VIGILANTE SHIT ━━ ❛ Naerys Velaryon fue una de las sobrevivientes a la danza de dragones, donde su tío Aegon Targaryen se quedó con el trono luego de que este asesinara a su madre.
Naerys tiene que aprender a sobrevivir en esta nueva vida donde no...
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"La única cosa que podría derrumbar a la casa del dragón, era la casa misma".
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AÑO 130 DESPUÉS DE LA CONQUISTA, KING'S LANDING.
La princesa Naerys estaba acompañada de su madre y sus dos hermanos menores en lo alto del Torreón de Maegor, debido a que, desde la muerte de Daemon Targaryen habían quedado desprotegidos y la reina no confiaba en nadie para que cuidara a sus hijos.
Además, a partir de ese suceso, la tranquilidad no era algo que recordara la princesa. Solo le quedaba cerrar sus ojos añorando regresar al pasado en el tiempo en el que todos eran felices en Dragonstone. Cuando su padre seguía con ellos. Si tan solo él estuviera allí, todo sería diferente. Daemon siempre supo cómo hacerlos sentir seguros. De manera que, el miedo también comenzaba a apoderarse de ella, en especial cuando un estruendo se escuchó a lo lejos, proveniente de la colina de Rhaenys.
La familia completa se va al gran ventanal a ver que sucede, no tarda en unirse a ellos Champiñon y algunos cortesanos que estaban cerca. Naerys nota como la oscuridad apenas los dejaba ver lo que estaba sucediendo, pero entremedio de esa neblina las antorchas comenzaron a hacerse notar, en especial porque parecían ser cada vez más. No puede evitar preocuparse, pues aquel hombre del que habían escuchado antes estaba cumpliendo con su palabra, iban directamente a atacar a sus dragones.
—¡Madre!— habla la princesa con preocupación.— debemos hacer algo... ir por nuestros dragones.
La reina no responde a su hija, en cambio simplemente envió jinetes, a sir Balon, de la Puerta Vieja y a sir Garth, de la Puerta del Dragón, ordenándoles que dispersaran los corderos, prendiesen al pastor y defendieran a los dragones.
Era difícil suponer que los jinetes pudieran haber cumplido con tal cometido, en especial por lo gran cantidad de personas que se veían atacando Pozo Dragón, Naerys y Joff se miraban con inquietud, sabiendo que cada vez tenían menos hombres a los cuales podrían considerar de confianza y sus dragones no lograrían salvarse.
