𝐋𝐨𝐯𝐞𝐝𝐭𝐚𝐥𝐞: 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐃𝐞 𝐀𝐢𝐝𝐞𝐧 [Dark] [Genocida]

Capitulo 15 Temporada 1

Aiden salió del bar en busca de su primera víctima, un vendedor de drogas que había sido marcado como objetivo. La noche estaba envuelta en sombras y el aire estaba cargado de tensión. Invocó su espada de furia, una letal arma que se materializó en su mano, lista para la acción.

Aiden: (murmurando) "Hora de trabajar."

Se deslizó por las calles oscuras de la ciudad, siguiendo pistas y rumores que lo llevaron hasta el vendedor de drogas que estaba en su lista. Cuando lo localizó, no dudó ni un segundo. Se acercó sigilosamente, la espada de furia brillando con un aura roja y negra en la oscuridad.

El vendedor de drogas, ajeno al peligro que se cernía sobre él, estaba ocupado haciendo sus negocios ilícitos en un callejón apartado. Aiden se abalanzó sobre él con rapidez y precisión, su espada cortando el aire con un silbido mortal. El ataque fue letal y el vendedor de drogas no tuvo tiempo de reaccionar. Cayó al suelo sin emitir ni un grito.

Aiden tomó una fotografía del cuerpo inerte como prueba de su éxito. Sabía que esta imagen era la clave para cobrar la recompensa por su víctima. Guardó la foto en su bolsillo y se alejó del lugar del crimen como una sombra en la noche.

Poco después, llegó a una parte secreta de la ciudad donde se reclamaba el dinero por las personas buscadas. Este lugar estaba lleno de individuos oscuros y sin escrúpulos que se dedicaban a actividades ilegales. Aiden se adentró en el oscuro callejón y se encontró con un individuo encapuchado que actuaba como intermediario.

Encapuchado: (susurrando) "Tienes la foto, ¿verdad?"

Aiden asintió en silencio y sacó la fotografía del vendedor de drogas asesinado. La entregó al encapuchado, quien la examinó detenidamente.

Encapuchado: (satisfecho) "Todo parece estar en orden. La recompensa será tuya."

El encapuchado le entregó una bolsa de dinero en efectivo, el pago por su trabajo como asesino a sueldo. Aiden aceptó la bolsa sin decir una palabra, su rostro tras la máscara no mostraba emoción alguna. Sabía que no podía permitirse sentir remordimiento o culpa por sus acciones; era un ser consumido por la oscuridad y la venganza.

Aiden: (frío) "Gracias."

Con el dinero en su poder, Aiden se retiró del lugar, desapareciendo una vez más en las sombras de la ciudad. Sabía que este era solo el comienzo de su nueva vida como mercenario, y que cada trabajo lo llevaría más profundamente en el abismo de su propia alma. El odio y la venganza eran sus únicos compañeros en este viaje sin fin.

Aiden encontró refugio en una casa abandonada después de un largo día de trabajo como asesino a sueldo. Las paredes descascaradas y las ventanas rotas no le importaban, ya que para él, cualquier lugar era mejor que la soledad de las calles. Durmió en un colchón gastado, con sus pensamientos oscuros como única compañía.

Al amanecer, Aiden se despertó con una determinación fría. Sabía que su siguiente objetivo lo esperaba en la lista de personas buscadas que había obtenido en el bar. Esta vez, su objetivo era el líder de una pandilla local, un hombre despiadado que había sembrado el caos en la ciudad durante años.

Aiden: (decidido) "Hoy es tu turno."

Aiden se preparó para la misión. Invocó sus espadas de magia, unas armas místicas que empuñaba con maestría. Con sus nuevas armas en mano, se dirigió hacia el territorio controlado por la pandilla. Sabía que no sería una tarea fácil, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío.

Al llegar al escondite de la pandilla, Aiden se movió con sigilo, evitando ser detectado por los matones que patrullaban el área. Encontró al líder de la pandilla en una habitación oscura y lúgubre, rodeado de sus secuaces. Aiden no perdió tiempo y se abalanzó sobre ellos con ferocidad.

Las espadas de magia se convirtieron en un torbellino de hojas mortales mientras Aiden luchaba contra los miembros de la pandilla. Los matones intentaron resistir, pero la destreza de Aiden era incomparable. Uno a uno, cayeron bajo sus golpes letales.

El líder de la pandilla intentó huir, pero Aiden lo alcanzó rápidamente. Lo acorraló en un rincón oscuro y lo miró con ojos fríos y despiadados.

Líder de la pandilla: (suplicando) "Por favor, no me mates. Te daré todo lo que quieras, dinero, poder, lo que sea."

Aiden no sintió piedad ni compasión. Había perdido todo rastro de empatía y humanidad en su búsqueda de venganza. Con un movimiento rápido de sus espadas de magia, puso fin a la vida del líder de la pandilla.

Una vez que el líder y todos sus secuaces estuvieron muertos, Aiden dejó atrás una escena de destrucción y muerte. No sentía ni un atisbo de remordimiento. Había cumplido su misión y ahora estaba listo para cobrar la recompensa.

Siguiendo las instrucciones proporcionadas, Aiden llegó a un lugar secreto donde se reclamaba el dinero por las personas buscadas. Un individuo sombrío lo esperaba, listo para verificar su éxito.

Individuo sombrío: (analizando) "Parece que has hecho un buen trabajo. La recompensa será tuya."

Aiden entregó la prueba de su victoria, una imagen del líder de la pandilla ya sin vida. El individuo sombrío examinó la imagen y asintió en aprobación. Luego, le entregó a Aiden un sobre lleno de dinero en efectivo.

Individuo sombrío: (entregando el dinero) "Aquí tienes. Tu recompensa."

Aiden tomó el sobre sin decir una palabra. Sabía que no podía permitirse mostrar ninguna emoción en su rostro. Su corazón estaba endurecido por el odio y la venganza, y su única compañía en este oscuro camino era la sangre en sus manos.

Aiden: (frío) "Gracias."

Con la recompensa en su poder, Aiden se retiró del lugar, alejándose de la escena de su última masacre. Continuó su búsqueda interminable de venganza, persiguiendo a sus objetivos uno tras otro, mientras el mundo a su alrededor se sumía en la oscuridad de su propia alma.