Un alma llena de recuerdos [LEGO Monkie Kid x OC]

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Experimentar tantas vidas ha llevado a Shiaming a buscar alternativas para no aburrirse. Hay un límite de tantas veces antes de que aprender a multiplicar lo vuelva loco.
Muchas veces se especializaba en algún tema en específico e intentaba llegar a ser un líder experto en ello. Esta vez, Shiaming tenía algo mucho más interesante que estudiar biología (lo que había planeado en un principio). Algunos lo llamaban chakra, otros ki, pero él lo identificaba como chi. Energía interna  del cuerpo con el que podía crear infinidad de cosas, entre ellas, técnicas marciales.
A lo largo de los años, experimentó junto con MK (Monkey Kid, un apodo extrañamente característico de Xiaotian y eso lo decía él , un mono de verdad) todos sus poderes. Se inspiró fuertemente en sus habilidades de vidas anteriores con otros tipos de energía, como cuando se reencarnó en Harry Potter durante las cazas de bruja. Se la pasó bien actuando como si lo estuvieran quemando vivo, una de sus mejores vidas, admitió.
Llegó a conseguir un gran arsenal de habilidades, entre ellas, artes marciales. Su integración junto al Chi fue rápida, su nuevo cuerpo era muy afín a ello.
Aún así, se entrenó para tener la memoria muscular.
El Chi era raro, mucho más fluido pero más físico de lo que era la magia.  Era muy inflexible en ciertos puntos, pero era capaz de encantar objetos a su antojo con ciertas habilidades o propósitos. Así es como llegó a conseguir su trabajo online.
¿Quién sabía que internet se podía encantar? Llevó el hackeo y la programación a otro nivel. No hay que decir que gano mucho dinero por sus programas anti virus infranqueables o de sus virus que atacaban, no a la tecnología, sino al usuario.
A Shiaming le encantó, por ello no era raro verlo con auriculares y algún aparato electrónico que lo conectará a Internet en todo momento. Tang, su padre, lo regañó muchas veces por distraerse en el camino y casi chocar con otras personas. Advirtió que en algún momento podria caminar hacia la carretera y ser atropellado sin darse cuenta.
Shiaming lo desestimó, tenía más habilidades físicas que en su mayoría de reencarnaciones. Dudaba mucho que muriera de esa patética forma. Desafortunadamente para el joven, eso casi se hizo realidad.
Se distrajo en un nuevo programa móvil que estaba creando para Pigs y su tienda. Caminó por la acera, sin darse cuenta de que cruzó la carretera. Cuando se dio cuenta del claxon de un camión acercarse más y más, Shiaming no pudo reaccionar.
En ese momento, una moto se abalanzó por su lado, una mano lo agarró y se lo llevó consigo.
Al siguiente parpadeo, Shiaming estaba nuevamente en la acera, ante la sorpresa atónita de los espectadores.
"Eso fue... ¡brutal! ¿¡VISTE COMO TE ATRAPÉ?! De película"
Era una adolescente de pelo negro corto y ojos turquesas.
"Acabo de ver pasar mi vida ante mis ojos" Shiaming exhaló el aire atrapado en su pecho, ya superando el caso atropello.
"¡Hey! ¿Repetimos? ¡Pero esta vez consigamos alguien que nos grabe!" la cara de la joven se interpuso en su visión.
"No creo que pasen más camiones por aquí" comentó el demonio primate con algo de diversión.
"Uhh.. ¿Por qué?" Shiaming solo respondió señalando detrás de ella. Se giró "Oohh.. ¿Ups?"
El camión que casi se lleva la vida del reencarnador en serie se había desviado de su camino y se estrelló contra una fachada, había gente alrededor del incendio, intentando sacar a las personas de los demás coches que se habían visto involucrado en el accidente.
"Sí, esa es una buena respuesta. "

xXx

Se presentó como Mei, después de escapar de la policía junto con ella. Fue una persecución corta con las habilidades locas de conducción de la pelinegra. La guió por las calles hasta llegar a la tienda de Pigsy y la invitó a unos fideos en agradecimiento por salvarlo.
Allí conoció a MK. Y un dúo pasó a ser un trío. Para el descontento de Shiaming, ahora tenía que soportar a dos niños hiperactivos con las peores y más locas ideas que harían realidad sí o sí y le arrastrarían a los problemas aunque no lo quisiera.
Rápidamente llegó a arrepentirse de haberla invitado a esos fideos, sabía que era inevitable el encuentro entre Mei y MK, considerando los intereses de ambos a la adrenalina y los problemas, pero podría haberse ahorrado semanas de tranquilidad.
- Está vida es demasiado caótica para mi corazón - se lamentó Shiaming en su asiento de juego de arcade. Sus manos trabajaron de forma automática, manejando de forma experta la máquina y brutalizar al pobre personaje de MK.
"¡Otra vez no! ¿¡Por qué eres tan bueno!? Es tan INJUSTO"
"La justicia no te sienta bien, MK"
"¿Y eso que se supone que significa?"
Mei se encogió de hombros y siguió mirando videos de cachorritos en su móvil.
Mientras Shiaming intercambiaba sus puntos ganados arduamente con peluches que parecían lo suficientemente suaves para incluirse en su nido, detrás de él dos adolescentes comenzaron una pelea que terminó destruyendo unas cuantas máquinas de la tienda.
Solo con un vistazo, el joven primate tomó la sensata decisión de volver a casa. El marrón se lo iban a comer esos dos, él solo quería volver a dormir.
Antes de irse, tuvo la consideración de enviarles un mensaje de teléfono a ambos diciéndole que iba a regresar a casa y que no se preocuparan por él.
Tomó algunos atajos por callejones terriblemente dudosos, con la confianza de saber que podría salir ileso de cualquier situación con su plan maestro La Huida™.
Aceleró el momento en que se dio cuenta de que las sombras se veían mucho más oscuras y sus bordes se movían de forma antinatural. Entró en el apartamento con la sensación de que lo observaban desde algún lado. Shiaming ya sospechaba de algún acosador sexual, por lo que cerró todas las ventanas y bajó las persianas. La puerta se cerró con llaves y con un mueble pesado delante que levantó sin esfuerzos.
A un demonio común le tomaría algún tiempo en interrumpir y su era un demonio fuerte, le daría suficiente tiempo como para huir.
Para suerte de Tang, hacia tiempo que se había independizado, aunque fuera en el apartamento al lado del suyo. Ya no había espacio para él, los libros ocupaban casi todas las habitaciones y solo había cierto espacio para que el erudito pudiera vivir.
Le tomó un tiempo calmar sus nervios y dormir.