—Emma, en donde estabas. —pregunto una vos sería, era su esposo.
—Cierto, ¿Donde estabas Emma? —hablo una voz "dulce" y también la conocía, era su hermano.
Emma su puso extremadamente pálida al escuchar esas voces, tenía mucho miedo.
—Emmm, estaba por ahí. —respondía ella tratando de sonar tranquila, pero fallo, sabia que ellos la conocían perfectamente.
—Emma. —hablo su esposo con un tono serio.— Sabes que es malo mentir.
Emma no tuvo de otra, asique respiro hondo, ya que ella sabía lo que se venía.
—Esta bien. —hablo pero primero acostó a su bebé en medio de la cama que estaba en la habitación.— Estaba con Takemicchi.
Era un nuevo día, un día perfecto, pues el sol estaba perfecto, estaba muy perfecto para estar comiendo o durmiendo.
Desafortunadamente este no era el caso de los soldados del cuartel.
Para ellos ese día (más bien casi todos los días) significaba entrenamiento de diez horas con el Sargento Hanagaki.
Comenzaban a las cinco de la mañana y terminaban a las dos de la tarde, obviamente ese entrenamiento era para personas fuertes y de alto rangos.
No cualquier tonto aguantaría diez horas.
Las visitas del cuartel habían salido con Don Nadie, mientras ellos salían miraron como los soldados y el Sargento Hanagaki corrían alrededor de la gran cancha cantando algo.
Y bueno pasaron todo día fuera del cuartel y cuando regresaron eran las 01:24 pm.
—Encerio ellos no han parado. —hablo Yuzuha totalmente sorprendida mirando a los soldados que ya estaban sin camisas y totalmente sudados, todos hacían lagartijas.
—Si, esto es el día a día. —hablo Don Nadie.— Espere. —dijo y miro su muñeca izquierda para ver la hora.— Su entrenamiento ya va a terminar, son diez largas horas de entrenamiento, no cualquiera hace eso.
Todos miraban sorprendidos a los soldados que aún seguían haciendo lagartijas, diez Malditas horas. Eso era impresionante.
—Por lo menos tienen descansos no? —hablo Hinata preocupada.
—Claro. —contesto Nadie.— Pero esos descansos no dilatan ni cinco minutos.
Todos prestaron atención a los soldados y el Sargento que estaban afuera y seguían haciendo lagartijas, pero algo que los impacto fue lo siguiente.
—Cuatrocientos noventa y ocho, cuatrocientos noventa y nueve, quinientos. —dijieron todos juntos y rápidamente algunos se levantaron por una botella fría de agua y hecharsela encima.
—Hicieron quinientos lagartijas. —hablo totalmente pálida Emma.
—Si. —hablo de la más sencillo Don Nadie mirando orgulloso a su soldados irse a dar una fría y deliciosa ducha, incluido el Sargento Hanagaki.— El entrenamiento militar es más pesado cuando subes de rango cada vez más.
—Eso no es... peligroso? —hablo con cierto miedo Chifuyu. Pues aquellos soldados estaban bañados de sudor.
—Pues al ser personas de alto rango... no. —respondió Nadie.
—Encerio Emma hablo con Takemicchi. —hablo Chifuyu sorprendido viendo a Draken y a Mikey.
Y ahí estaban. Baji, Chifuyu, Mitsuya, Mikey y Draken hablando lo que había pasado con Emma.
Ellos estaban en el patio del cuartel, en el patio había una mesa de madera con bancos y ellos estaban bebiendo unos jugos mientras hablaban.
—Si. —respondio Draken para después darle un sorbo a su jugo.— Emma nos dijo que el sigue siendo amable y también que sigue siendo esa persona profunda con sentimientos.
—Encerio?.. —hablo baji totalmente sorprendido, pues Takemichi parecía tenerle cierto odio hacia ellos.— Pero cuando lo vi de nuevo, parecía tener odio hacia nosotros.
—Tienes razón. —Mitsuya hablo esta vez.— Cuando nos vio había en su mirada, odio y enojo.
—Puedar ser. —hablo por primera vez Mikey, pues en toda la conversación estaba callado y no había hablado.— Nosotros lo apuñalamos por la espalda y talvez nos odie o talvez siga enojado, que se yo.
De la nada se escucho un fuerte silbido, y un nombre, un nombre de una mascota, voltearon de donde venía el sonido y miraron a Takemichi.
Vieron como Takemichi ponía dos dedos en su boca y al hacer eso, hizo que causará un sonido.
—¡Kiwi! —grito Takemichi y miraron como Takemichi se agachaba y abría los brazos para resivir a una perrita. Una linda y adorable Pastor Alemán.
La perra se abalanzó sobre Takemichi, moviendo su cola y lambiendo a Takemichi en la cara, Takemichi reía fuertemente.
Todo esto era visto por lo antes mencionados. Veían el lindo encuentro.
Después Takemichi se levantó del suelo y se llevó a la perra.
—Saben, Takemichi da miedo. —admitió Chifuyu viéndolo por donde se había ido su ex compañero.
—Tienes razón. —hablo Mitsuya, y era cierto, Takemichi daba miedo con esa mirada tétrica.
—Osea, el creció más, y ni hablar de su masa muscular, creo que sobrepasa a Taiju o South, entiendo que es entrenamiento militar que los pone así, pero Takemichi, Takemichi parece otra persona.
—Tienes razón Chifuyu. —admitió ahora Baji.— Takemichi da miedo, da escalofríos con tan solo pensar en el, Takemichi ahora es tétrico.—
—Ahora que lo pienso. —dijo Draken viendo a un solo punto.— Siento que Emma no ne contó todo, siento que hay algo más, nose pero lo siento en el pecho y esto esta involucrado Takemichi.
—Yo también siento lo mismo. —hablo por primera vez Mikey. Una tanto desconcertado.
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¿Quieres ayudarme? ¡¿BROMEAS?!
ActionLa Touman ha resivido noticias que algunos miembros han sido emboscados, entonces Draken, Mikey y los capitanes y sub-capitanes se ponen obras a la manos. Todas las pistas en encuentran van directamente a Hanagaki Takemichi, asique como venganza de...