Fiesta en el palacio

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En Arandelle era muy común celebrar cualquier día o cualquier estación, pero su favorita es el invierno, la nieve empieza a caer mientras que los niños juegan y patinan sobre hielo.

Está fecha, no sólo es amada por todos, sino que también es la estación favorita de Elsa y aunque ella ya no sea reina de Arandelle, no dejará de asistir a las fiestas en el gran salón.

Eran aproximadamente las once de la noche, algunos invitados estaban bailando, otros estaban conversando mientras tomaban alcohol y otros solamente miraban a sus alrededores. En la mesa más grande, se encontraba la reina Anna con su prometido Kristoff, la ex monarca y Honeymare.

Olaf no estaba presente porque su horario de niño pequeño no se lo permitía, así que el tuvo que retirarse a las ocho de la noche y así ir a dormir.

Elsa había invitado a Honeymare y a las demás personas de la tribu, todos aceptaron gustosos y asistieron a la fiesta.

Honeymare estaba al lado de la platinada conversando animadamente con ella, Elsa ya estaba un poco tomada pero sabía lo que decía. Por otro lado, Anna tomó Kristoff  y lo llevó a la pista de baile.

-Y le dije eso- dijo la morena al terminar la historia que le estaba contando a su acompañante.
Elsa sólo dio una pequeña carcajada y se acercó más a Honeymare.

-¿En verdad lo rechazaste así? Por lo que se es un buen muchacho. - la monarca sonrió mientras hablaba, Honeymare le estaba contando como rechazó a un chico que se le declaró años atrás. Honeymare le devolvió la sonrisa y continuó.

-No era mi tipo.

-¿Y como es tu tipo?

-Pues... -la monarca se volvió acercar solo un poco, ambas estaban tomadas pero sabían lo que decían, solo es el alcohol el que les está dando un pequeño empujón para tener una conversación con toda la confianza posible.- Primero que sea mujer.

-Mm, yo cumplo ese.

-Qué sea alta, blanca de ojos azules, que sea el quinto espíritu de un bosque, cariñosa, amable, que parezca fría y dura pero en el fondo es todo lo contrario, una mujer que me haga temblar con solo mirarme a los ojos.

Honeymare dirigió su mirada a los labios de la monarca, ella dio una sonrisa de boca cerra y acercó sus labios a los de ellas así rozando sus narices.

-Creó que cumplo con absolutamente todas. -dijo en un susurro, ambas sabían que todo lo que se estaban diciendo era gracias al alcohol, ya que si no hubieran tomado, jamás hubieran tenido el valor de decir eso. Con toda la confianza, Elsa rompió el pequeño espacio que las separaba y unió sus labios, no les importaba si las miraban, de todas formas las luces están apagadas, solo habían algunas luces de colores que daban a la pista de baile.

El beso continuó hasta volverse más intenso, a la monarca le hacía falta aire así que rompió el beso con cuidado y dejaron un pequeño hilo de saliva que las unía y al instante se rompió.

Honeymare acarició la barbilla de la platinada y se volvió acercar a ella, está vez el beso fue más despacio. Hasta que a Honeymare se le ocurrió algo, mordió el labio de la monarca con cuidado y al instante colocó su mano en su pierna, la cual apretó con cuidado.

Ese pequeño acto hizo que la monarca soltará un pequeño pero audible gemido para Honeymare. Sintió su cara arder y se alejó con cuidado de la morena, ambas se sonrieron y mantuvieron la noche entre besos, caricias y coqueteos.

Otoño invernal (one-shots) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora