Seven days floating ~ BkDk

Día 0

~ Cinco años antes ~

Él amaba a Kirshima, el pelirrojo se metió en su sistema sin miedo alguno, amarlo se dio tan natural pues el chico siempre estaba ahí tendiendo la mano solo para él, rompiendo cada barrera que se autoimpuso para "protegerse" y que finalmente le llevo a amarlo deseando que todo fuera eterno, que idiota fue.

Llego a casa antes, la misión fue un éxito y le ahorro un día, quería volver con su esposo, su gran amor o eso creía, sabía que no habría mimos porque su Kiri hace mucho dejo de hacerlo, nunca lo obligaría o reclamaría pues él mismo no era así y lo sabía, pero al entrar la realidad le golpeó una vez más, zapatillas, otra vez...

Katsuki Bakugo, el puto héroe n°1 de Japón y qué ayudo a derrotar a AFO le eran infiel desde hace mucho tiempo y lo sabía, no era tonto, vio todas las señales pero prefirió justificar y poner largas a lo evidente, sin embargo todo tiene un límite ¿no?

Avanzó en silencio por primera vez, en otras ocasiones saldría del qué llamaba hogar para fingir qué todo estaba bien pero estaba cansado, mentiría si dijera que sabía de qué hablaban en aquella habitación, su habitación, solo pudo reconocer dos cosas, los cuerpos desnudos teniendo sexo y la voz de Mina, quiso entrar e interrumpir pero no pudo, se congeló, miro al suelo percatándose qué aún llevaba los zapatos puestos - Kiri se va a enojar - Fue su primer pensamiento para después reír bajito, se dirigió a la que era SU habitación pues Kirishima a veces exigía su espacio dejándolo fuera de la que debían compartir, su excusa su explosivo carácter, era un idiota.

Se movió en silencio, cerró la puerta tras de él y miro a su alrededor, ese no era su hogar y nunca lo fue, ahora lo sabe.

Cerró sus ojos parado justo frente a la puerta, podía escuchar los ruidos de la otra habitación y lloro, en silencio como solía hacerlo, regulo su respiración - ¡Por favor! - Susurro para sí mismo, hace dos años unió su vida con Kirishima ciegamente enamorado y creyendo ser correspondido, error suyo y hace un año se perdió aún más en sus propios demonios tratando de no arrastrar a nadie más con él, dos años de matrimonio y obviamente él era un idiota.

Se rio de sí mismo, en una súplica impropia de él cerro los ojos esperando algo que le dijera como seguir, se sentía tan perdido pero alguien lo guiaba, vio las cajas de cartón detrás de su escritorio, esas con las que llego a aquel departamento y entendió la señal.