The Devil And I

[CAPITULO 3]

Al dia siguiente - jardín del condado.

El sol brillo en lo alto del cielo, mientras una brisa fresca abrazo amablemente la tarde.

—Cariño~ vamos, abre la boca. —La condesa sonrió. —Come este pastel por mami~ —

Pero incluso con tal comodidad, aún había una existencia tan sofocada que quiso gritar.

—Madre, es suficiente...

—¡No! Estás tan delgado... ¡Debes comer más!—La condesa frunció el ceño mientras levantaba un trozo de pastel en su tenedor. —No te eh visto en tanto tiempo... ¡Al menos deja que te consienta un poco!—

—Pero...

—¡No!

Exactamente, no hablo de la condesa.

—... Está bien.—

Hablo de mi.

Por la mañana, fui a correr alrededor del jardín para mejorar mi resistencia al sol. Era un nuevo hábito que adquirió después de la regresión.

Lo que no esperé fue que mi hábito fuera reportado a mi madre. Ella me atrapó con la guardia baja y fuimos a tomar el té, pero en algún momento los postres se acumularon en mi lado.

—Madre, no puedo mas...

—¡Tonterías! Eres un niño, por supuesto que puedes. —Aseguro.

Deon Hart lloro en sus adentros.

'¡Mamá, a tu hijo solo le gusta el alcohol del mundo demoníaco!'

Pasteles, pastelitos, galletas, gelatinas. No hubo una sola cosa que no haya entrado en mi boca... Me infle como un globo de tanta levadura.

—Madre, realmente no puedo comer más... —Gimio.

La condesa no quería soltarme, pero cuando vio que realmente no podía comer más, dijo que estaba bien que me fuera.

Mirando la espalda de su adorable hijo, que se alejó con las mejillas sonrojadas por la vergüenza, una sonrisa sincera floreció en su hermoso rostro.

En realidad estaban hinchadas por masticar y masticar.

La condesa estaba feliz. ¡Su hijo por fin se estaba abriendo a ella!

Deon puso una expresión desesperada. ¡Ayuda, un médico, siento que explotare por tanto comer!

Fue entonces que una voz lo detuvo.

—¿Deon? ¿Que haces aquí?

Deon miró a la persona son ojos llorosos y gimió. —Hermano ...—

El corazón de cruel, que había aparecido con algunos sirvientes detrás de el, se atoro en su garganta. Camino al lado de Deon y acaricio suavemente su cabeza.

Pregunto: —¿Que paso? Por qué tú rostro...—

—¿Oh? ¿No es ese cruel?

—¿Madre?— Cruel, como si recordara por qué estaba aquí, se volvió hacia la condesa.— Madre, ¿Sabe a dónde fue padre? No logro encontrarlo...—

—No, lo siento cariño. He estado aquí toda la mañana.

'¡¿Ella estuvo aquí toda la mañana?!'

Deon se sintió tonto. El sabe que su encuentro 'casual' definitivamente no fue algo del destino, entonces...

Mi madre... ¡¿Ya entro en la menopausia..?

Que tiene que ver... Pero, ¿No es muy joven para eso?