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Si algo no le gustaba a ninguno de los Santiago era despertar temprano. Por lo que nunca en sus vidas desde que Valeria se casó tuvieron que mover un dedo.

Y el hecho de que el mundo se allá ido más al carajo no cambió eso. Cuando despertaron terminaron de comer las últimas latas de garbanzos y habichuelas que tenían, aunque a ninguno les gustarán mucho, ahora tendría que encontrar la manera de conseguir comida sin depender del idiota que estaba al otro lado de la prisión.

Mejor conocido como Thomas.

Encerrado en la cocina porque era tan cobarde como para enfrentar los muertos que ahora reclamaban todo lo que podían.

— Termine con mi bebé.

Alexis le enseñó su nueva Azaña a su hermana. La llave estaba casi limpia, todavía tenía mucho sucio pegado, pero a comparación de unos días atrás se veía bien.

— Sigo sin entender la razón de limpiarla, lo importante es que puedas matar a esas cosas.

— Le quitas lo divertido a la vida, Val.

La morena sonrió y se bajó de la mesa donde estaba, caminando con su hermano a la puerta que daba al patio.

— Por fin lo haremos, Alex. Vamos a poder tener mejor vista de todo y tratar de tener más espacio que solo está sala. Talvez podríamos inspeccionar los daños para repararlos.

— Si, podríamos incluso aprovechar la tierra para...- El moreno vió movimiento en el patio de la prisión -Val, mira allá.

Cuando la mirada de la morena dió en el patio vio un grupo a las afueras de la prisión. Un tipo corría como loco por el patio de esta, esquivando a los muertos, mientras una persona desde una de las torres disparaba para despejarle el paso.

Habían otras personas tratando de alejar a los muertos de él, haciendo ruido en las rejas para ayudarlo un poco.

— Mal nacidos. Toma las pistolas de mi celda y carga las, quédate conmigo y si intentan algo cuando entren, matalos.

— Espera, espera. Veamos primero si llegan aqui, hay muchos muertos en el patio y no sabemos si lleguen a poner siquiera un pie aqui.

Valeria miro al tipo correr. Seguramente fue por su uniforme de los reos y su llamativo color, pero el sujeto los miro por un momento antes de volver con los demás.

— Sabe que estamos aqui. Y se lo dirá a su grupo, así que debemos esperar y rezar por no tener que matarlos.- Alex habló, Antes de alejarse de Valeria.

[...]

Sin duda la paciencia no era una de las cualidades de los hermanos. Saber que habían personas que no conocían afuera y tener que estar constantemente esperando por sus movimientos no era tranquilizador.

Era como cuando de pequeño ves una película de terror. Primero te asustas y cuando te toca dormir piensas que lo que sea que te aterra se esconde en las sombras para esperar y hacer algo.

Era el mismo caso está vez, ellos sabían que estaban ahí adentro y los hermanos sabían que estaban cerca, y esperaban el movimiento repentino del otro.

Valeria pensaba todas las maneras de, en caso de que el grupo decida atacar, ser la distracción o sebo para que su hermano pudiese escapar.

— Talvez podríamos escondernos en las últimas celdas y cuando entren saltar encima del más débil y el fuerte para amenazarlos.— Vocifero la morena.

Heart | Daryl Dixon | TwdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora