CAP 1

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POV T/N

-¿Hermanito?- fui a la puerta de la casa al escuchar todo el ruido que estaba provocando -¿Dónde vas? Quiero ir contigo- me acerqué para agarrarle de la mano

-T/N... Deberías estar dormida- él se agachó para quedar a mi altura, tenía los ojos llorosos.

-¿Estás llorando? No te preocupes hermanito podemos jugar a las princesas para que te encuentres mejor- tiré de él hacia dentro de la casa pero no se movió del umbral de la puerta

-Oye chiquitina- se levantó tomando distancia conmigo -yo ya no soy apto para cuidar de tí ni para educarte, he fallado a mucha gente no quiero arrastrarte conmigo ¿Vale?- me intenté a acercar a él para abrazarle pero se alejó

-¿Me abandonas?- un nudo empezó a formarse en mi garganta -me prometiste estar juntos para siempre, mentiroso mentiroso, me voy a chivar a Shoko- seguía intentando acercarme a él pero me empujó adentro de la casa.

-Dile al tío Satoru que te cuide, esa es mi última voluntad ¿Vale? Él te enseñará todo lo que yo no he podido hacer- cerró la puerta dejándome sola en esa casa, esa casa oscura, triste casa

-T/N!- un fuerte grito me despertó de golpe -ven aquí- me dio un abrazo fuerte, estaba llorando, fue un sueño, bueno, un recuerdo.

-Perdón- me acurruqué entre su hombro y su cuello hasta que conseguí calmarme

-¿Otra vez ese sueño?- el albino se sentó en mi cama a lo que repetí su acto.

-Si- estaba cansada de preocuparle de esa manera -¿Qué hora es?- pregunté ya que no quería conversar de eso, él me conocía perfectamente.

-En 1 hora conocerás a tus nuevos compañeros- Satoru se levantó de la cama para salir de mi cuarto, él sabía que en estos momentos quería estar sola -no te olvides de comer algo- fue lo último que dijo antes de salir de mi cuarto.

Me levanté de la cama para tomar una ducha fría, no me gusta el agua fría pero era lo único que me ayuda por las mañanas después de tener estos sueños. Me puse el uniforme de la escuela, aunque llevo toda mi vida viviendo aquí nunca lo había usado, era una falda que llegaba un poco más arriba de mis rodillas y una camiseta del mismo color que la falda, azul oscuro, no iba a tardar mucho en pedir un cambio en el uniforme.

Me dirigí a la cocina para coger algo de comer, aunque rara vez habia algo interesante, supongo que con una pieza de fruta me servirá -Buenos días Megumi- no me esperaba que se encontrase allí tan temprano -¿Qué te trae por aquí a estas horas?-

-Me desperté y no pude dormir- sonaba muy desinteresado -¿No estás nerviosa?-

No entendí a qué se refería -¿Por qué lo estaría?-

-Nunca te has relacionado con alguien ajeno a la academia- respondió obvio -Me da miedo la tontería que vayas a hacer-

-Yo no hago tonterías- dije defendiéndome

-Cuando estás nerviosa si- se rió el chico

-Tú no pegues a nadie el primer día de clase- cogí una manzana y empecé a morderla

-Solo pego a los que se meten con los débiles- a Megumi aún le quedaba un año en la preparatoria

-Pobre Tsumiki- pasé por su lado revolviéndole el pelo -tengo que ir a clase, nos vemos luego Megumi- salí de la cocina para dirigirme al edificio donde se darían las clases.

-T/N- Panda se posicionó a mi lado cuando entré al edificio -¿Nerviosa?-

-Hola Panda- le correspondí al saludo mientras seguía andando a la clase -un poco quizás, ¿tienes idea de quienes son nuestros nuevos compañeros?-

-Yaga no me quiso contar- Panda y yo nos criamos juntos también por lo que nos llevábamos muy bien.

No pude responderle nada ya que habíamos llegado a la clase -pasa tú primero por si me tengo que esconder detrás de alguien- le empujé para que abriese la puerta y así encontrarnos con nuestros nuevos compañeros. Había una chica con el pelo verde y unas gafas y otro chico con la boca tapada y el pelo blanco.

-Holaa- Panda habló emocionado llevándose miradas muy raras de los compañeros.

-¿Hablas?- la chica fue la primera en hablar sorprendida por el peluche animado. Yo solo suspiré y tomé asiento al lado del chico de pelo blanco, la chica me daba miedo.

-Es un jogai- dije aclarando la duda de la chica ya que Panda se había puesto triste -creado por el director y muy dramático por cierto- di una pequeña sonrisa viendo cómo el Panda se ofendió.

-¿Y tú?- la chica me preguntó, aunque no la pude ver ya que Panda se sentó entre ella y yo.

-Yo me llamo T/N Geto, un placer- me presenté ante mis dos nuevos compañeros.

-Yo soy Maki Zenin- Zenin... Satoru me habló mucho de ellos -y ese chico no sé quién es, no ha hablado desde que estoy aquí- dirigí mi vista hacia este el cual estaba muy nervioso. Tímidamente desabrochó la parte de su uniforme que tapaba su cara dejando unas marchas a la vista.

-Eso es...- no pude terminar mi frase ya que alguien me interrumpió

-Inumaki Toge, usa el discurso maldito así que solo se relaciona con ingredientes de Onigiris- eso aclaraba todo.

-Salmón- el chico se cubrió rápidamente su rostro

-Parece que el viejo sabe llegar pronto a veces- reí sabiendo que nunca era puntual.

-No podía perderme este día- Maki e Inumaki no entendían de donde venía tanta confianza -empezando con esto vamos a presentarnos, yo soy Gojo Satoru, vuestro tutor y a vosotros os conozco así que aquí terminamos las presentaciones, vamos a conocernos, quiero que compartáis vuestra debilidad-

-¿Eh?- me quedé con cara de tonta

-Empieza tú enana- me pasa por hablar

-Pues, no sé, si no conozco bien mis límites puedo morir- dije pensando, en verdad nunca pensé bien cuál podría ser mi debilidad

-Tienes una debilidad peor, pero aún no te has percatado de ella- el comentario de Satoru me dejó atónita.

-¿Cua...?- no me dejó terminar ya que me interrumpió

-Panda te toca- maldito albino

-Litetalmente soy un peluche- dijo sonando obvio

-Pero también es tu fuerte, Maki-

-No tengo energía maldita- ¿No la tenía? Entonces que hace aquí

-Cierto, Inumaki-

-Hojas de bonito- que respuesta más precisa.

-Es verdad, tener mala comunicación con tus compañeros es un problema, muy bien- Gojo se acercó hacia la puerta -hoy quiero que se instalen y acomoden así que no habrá clases- mentiroso, seguro se iba a hacer el vago -adiós queridos alumnos-

-Sinvergüenza- dije mirando hacia la puerta

-¿Sabes dónde va?- dijo Panda

-No, pero sigue siendo malo con las excusas- suspiré para ponerme en pie.

-Oye- la peliverde nos llamó para captar nuestra atención -el vendado no nos ha hecho ninguna guía por el edificio, ni si quiera sabemos cuáles son nuestros cuartos- creo que es una indirecta

-Maldito idiota de ojos vendados- tenía planeado ir a ver a Shoko -seguidnos os haremos un tour.

INUMAKI TOGE | El ruido de nuestro silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora