Un alma llena de recuerdos [LEGO Monkie Kid x OC]

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Lo primero que hizo al día siguiente fue plantar cámaras alrededor de su apartamento, sobre todo en las zonas de entrada como la puerta y las ventanas. Aunque también lo puso en el interior, en su cuarto y en el salón. 

Durante las semanas siguientes seguía la sensación de ser observado, aunque de forma puntual. De todas formas, nada salió de sus cámaras encantadas, pero Shiaming seguía mirando a las sombras más oscuras y negras de forma rara. En el fondo de su mente, algo le decía que lo que le esté acechando lo hacía en su interior. 

Considerando que la magia y el chi existía en ese mundo, no era muy descabellado. 

La constante vigilancia le tomó factura. Le tomó unos días antes de que salieran a relucir los efectos del insomnio en su cara. Muchas veces rechazaba las ofertas de salir a divertirse de MK o de salir de compras de Mei. Se preocuparon, a su manera, MK fue más táctil en ello, abrazándole cuando estaba más cansado, permitiéndole apoyarse en él. Mei, por otro lado, fue de compras y le regaló unos cuantos productos para dormir. Atesoró especialmente la bomba de baño de lavanda.

Pigsy le preparó una sopa cada vez que visitaba la tienda, y con el paso de los días, Shiaming notaba que su situación lo tensaba más y más. Tang, por otro lado, le observó. Intentó hablar de ello con su padre adoptivo, pero conociendo al erudito, cargaría enfurecido hacia las sombras de forma estúpida  y morirá. 

"Estoy preocupado por ti, Ming. ¡No puedes seguir así, sin dormir!" MK abrazó el cuerpo del menor. Shiaming apoyó su oído en su pecho, escuchando su corazón latir lentamente. 

Estaban en el apartamento de MK, encima de la tienda de Pigsy. Por una vez, había aceptado ver la nueva serie de Monkey King y estaban echados actualmente en el sofá incómodo. Shiaming, sin querer soportar sus bultos, se había desparramado encima de su mejor amigo. 

El latido constante del humano le daba letargo, pero todavía tenía la sensación de que lo estaban vigilando, ya sea su invención o fuera real. 

"Shh, está llegando a la mejor parte" Calló, intentando descartar el tema. 

Mk, como las otras veces que sacó a relucir el estado deteriorado de su amigo, suspiró fuertemente y siguieron viendo el capítulo. 

El moreno sabía que algo molestaba a Shiaming, algo que no le dejaba dormir, ni aunque estuvieran junto a las personas más confiables. Le molestaba de sobremanera. Acarició el pelaje blanco de su mejor amigo para desestresarse. Era suave, muy suave, como esas mantas en las que todos querían envolverse y morir con ella durante el invierno. 

Shiaming bostezó, sin importarle mucho que el Rey Mono estuviera peleando con un demonio acuático porque su monje maestro había sido secuestrado por 137º vez. 

Tener a Tang como padre y a MK como mejor amigo le había dado ciertos conocimientos sobre el mono que tanto se parecía a él pero en melocotón. En un principio, pensó que podría ser algún pariente suyo, hasta que le dijeron que tenía más de un milenio de edad. Podrían ser de la misma especie, ambos nacieron de rocas, pero ciertamente no tenían ninguna relación de sangre. 

En su ilusión de niño, planeó encontrarse con él y preguntarle por qué tenía poderes tan dominados cuando los demonios comunes ni siquieran tenían conciencia de su chi. Todo se desbarató cuando Tang le comentó que no se le había visto desde hace más de 500 años, cuando selló al Rey Demonio Toro. 

El pecho de Shiaming retumbó en un ronroneo cuando la mano de MK acarició cierto punto en su cabeza. Era otra peculiaridad de ser un demonio mono, podía ronronear, aunque no fuera un gato. Sus ojos cayeron más y más, y Shiaming estaba cansado de estar alerta. 

Estaba con MK, debajo estaban Pigsy y Tang todavía hablando a altas horas de la noche mientras el cocinero limpiaba y cerraba la tienda. Estaba seguro, y por primera vez en semanas, Shiaming se dejó llevar por el sueño.

xXx

Despertó en un mundo blanco y negro. Delante había un reflejo suyo sin ninguna característica, como una sombra. Nótese, sombra.

"Y por fin aparece" Comentó hiperfijado en la figura, sintiéndose mucho más lúcido de lo que debería mientras soñaba. 

Shiaming había tenido ciertas experiencias como ésta en otras vidas, el mundo de los sueños parecía ser un lugar vulnerable que a sus enemigos les gustaba invadir. Claramente, encontró un método para impedirlo, pero eso había sido en otra vida, con otra energía diferente al chi. Ahora solo tenía su mentalidad fuerte y su extremadamente grande alma que impedía que lo dañaran mentalmente. 

Desafortunadamente, eso no impedía que su mundo onírico fuera invadido. Shiaming detestó a la sombra desde el primer segundo. 

¿No podía aparecer en la realidad? ¿Tenía que aparecer cuando estaba durmiendo bien por primera vez en semanas? 

"Maldito bastardo, más te vale que tengas una buena razón para acecharme o te arrepentirás de haber salido" Escupió enojado. Sus brazos se cruzaron, y su cuerpo adoptó una postura agresiva. 

Hacía vidas que había reconocido que la actitud, ciertamente, cuenta.

La cola del mono sombra se movió de una forma curiosa, algo en su mente primitiva le dijo que era interés, pero ¿de qué?. Abrió la boca otra vez para hablar, pero entonces la sombra se movió y Shiaming se encontró encerrado entre unos fuertes brazos que no eran un reflejo de él. 

La sombra había crecido, tenía músculos por el que el primate de pelaje blanco  habría muerto otra vez para conseguir. Reflexionó por unos segundos sobre la reencarnación voluntaria, pero  volvió en sí al notar la posición comprometedora en la que se encontraba. 

"¡Tú..! ¡Suéltame ahora mism- !" 

La sombra lo calló. Con un beso.

BESO

Y de la sorpresa, le golpeó la cara y el sueño terminó.

xXx

Macaque había notado que una de sus sombras seguía distrayéndose de sus deberes. No le dio mucha importancia hasta que un recuerdo de dicha sombra volvió en sí. 

Ese no es Sun Wukong, pensó delirantemente Macaque por unos segundos. 

"¿Qué cojones?" Liu Er Mihou no entró en pánico porque su sombra acababa de agredir a un demonio mono peliblanco, muy bonito y abrazable. 

En el interior de su escondite maltrecho, Macaque indagó en los recuerdos de la sombra. Vio cómo la sombra se sorprendió por encontrar a otro demonio mono que no sea el Rey Mono, cómo lo acechó y cómo se interesó más y más hasta el punto de desobedecer a su maestro y seguir sus deseos egoístas. 

El recuerdo de la suavidad de los labios del joven envolvió su mente por unos segundos, pero apartó esos sentimientos  ajenos a él rápidamente. Tenía una venganza por realizar y el romance no estaba dentro del plan.

Había sido un deseo de Mihou, reconoció, de hace mucho tiempo, cuando quería alguien similar a él que lo comprendiera y lo amara.  Pero esto no estaba bien, no debió de hacer eso. Ahora el mono de pelaje negro tenía un dolor de cabeza, intentando pensar en una solución. 

Fue en un sueño, así que no me reconocerá, ¿no? Pensó histéricamente, negándose a afrontar el problema. 

El recuerdo de la suavidad de los labios del joven envolvió su mente por unos segundos, pero apartó esos sentimientos ajenos a él rápidamente. Tenía una venganza por realizar y el romance no estaba dentro del plan. Macaque se propuso evitar a toda costa esa zona de la ciudad, por lo menos por unos cuantos años. 

Que pena que el destino no lo quiso así.