CAP 4

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POV T/N

-Empieza a hacer frío- me estaba dando una vuelta por la escuela para despejarme un poco, pero fue mala idea no traerme algo para abrigarme.

-T/N- me di media vuelta observando a mí profesor.

-Hola Satoru- le saludé con la mano

-Ten, ha llegado tu uniforme- me extendió una bolsa, llevaba mucho tiempo esperando a esto.

-Gracias- la cogí emocionada

-¿Cómo te va pareciendo todo esto?- me miró con una sonrisa

-Supongo que bien, no está tan mal, pero necesito entrenar más- solté un pequeño suspiro y miré a lo largo del pasillo donde se encontraban las habitaciones -¿Tú como te sientes estando aquí?- el albino se sorprendió ante la pregunta

-Bien, me trae recuerdos- entendí a lo que se refería.

-Bueno, me voy a hacer unos dulces ¿Me das dinero para comprar los ingredientes?- unas napolitanas caseras creo que estarían muy bien en estos momentos.

-Siempre que me dejes comer algunos- me tendió su tarjeta de crédito -coge lo que necesites pero devuélvemela- sonreí y salí corriendo a mí habitación para dejar el uniforme nuevo y dirigirme a alguna tienda de comida, aunque la más cercana estaba en el centro de la ciudad.

-Se me olvidó mirar el tiempo- salí de la tienda y me di cuenta de que había empezado a llover. Tampoco tenía capucha así que tenía dos opciones, quedarme en una cafetería viendo cómo pasa el tiempo o volver empapada a la academia, yo quiero estar en la academia así que me arriesgaré a coger un catarro.

Empecé a andar, la gente a mí al rededor corría y se tapaba con lo primero que veía, yo iba tranquila andando, de todas formas aunque corriese me voy a mojar de todas maneras. Sentí como el agua dejó de caer sobre mi cuerpo.

-¿mostaza?- giré mi rostro para encontrar a Inumaki con un paraguas cubriéndonos a ambos.

-Inumaki que sorpresa ¿Qué haces por aquí?- el chico me enseñó una bolsa con algunas prendas de ropa -ya veo, yo vengo de comprar comida- dije enseñando mi bolsa -¿Vas a la academia?-

-Salmón- el asintió con la cabeza y empezó a andar a mí lado.

-A la próxima miraré el tiempo en la tele, gracias por compartir paraguas, ya me estaba viendo con Shoko por estar resfriada- me reí yo sola de mí misma e Inumaki hizo lo mismo, aunque era un poco incómodo tener una conversación con él, era como si solo yo hablase y muy silencioso, odio el silencio.

Seguimos andando durante un buen rato hasta que por fin llegamos a la escuela.

-Gracias Inumaki- le agradecí cuando entramos por fin al seco edificio.

-Hojas de abadejo- el chico sonrió y se alejó a lo que supuse que era su habitación, yo hice lo mismo, me voy a duchar para no resfriarme y ahora haré los dulces para todos

-Satoru como te los comas todos te fundo la tarjeta de crédito que lo sepas- había terminado por fin de hacer los dulces y tenía a Satoru como un niño pequeño detrás de ellos.

-Por favor, dame uno- cogí uno y se lo metí en la boca para que se callase -gracias- no entendí muy bien que dijo ya que tenía la boca llena.

Me levanté para dirigirme a las habitaciones de los chicos y repartirles los dulces -Megumii- toqué su puerta y al poco tiempo salió este -toma, hice dulces- abrió los ojos de par en par.

-Que buena pinta tienen- cogió uno de ellos -gracias T/N- se volvió a meter en la habitación

-Adolescentes- dije riendo para seguir repartiendo mis dulces.

-77- -78- -79- estaba haciendo flexiones ya que con la lluvia que hay no puedo entrenar bien fuera.

-T/N- Panda entró en mi habitación desconcentrándome y haciendo que me caiga.

-Panda te dije que tocases la puerta- me puse de pie y me di cuenta de que no iba solo.

-Vamos a ver películas ¿Vienes?- Maki e Inumaki estaba detrás de él.

-Me ducho y voy- empujé al panda fuera de la habitación y la cerré, estaba muy sudada, no iba a irme con ellos así.

Abrí el grifo de la ducha y me metí sintiendo como el agua bajaba por mí cuerpo, cuando terminé me sequé y me vestí para irme con ellos.

-¿Qué vais a poner?- me senté al lado de Panda.

-¿Miedo?- una película de miedo quedaba muy bien en estos momentos.

-Por mí perfecto- dije acurrucándome en el oso, era muy calentito.

-Salmón- Inumaki apareció con Maki junto a unos platos llenos de palomitas, este se sentó a mi lado.

Panda puso play a la película, al menos espero que esta sí que de miedo, no como las otras que dicen que son de miedo y luego dan risa.

A lo largo de la película me di cuenta de que no daba miedo así que me acurruqué con el Panda para al menos pasar cómoda durante la hora de película que quedaba.

Sentí dos toques en mi hombro que me hicieron despertar.

-¿Me dormí?- miré a mi al rededor y me di cuenta de que todos se habían ido menos Inumaki

-Salmón- me tallé los ojos y me puse de pie.

-Gracias por despertarme, mañana me hubiese dolido mucho el cuello- el chico se puso de pie igualmente y empezó a andar a las habitaciones, aún no me acostumbraba a su silencio.

Yo fui detrás de él, mi habitación estaba dos puertas más alejada de la suya así que esto lo convirtió en un incómodo trayecto silencioso, sin duda iba a ser muy extraño poder tener una conversación con él.

Se metió en su habitación y se despidió de mí con la mano, yo hice lo mismo y me metí a la mía, no pensé demasiado el tirarme a la cama para dormir pero antes debería ponerme el pijama. Estaba tumbada en la cama lista para quedarme dormida, o eso pensé hasta que escuché un estruendo en el patio.

Me asomé por el ventanal de mi habitación y me fijé en una horrible maldición que se había instalado ¿Cómo había llegado hasta aquí? Giré mi cabeza a la izquierda y me encontré a Inumaki asomado igualmente.

INUMAKI TOGE | El ruido de nuestro silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora