III

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Harry se sentía abochornado, Severus lo veía de forma inquisitiva, solo le había dicho que Draco se encontraba en una situación poco favorable y le soltó incontables "aléjate de él antes de que te maldiga", incluso quería que hiciera un voto inquebrantable, pero no por nada, Harry era un Gryffindor idiota y valiente, además de caliente, mentiría sino dijera que quería repetir lo que hizo con el rubio y no solo, quería más, todo lo que le pudiera ofrecer.

-Sino me dice que tiene Malfoy, entonces no me voy a alejar de él hasta que sepa la verdad

Salió lo más rápido que podía antes de que le hechizara el trasero y agradeció hacerlo ya que al salir se tropezó con el rubio que como era habitual en esos días, tenía las mejillas rosadas, cabello revuelto, la camisa del uniforme desalineada, la corbata floja y como no, una bonita erección que sobresalía de los pantalones.

La mirada en los ojos grises de su contrario era intensa, lo miraba con hambre, con deseo, con lujuria y Harry tuvo que reprimir un jadeo necesitado y solo pudo hacerlo sellando sus labios con los ajenos, por un momento creyó que Draco lo alejaría pero fue todo lo contrario, el rubio llevó sus manos al trasero de Harry apretándolo gustoso sacando más gemidos del azabache, de un momento a otro, los labios del Slytherin habían descendido hasta el cuello ajeno.

Potter sintió como su "enemigo" frotaba su dureza contra una de sus piernas.

-Tienes...ahg... tienes que decirme lo que ocurre.

Volvió a encontrarse con una mirada depredadora, el negro en sus pupilas había cubierto casi por completo al gris.

-Despues- gruñó el rubio tomando a Harry de la mano y conduciendo lo rápidamente a la sala común de Slytherin, los estudiantes ahí solo vieron como su príncipe llevaba al niño de oro hacia las habitaciones.

Harry escuchó a muchos de ellos gritar que pararan, que lo que iban a hacer sería un error, pero la erección de Harry incómodamente situada en sus pantalones le decía lo contrario y mandó a la mierda cualquier pensamiento en cuanto Draco cerró la puerta tras ellos y lo besó con necesidad arrinconandolo contra una de las paredes.

Pronto, sintió su ropa ir desapareciendo en tanto la boca ansiosa del rubio viajaba por su cuello y hasta sus pezones deteniéndose ahí, Harry gimió sujetó los cabellos platinados como si la vida le fuera en ello, solo podía pensar en lo increíble que se sentía la boca y lengua de Draco torturando sus pezones, dejadolos llenos de saliva y totalmente endurecidos.

-Draco, por favor...ahhh..quiero...quiero...

La sonrisa que el aludido le dió le causó unos deliciosos escalofríos por toda la columna

-Esta vez tú estarás de rodillas, Potter, quiero que me la mames hasta que me corra en tu garganta- Harry se perdió en la voz ronca y lo fuerte que Draco sujetaba su rostro muy cerca del suyo- ¿me dejas salpicar tu rostro, Potter?

-¡Merlín, si!

No puso resistencia cuando el Slytherin le hizo quedar sobre sus rodillas y gimió con necesidad cuando la polla erecta y goteante de Draco entró en su campo de visión, antes la había visto rápidamente, pero esta vez frente a frente pudo apreciar la de verdad, era de un largo promedio pero el grosor definitivamente era algo que no habia visto, lucía tan antojable con las venas palpitando y la punta completamente mojada que sin pensar más, la tomó entre sus manos y lamió con gozo toda la extensión.

Levantó la mirada solo para encontrarse con esa mirada intensa y expectante.

Harry ni había tenido muchas experiencias sexuales, bastó una vez con Ginny solo para saber qué era gay, de ahí en fuera solo había compartido alguna pajas con dos tipos, pero eso no dejó que se esforzara en darle la mejor mamada a Draco que fue bien recibida con gruñido y gemidos.

False GodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora