Office Boy

Capitulo 42: Historias dolorosas

¡¡ADVERTENCIA!! ESCENA DESCRIPTIVA DE ASALTO SEXUAL EN ESTE EPISODIO

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   Abrir sus ojos antes de que sonará la alarma ya era una costumbre bien arraigada en su día a día.

Sin embargo mirar y admirar el anillo que brillaba tan lindo en su mano... eso sí que era algo nuevo, un desvío o más bien un agregado a su rutina, un muy lindo agregado a su vida, sonrió bobamente y pataleo en la cama, terminando de cubrirse por completo con las mantas que aun conservan el calor de ambos cuerpos.

Entonces una voz que era naturalmente mandona le sacó del sopor somnoliento al que se había deslizado nuevamente su mente bajo el cobijo y la comodidad de la cama.

—¡Taehyung se hace tarde!

Al no tener respuesta por parte del rubio, el mayor jaló las sabanas y abrió por completo las cortinas.

—¡Ya voy! ¡deja de apurarme! — molesto y enfurruñado Taehyung abrió los ojos y fulminó con la mirada a un azabache que seca su cuerpo mientras observa el mundo a través de su ventana. Entonces el antes molesto rubio repasó con su mirada el cuerpo de su prometido... y mordiendo sus labios volvió a sonreír bobamente.

Su prometido.

—¿Qué?— Jungkook lo miró con sorna, mientras caminaba completamente desnudo a dejar la toalla usada en el cesto de la lavandería, Taehyung admiró las marcas de mordidas que le había dejado en los carnosos muslos y sintió a su boca aguarse — levántate se nos hace tarde—  le ordenó y se perdió en el vestidor.

—¿Cómo se te ocurre pasearte así frente a mi? — Taehyung pateó las sabanas y corrió al baño, de verdad se hacia tarde— es tu culpa, no debiste dejarme tan cansado anoche.

—No escuche que te quejaras... tus gemidos eran por otra razón

El rubio puso sus ojos en blanco, como si pudiese verlo, y se apresuró a alistarse para el día.

Unas horas, y unos cuantos lattes más tarde, entró a la oficina de Jungkook.

—No puedo más Jungkook necesitas contratar otro...

—No hay manera de que contrate otro asociado, asociado solo habrá uno y ese eres tú.

Taehyung arrugó su ceño.

—Y yo no quiero dejar el puesto de jefe de recursos humanos.

El azabache lo miró desde detrás de su escritorio ablandándose.

—No quería ponerte en ese dilema, lo siento.

—¿Entonces que voy a hacer Jungkook? Me encanta el nuevo puesto... también me gusta ser tu asociado y de igual manera me molesta pensar en que tengas a alguien más trabajando tan cerca de ti día con día — desvío la mirada al decir lo último, cosa que provocó una sonrisa en el mayor.— Pero está resultando demasiado trabajo, estoy descuidando ambos puestos y me la paso de aquí para allá entre mi oficina de RH y esta oficina.

–Si... me haces sentir solo.

—¿Es en serio Jeon Jungkook?— pataleó ligeramente el suelo en un pequeño berrinche por la broma del otro hombre.

Quien se apresuró para llegar a su lado y darle un abrazo mientras besaba su coronilla — Ya, ya... solo estaba bromeado ¿Quieres renunciar el puesto?

—No deberías siquiera mencionarlo.

—¿Entonces que quieres que hagamos?

—¿De verdad no pensaste en algún plan?— lo miró con esos ojos y esa cara de niño mimado que sabe que se saldrá con la suya de una u otra manera.