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Crecer en Megapolis fue emocionante. Por un lado, había demonios conviviendo con los humanos, y por otro lado estaba en un mundo futurista. Muchas de sus reencarnaciones habían vivido en la edad moderna, pero no muchas pasaron de ella.

A Pigsy y Tang no les tomó mucho tiempo para adoptarlo, pues aunque buscaron por todos lados alguien que lo buscara, nadie salió al frente para llevárselo. Lo llamaron Shaiming, porque su pelaje brillaba con el Sol. Desafortunadamente para él, eso desapareció rápidamente cuando cambió de pelaje de cachorro al de niño. 

Se quedó a vivir con Tang en su pequeño departamento alquilado, Pigsy no tenía tiempo para cuidar a un bebé y llevar para delante su tienda de fideos. Esta infancia fue tranquila, Shaiming gastaba toda la energía de su pequeño ser hiperactivo en jugar con los clientes durante el día. 

Creció rápidamente, como cualquier cría de mono. Con 6 años ya era más capaz de domar su energía y quedarse sentado. Algo que vino bien, porque al día siguiente de su cumpleaños, Tang lo sorprendió al inscribirlo al colegio. 

¡Shiaming ni siquiera sabía que existían! En ningún lugar de la ciudad había visto tal tipo de edificio. Al parecer, sí que existían, y estaban en el círculo interior de Megapolis. Pigsy compró una moto para que Tang pudiera llevarlo y después ser usado para la entrega de fideos. 

Tenía planeado enseñar sus habilidades académicas en las primeras clases para poder subir de curso y graduarse rápidamente. No iba a pasar más tiempo de lo necesario en algo que le habían enseñado una y otra vez. Además, su nuevo cuerpo tenía mucha más facilidad al memorizar y comprender. Shiaming podría llamarse genio perfectamente y nadie se lo negaría. 

Su plan se desbarató al conocer a Qi Xiaotian.

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"¡Hola!" 

Shiaming había estado suspirando en un rincón de la clase, excluido de sus compañeros por su apariencia. Aunque era cierto que humanos y demonios se llevaban bien que hace 500 años, los niños seguían siendo crueles sin saberlo. A él no le vino mal, no los iba a ver más en su vida después de graduarse, ni siquiera le iban a recordar después del año. 

"¿Hoolaa~?" Una pequeña mano ocupó su línea de vista. 

"Hm" Shiaming levantó su cabecita y miró al niño que se atrevió a acercarse a él, solo para tener un ataque al corazón cuando toda su vista cambió por completo. 

Todo tenía tonalidades azureas, salvo el niño delante de él. Era dorado, dorado cegador. Le lagrimearon los ojos y Shiaming entrecerró los ojos para poder ver mejor. No sabía que podía hacer eso. 

"E-Espera, ¡no llores!" El niño pareció entrar en pánico, y Shiaming se rió internamente, pero por el momento iba a aprovechar e improvisar.

"No estoy llorando" Exclamó petulante, palmeándose la espalda mentalmente por su buena actuación. Esos premios de mejor actor que ganó en otras vidas fueron bien merecidos. Hizo un puchero. 

"Bueno, bien, vale. ¡Déjame empezar de nuevo!" Shiaming se quedó en blanco cuando el niño se dio la vuelta, mentalizándose y después se giró hacia él " ¡Hola! ¡Me llamo Qi Xiaotian! ¿Cuál es tu nombre?" 

"Shiaming" 

Y eso fue todo, consiguió una pequeña lapa que no se despegada de él durante las clases. Lo arrastraba a jugar con los otros niños, a pequeñas aventuras durante los recreos, a escalar árboles donde Shiaming sacó a relucir sus habilidades, a hacerles bromas a los demás y ser castigado por el profesor. Qi Xiaotian parecía más un mono que él mismo.

Aunque Shiaming se negaba a admitir que se divirtió, su cola siempre lo delató y nunca consiguió domarlo. Xiaotian siempre fue capaz de leerlo incluso sin cola. Fueron almas gemelas, por ello no pasó mucho tiempo antes de enterarse de su situación familiar.

Era huérfano. Vivía en un pequeño orfanato con un exceso de niños. Xiaotian siempre llegaba a clases solo, no traía comida, y Shiaming percibía que todo estaba empeorando más y más ahora que había entrado en la escuela y había pasado de "infate" a "niño". Sabía en el fondo que no pasaría mucho tiempo antes de que Xiaotian fuera a clases con heridas y se negó a verlo suceder.

Shiaming tenía un plan. Todo consistía en llevar a su amigo a la tienda de Pigsy y dejar que la compasión del cocinero trabajara por él. Conocía bien a su mejor amigo, era como el moho, se asentaba en tí aunque no lo quisieras. Le tomó dos semanas. Dos semanas en conseguir el cariño de Pigsy y Tang, y otra semana durante la cual Shiaming hervía de rabia a verlo con moretones.

Sí él pudo verlo, Pigsy y Tang también. 

"Todo como fue planeado" Shiaming se tocó la barbilla mientras caminaba detrás del grupo. 

"¿Eh? ¿Que dijiste Ming?" Tang se giró, Pigsy todavía enfrascado en una conversación entusiasta con Qi Xiaotian, el cuál estaba al borde de las lágrimas. El cocinero iba a adoptarlo e iban de camino a formalizarlo juntos. 

"Nada, nada. ¡Vamos!" Desestimó con una sonrisa la preocupación de su padre y le tomó de la mano, corriendo hacia el dúo con una gran sonrisa.

El erudito miró la espalda de su hijo, sus gafas brillaron ante el sol y sonrió, habiéndolo escuchado y comprendiendo lo que había pasado. Lo vió soltar su mano y saltar a la espalda de Xiaotian. Shiaming era mucho más pequeño que los niños de su misma edad, mientras que Xiaotian era más alto, por lo que no le fue difícil ajustarse. 

"¡Oye!" Gritó el moreno, algo desequilibrado con el peso del primate. 

Shiaming se rió y enterró su cabeza en el cuello de Xiaotian siguiendo sus instintos, acarició su mejilla contra la piel del chico. Desde su posición, sonrió a Pigsy exasperado, sin notar el sonrojo de su amigo. 

Un alma llena de recuerdos [LEGO Monkie Kid x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora