POV T/N
-Megumii- el chico estaba sentado en una banca al lado de las máquinas expendedoras -¿Qué haces?-
-Nada, me iba a ir al cuarto ¿Por?- el chico me miró de reojo -no voy a ir de compras-
-Joo, que cruel eres- me crucé de brazos. A lo lejos divisé a Gojo viniendo junto a Maki
-Holaa- dijo gritando desde lo lejos
-Que ruidoso- Megumi y yo nos quejamos a la vez viendo cómo se iba acercando a nosotros.
-Te estaba buscando T/N- Gojo se paró a mi lado mirándome con carita de perro
-Estoy ocupada, iba a ir con Megumi de compras- dije abrazando al nombrado por lo hombros.
-Toda tuya Gojo- el pelinegro se zafó de mi agarre y se empezó a alejar
-Megumi luego no me pidas favores mocoso- grité enfadada.
-Entonces ya estás libre- Gojo me tiró del brazo para levantarme y llevarnos a no sé dónde -ya sabes que Maki no tiene energía maldita ¿Verdad?-
-Si- asentí mirando a la chica de reojo
-Explica cuál es tu técnica maldita- Gojo soltó mi agarre enfrente de un gran almacén, uno que me conocía muy bien.
-Puedo manipular la energía maldita de cualquier usuario u objeto, impregnarla en objetos inanimados o crear maldiciones con esta misma, aunque esta última es más peligrosa y estoy aprendiendo a usarla- dije casi de memoria
-Muy bien- Satoru abrió el gran almacén dejando ver la infinidad de armas que habían, de las cuales muchas han sido impregnadas de energía maldita por mí -Maki, como no posees energía maldita vas a usar armas malditas, mira esta- la entregó una katana, una katana que fue maldecida por mí cuando tenía 10 años- es regalo por parte de la escuela, practica con ella- Gojo volvió a cerrar el almacén
-No puedo aceptar esto- la chica intentó devolver el objeto pero Gojo solo se rió
-Es de mala educación rechazar regalos- hizo una pausa -quiero que os llevéis bien y hagáis equipo, os complementaréis bien- yo la miré a ella pero ella estaba absorta en su katana, parecía que nunca tuvo un arma.
-Está bien- respondí yo por las dos.
-Bien chicas, mañana empezaréis a entrenar, descansad- y tal y como vino se fue dejándome sola con la chica. Pensé en todo lo que Gojo me dijo, tenía que acercarme a ella, y si..
-Oye, tenía pensado ir de compras ¿Vienes?- la chica me miró para darse media vuelta.
-Tengo que colocar mi habitación- no dijo nada más, simplemente se fue. Qué desagradable.
Me fui en dirección al cuarto de mi gran amigo para quejarme de mi día.
-Panda qué desagradable es la gente que te ignora- entré de golpe en la habitación sin comprobar si había alguien dentro.
-Salmón- me morí de vergüenza al ver que no estaba solo Panda.
-Hola Inumaki, perdón no sabía que también estabas aquí- miré al oso el cual estaba estático -¿Panda?-
-Hola T/N, perdón es que estoy concentrado- me acerqué para ver qué estaban haciendo.
-¿Jugando al tres en ralla?- Dije sentándome al lado de él.
-Es un juego donde hay que tener una gran estrategia- se intentó defender el oso.
-Como se nota que los peluches no tenéis cerebro- escuché a Inumaki reírse por lo bajo. -¿Ya te has instalado?- me dirigí a él.
-Salmón- giré la cabeza tratando de entenderle
-Ha dicho sí- panda me leyó la mente.
-Oh, vosotros dos os lleváis muy bien, me alegro- dije sonriendo -voy a irme a modificar mi uniforme chicos- me levanté de donde estaba -no os molesto más, pasarlo bien- dicho esto salí del cuarto para dirigirme al mío.
-Veamos- me senté en la silla que estaba en frente de mi escritorio para empezar a diseñar mi uniforme. Al final me decanté por una falda pantalón para poder pelear mejor y una camiseta de manga corta pegada al cuerpo
-T/N- Megumi entró a mi cuarto, ya ni si quiera pedía permiso para pasar -Panda me ha dicho que te diga que vamos a cenar ya- me lavanté de la silla estirándome
-Pues vamos entonces- agarré al chico de los hombros echándole de la habitación para dirigirnos al comedor.
-Buenas- Panda me saludó colocando el último plato en la mesa -¿Inumaki no va a venir?-
-Le he avisado y su respuesta fue hojuelas de bonito, no sé qué me quiso decir- Maki hablaba indiferentemente.
-A lo mejor se encuentra mal- dije mirando el plato de comida que sobraba en la mesa -se lo voy a llevar por si acaso, necesita comer- lo agarré para dirigirme a su habitación -Megumi aprovecha y haz amigos, no los pegues- fue lo último que dije antes de dirigirme a la habitación de mi compañero.
-Inumaki- llamé a la puerta con mi mano libre esperando a que el nombrado saliese.
-Mayonesa- salió de su habitación, seguía sin entender su vocabulario.
-Como no has venido para cenar con nosotros te he traído la cena, ¿Estás malo?- pregunté entregándole su plato.
-Algas- torcí la cabeza, aún no entendía que me quería decir. Él dejó el plato de comida dentro del cuarto y salió afuera con un folio y un lápiz.
"No estoy malo, gracias por preocuparte, cenaré aquí si no os molesta, no me siento cómodo comiendo con personas que no conozco" me fijé en que tenía buena letra.
-Claro, no te preocupes Inumaki, espero que podamos llegar a tener confianza para que cenes con nosotros, sería fantástico- dije dedicándole una sonrisa.
-Salmón- pero seguía sin entenderle
-Me iré a cenar, cena tú también antes de que se enfríe la comida, nos vemos- dicho esto volví a dirigirme hacia donde se encontraban mis amigos.
∆
-Mira Megumi- intercepté al chico caminando por la escuela -mira que sé hacer- el chico se dió media vuelta para observar lo que le quería enseñar.
Extendí la palma de mi mano y de esta salió una pequeña maldición, de unos 15 centímetros, pero ya iba avanzando.
-Eso es asqueroso- es lo que se dedicó a decir el chico.
-Oye no digas eso de mi chiquitín- cerré la mano y al momento la maldición se destruyó -mierda-
-Al menos ahora duran más, ¿De quién es la energía maldita?-
-De una maldición que había en el centro comercial- dije orgullosa de mi azaña.
-¿otra vez gastando dinero?- aunque yo fuese un año mayor que Megumi él parecía ser mi hermano mayor.
-¿Qué hay de malo? Es como ir a terapia- el chico solo negó con la cabeza para darse media vuelta.
-Nos vemos T/N- aunque no lo parezca Megumi es muy majo, pero le cuesta.
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INUMAKI TOGE | El ruido de nuestro silencio
FanfictionInumaki Toge, un chico que a causa de su técnica maldita no puede hablar. T/N Geto una chica que odia el silencio. Los caminos de ambos se encontrarán para realzar sus sentimientos y cualidades. Dos jóvenes inexpertos en el amor, dos corazones que s...