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Funcionaba. Funcionaba muy bien.

Katsuki nunca se había sentido tan coordinado con nadie en toda su vida ni como héroe o persona, es que Izuku era el único con el que podría estar, el único en complementarlo de tal manera que las palabras estaban de más, una mirada, rubi y esmeralda colisionando, más que suficiente para entender al otro y ahí entraba su pequeño caos, un Rubí adicional tan caótico como él mismo era pero tan lleno de paz como Izuku, la perfecta mezcla entre ambos y que era su punto débil, el gran Dynamigth tenia dos puntos débiles y eso lo amaba.

Izuku se acomodo tan bien en su vida como él en la del peliverde, un año y medio desde que se encontraron... Funcionaba.

Lo amaba.

Katsuki estaba profundamente enamorado, su nuevo estilo de vida era lo más inesperado pero no se podía imaginar de otra forma, lo que vivio en el pasado ahora tenia sentido pues era su camino para estar listo para el gran momento, ahora lo entendía.

Izuku Midoriya era, es y será su destino pero aun cuando es algo que deberá pasar no significa qué este listo para ello pero ahora lo está, jamás soltara la delgada mano de su compañero de vida, nunca le fallara y siempre estará para él.

Katsuki era, es y será su destino, Izuku lo sabe y aunque al inicio hubo miedo pero ahora no más, el cenizo se ha asegurado de demostrar cada día que merecen estar juntos y luchar juntos, lo sabe y lo ama pero...

Izuku tienen necesidades, dormir al lado de un hombre como Katsuki, embriagarse de su dulce aroma natural y poder usar su cuerpo como almohada es una de las experiencias más fascinantes del mundo. Y no solo eso, el hombre es varonil, fuerte, inteligente y cocina como un experto, si tan solo con eso ya le tiemblan las piernas ahora sumando el hecho de que es el mejor héroe de todo Japón y un excelente padre, Izuku no puede con su nivel hormonal, todo y digo TODO su ser exige más de su Kacchan, por que sabe bien qué el ojicarmin es solo suyo y lo será así para siempre y por esa misma exigencia de su ser necesita más, un pedacito más para Izuku en su lado más codicioso.

- Kacchan ¿Estas ocupado? - Uno al lado del otro, recostados en la cómoda cama qué comparten, Izuku decidido a dar el siguiente paso pues besar a voluntad los ricos labios de su Kacchan, tomar su mano o abrazarlo es un placer qué solo él tiene pero quiere más.

- No, solo reviso algo de un caso - Respondió Katsuki mientras enfocaba su mirada a la laptop qué descansaba en su regazo.

- Kacchan y yo somos pareja ¿verdad? - Izuku cubrió su cuerpo con el suave edredón hasta su cuello, tratando de esconderse, estaba nervioso.

- Si, el nerd y yo somos pareja - Vio de reojo al pecoso sonriendo y regresando a su lectura, le gustaba cuando se comportaba como niño pequeño.

- Kacchan es feliz ¿verdad? - El cenizo soltó una risita.

- Muy feliz nerd.

- A Kacchan le gustó ¿verdad? - Se escondió un poco más en las cobijas dejando solo a la vista sus grandes ojos verdes brillando.

- ¡Mierda si¡ ¡Me encantas! - Sintió como el peliverde se removía debajo de las cobijas, sabia que estaba tramando algo.

- A mi también me encanta Kacchan - Katsuki no pudo saber que fue pero percibió como Izuku arrojaba algo fuera de la cama pero aquello paso a segundo plano después de las palabras del pecoso, su corazón se aceleró - Amo mucho a Kacchan y a Katsu, tanto que no me es suficiente para Kacchan ¿es suficiente?

- Yo también los amo y mucho - Volvió a ver de reojo al menor sonriendo pues el chico no podía esconder su sonrojo - ¿Suficiente? ¿En que aspecto?

- ¿No te gustaría un pedacito más de tu y yo? Kacchan hace bonitos bebés - Katsuki vibro, literalmente vibro en su lugar, ¿le estaba proponiendo lo que el estaba entendiendo? Le emocionaba la sola idea de hacer crecer a su familia, por supuesto que era algo que deseaba,, sabia que ambos por ser hijos únicos siempre soñaron con familias grandes y Katsu ya tenía siete años, seria un increíble hermano mayor.

No necesito responder, pues al ver su laptop siendo cerrada por Izuku mientras se colocaba a horcadas sobre él, estaba alucinando de la mejor manera y sobre todo cuando ambas manos fueron tomadas para colocarlas en los gruesos muslos de Izuku, no dudo en apretarlos clavando su vista en los ojitos contrarios - ¡Si! - Respondió casi como un gruñido, nuevamente sus manos fueron guiadas por debajo de la playera de su pijama qué Izuku solía apropiarse para usarla como propia, esperaba sentir esa jodida barrera de tela qué era el bóxer pero no estaba, tenia a su Izu encima sin nada más que la playera y este iniciando a restregarse en su entre pierna, esa sería una noche larga.

Seven days floating ~ BkDkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora