber sido alguien que conoce bien el barrio —dijo su compañero.

—¿En serio? ¿La policía no está encargada de esto? —dijo la mujer, con clara molestia—. ¿Por qué no instalan cámaras de seguridad aquí? No puedo vivir con la ansiedad que siento al saber que están matando gatos.

—Rescatar gatos muertos no es nuestro trabajo —respondió el hombre—. Las cámaras debe solicitarlas al ayuntamiento, nosotros no podemos ayudar en eso.

—Señor, ¿en verdad dice eso siendo usted un policía?

Junghwa interrumpió la discusión. —No se preocupe, nosotros hablaremos con el ayuntamiento, puede quedarse tranquila.

La otra mujer suspiro, claramente molesta.

—Por favor, deshágase de eso —dijo para después alejarse de aquella escena.

❤︎☔︎

—Junghwa —la llamó el jefe de aquella estación—. Necesito que revises esto, por favor —dijo mientras le extendía varias hojas.