Niña caprichosa

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Quiero decir que este capítulo está dedicado a una pequeña historia que me inventé, quiero aclarar que los padres de Elsa siguen vivos, Anna y Elsa se llevaban bien y Elsa seguirá teniendo sus poderes.

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Elsa

Aún faltan unos cuantos meses para mi cumpleaños número dieciocho y mi madre la reina Iduna está más que insoportable con ese tema.

Ahora estábamos en la mesa, Anna y mis padres hablaban de cualquier tontería, yo solo opinaba cuando me preguntaban, no habló mucho a decir verdad.

-Elsa cariño, la guardia real está buscando un guardaespaldas para ti.

-¿Qué? -miré a mi madre, por favor que no sea cierto lo que acaba de decir.

-Cumplirás dieciocho en unos meses, además, no quiero que se vuelva a repetir el incidente de la vez pasada.

Buen punto, el incidente de la vez pasada fue algo "pequeño" o bueno, no tanto, unos tontos príncipes que venían de visita me empezaron a molestar y sin querer le congelé las manos a uno.

-Pero mamá, se cuidarme sola.

-Y no lo dudó cariño, pero no me arriesgaré, tu padre y yo tomamos esa decisión, no queremos otra carta del consejo quejándose.

-Pero...

-No existen los peros, ponte derecha y termina de cenar.

Suspiré un poco pesado y me acomodé en mi asiento, mi madre en verdad quiere controlarme. Después de eso, la cena se volvió un poco incómoda, Anna trataba hacerme reír pero no lo consiguió.

❄️🍂

Era las ocho de la mañana y me encontraba en el jardín del castillo con mi madre y mi hermana Anna para ver a los tontos que van a "cuidarme", mi padre tuvo una reunión muy importante con el consejo, al parecer hubo un problema con un barco y por eso no pudo acompañarnos.

Mi madre quería que fuera al aire libre para ver las habilidades de cada uno, tanto en arqueria como en defensa personal y esas cosas.

-Su majestad, aquí tiene a los candidatos que fueron elegidos.

Dijo uno de los guardias mientras que los chicos daban un paso al frente. Mi madre se levantó del pequeño trono en el que estaba sentada y sonrió.

-Es un placer conocerlos a todos, es un honor para mi tenerlos aquí pero solo uno de ustedes se quedará, así que sin más, empecemos.

-Mira a ese pequeño pelirrojo. -susurro mi hermana, dirigí mi mirada hacía el y sonríe al verlo, pareciera que lo puede tumbar hasta una hormiga.

Mientras mi hermana y yo nos reíamos de algunos, mi madre dirigió su mirada hacía nosotras y se nos unió. La primera prueba fue arqueria con unos pequeños obstáculos.

Los chicos tenían que disparar hacía el blanco mientras saltaban piedras enormes y el equipo de la guardia les arrojaban objetos pesados.

Los diez primeros hombres fueron un desastre, aunque algunos eran muy rápidos les faltaba agilidad y terminaban en el suelo, las risas entre mi madre y mi hermana no faltaron pero en verdad me estaba hartando.

Miré hacía las demás personas que faltaban por intentar la prueba y faltaban aproximadamente otros diez, carajo.

La mañana continuó así, cuando alguno estaba por pasar la prueba caía al suelo o simplemente se lastimaba.

Aún me sigo preguntando ¿Por qué un hombre me va a cuidar? No lo necesito, nadie lo necesita.

-Mamá, ya estoy cansada de ver esté desastre. -dijo Anna mientras miraba a nuestra madre.

-Yo igual. -dije.

-Lo sé, yo también estoy algo cansada pero ya no faltan tantas personas.

Volteé los ojos y me removí en mi asiento, miré hacía adelante y noté a un chico con el cabello largo.

¿Qué?

No, no era un chico, es una chica.

Coloqué mi espalda mucho más recta y miré hacia donde ella, esto se volverá un poco más interesante.

-¿Una chica? Pensé que solo los hombres estaban en esto. -dijo Anna.

-Las mujeres también pueden cuidar de otros, lo hacemos todos los días con las personas de nuestro alrededor. -dijo mi madre y Anna soltó una pequeña risa, por otro lado, yo seguía concentrada en la chica, no la podía ver tan bien ya que alguien estaba al frente de ella tapando su cara.

Pero por fin, fue su turno y quedé más que sorprendida, la chica lo pasó con tanta facilidad y no solo pudo invocar en el arco una flecha, sino tres.

-Tenemos una ganadora. -susurré.

Y al fin, está tontería llegó a su fin, los guardias sacaron a todos los participantes dejando solo a la chica que mi madre eligió, ya que fue la única que completó las pruebas, tanto la de arqueria, la de resistencia, velocidad, entre otras.

-¿Cuál es tu nombre? -preguntó mi madre, ya levantada de la silla.

-Honeymare.

-Bueno Honeymare, es un gustó saber que cuidarás de mi hija mayor.

-El gustó es mío, créame. -note como me miró mientras termianaba de hablar, por instinto volteé los ojos, qué ni crea que me ayudará en algo, si es así, pues que ridícula.

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¿Segunda parte? 🤭

Val💘




Otoño invernal (one-shots) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora