Capitulo 19: Isla Jeju 2.5

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—Señor... mmmgh... no creo... no es..

—Shh— un dedo se presionó contra su boca para después ser suplido por la contraria, devorando sus suspiros y gemidos. Callando la protesta que iba a dar.

Los sonidos húmedos de la mano contraria masturbándole inundaban sus oídos, en compañía del romper de las olas del mar y el crepitar de la leña al fuego, el aroma a sal y a humo acompañando el delicioso aroma que emanaba la piel del otro, Taehyung se sentía desbordar, sus sentidos sobreestimulados le hacían experimentar demasiado placer.

— ¡Voy a...! Voy...

— Shh... aún no, vas a venirte conmigo dentro— susurró grave el otro hombre contra su oído mientras lo dejaba de masturbar, Taehyung gimoteó por el orgasmo casi alcanzado, sintiéndolo desvanecerse en su interior.

Jadeó, su respiración errática mientras miraba al otro hombre bajarse un poco su fino pantalón de lino para liberar su enorme ereccion, mierda, estaba comenzando a tener sentimientos realmente profundos por ese pene, es que era demasiado hermoso.

Debería ser la octava maravilla del mundo.

El señor Jeon rió.

—Deberías de verte justo ahora, miras mi polla como si fuese un apetitoso corte de carne.

—Un muy apetitoso trozo de carne— susurró el otro chico en respuesta, su voz sonando realmente grave. Y sus ojos evidenciando el placer que sintió al mirar como el otro hombre masajeaba su ereccion mientras la lubricaba.

—Cargo con esto para todos lados de un tiempo acá— le mostró el tubo de plástico ya casi terminado, su jefe nunca escatimaba y dios, él realmente adoraba la sensacion del exceso de lubricante. —Ven, estoy seguro que sigues estirado.

—Puede apostar por ello— Taehyung se colocó a horcajadas sobre el hombre, Jungkook le dejaría hacer todo el trabajo mientras se recostaba en sus codos, sus brazos sostenían todo el peso de su torso, si, Taehyung tendría que llevar las riendas.

El castaño gimió largo al sentir nuevamente la intromisión del miembro en su culo.

—Me gusta hacerlo así— suspiró— cuando usted esta sentado y a mi merced.

—No estoy a tu merced— una ceja inquisidora se elevó.

—Claro que lo está, puedo hacer esto y usted no puede detenerme— pellizco travieso el pezón izquierdo de su jefe, el azabache gruñó, sus pezones eran muy sensibles.

—Si quieres hacer algo con ellos lámelos.

—¿Y que hay de divertido en eso? ¡¡Aangh!!

Una dura estocada, producto de la embestida que dio su jefe le hizo gritar.

—¿Crees que porque no puedo usar las manos estas al mando? bebé, puedo destruirte desde cualquier posición.

Taehyung tuvo que sostenerse de los hombros contrarios cuando a esa primer embestida sorpresa se le unieron otras más, maldita (bendita) disciplina que su jefe tenía con ejercitarse, de no estar así de fuerte no podría llevar el ritmo en aquella posición.

Sin embargo lo único que el castaño podía hacer era rebotar y gemir porque se sentía muy bien, no solo las penetraciones, también la pelvis y el abdomen duro chocando contra su cuerpo, los musculosos muslos contrarios contra los propios, y más aún los sonidos de placer y de esfuerzo que salían de la boca del otro hombre.

¿Será consciente de lo varonil que és? De lo bien que se ve cuando muerde su labio inferior, o cuando arruga el ceño mientras exhala, joder su abdomen se ve tan marcado, debe estar sintiéndolo arder por el esfuerzo.

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