VI

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Mordió su labio inferior con fuerza contando los minutos y hasta los segundos, sintió el sabor metálico de la sangre pero ni así dejó de lastimarse.

Bajo sus ropas tenía una erección que deseaba ser tocada hasta la saciedad, quería que Draco se la chupara hasta correrse en su rostro, quería frotarse en ese trasero voluminoso y terriblemente blanco, había fantaseado todo el día con dejar sus manos marcadas en aquel lienzo en blanco, ¡por Godric!, quería hundirse en lo más profundo de Draco hasta tenerlo jadeando y gimiendo su nombre, quería verlo retorcerse entre sus brazos rogándole como una vulgar prostituta que lo follara y vaya que quería hacerlo, necesitaba tomar el pálido cuerpo y someterlo a su merced, hacerlo gritar y sudar, quería bañarse en la esencia de Draco y nunca parar.

Por un momento, su mente pensó en lo que dijo Snape, en que no podía dejar de pensar en Draco Malfoy y las mil maneras en follarlo o dejarse follar por él.

Más tarde le pediría ayuda a sus amigos para investigar que estaba mal con ellos, de momento, solo quería escuchar los ronquidos de Ron para poder salir y buscar a Draco.

Unos minutos después, su deseo se cumplió y tomó rápidamente el mapa y su capa.

Prácticamente corrió y se esforzó en no gemir con el roce de su ropa en contacto con su miembro palpitante.

Se adentró en uno de los pasadizos que daban a la sala común de Slytherin, no tenía tiempo a que Pansy o alguno de los prefectos llegaran para adentrarse, miró nuevamente la etiqueta de Draco y vió con horror como estaba en el mismo espacio que aquella que decía Theodore Nott.

Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, prácticamente tiró la puerta y se encontro con los ojos brillantes y cafés de Theo, el chico tenía la camisa abierta y únicamente llevaba unos boxer que dejaba ver una erección mientras que el rubio bajo él estaba en esa neblina que no le dejaba pensar en otra cosa que no fuera follar.

-Alejate de él- sacó su varita y lo apuntó, su voz era ronca, estaba irritado por la maldita erección en sus pantalones, molesto porque Theo estuviera sobre SU Draco y dolido porque este último solo quería un cuerpo para desahogarse sin importar quién fuera- ahora

-Estamos muy ocupados por si no lo has notado, Potter.

-Potter- gimió Draco viéndolo por primera vez, el rubio estaba completamente desnudo-¿Qué..?- volvió a jadear presa del calor que se alojaba en su vientre

-Me está llamando, así que, si nos permites.

-Esta es mi habitación y tú no tienes ningún derecho sobre él.

-¿A caso no nos viste en el pasillo?- desafío- no es la primera vez que cogemos, ¿sabes cómo es tenerlo dentro?, que tome tus caderas con posesión y sus bolas golpeen tu trasero provocando el ruido más obsceno que hayas escuchando, que pellizque tus pezones y muerda cada centímetro de piel mientras gruñe de placer- poco a poco se fue acercando a ambos chicos, Nott retrocedió ante la mirada de psicópata de Harry- ¿sabes lo que es que se venga dentro de ti?, sentir su semen caliente y espeso deslizarse por mi entrada que lo recibe gustoso, ¿sabes que me dice mientras me la mete hasta que olvido mi propio nombre? dice que únicamente mi culo fue hecho para recibir su polla- tomó el miembro necesitado del rubio que lo miraba boquiabierto y expectante- que nadie más puede hacerlo venir como yo lo hago.

-Mientes, Draco solo ha estado con una persona, se niega a...

-¡Y no te he dicho lo que es que yo se la meta!- no iba a escuchar una mierda de lo que decía Theodore, el rubio era suyo y no había más que decir- grita como una maldita prostituta, pidiendo más de mi verga y yo se lo doy hasta el cansancio, hasta que lo hago correrse y luego yo lo hago dentro de él, me encanta ver cómo mi semen sale de su agujero.

-Eres una puta, Potter- escupió el otro chico con una mueca de disgusto.

-Por eso eres tan insatisfactorio para mi novio.

-¿Novio?

-Así es, ahora, puedes irte a dormir porque yo voy a complacer a mi novio y te advierto que somos algo ruidosos.

Draco gruñó ante eso y tomó la mano que estaba sobre su polla, así ambos se dirigieron hacia la sala común dejando a Theo completamente boquiabierto.

El heredero Malfoy empujó a Harry sobre el primer sofá que encontró y se sentó sobre él a horcajadas atacando rápidamente el cuello del moreno.

-Mas te vale gritar como la perra en celo que eres y tragarte toda mi corrida porque Theo no va a querer volver a complacerme.

Harry llevó las manos hasta el culo desnudo del platinado acariciando la entrada que habitaba entre las nalgas turgentes.

-No vas a necesitarlo nunca más, ¿escuchaste?- golpeó el blanco trasero tan fuerte que se escuchó por todo el lugar- eres mío, ¿lo entiendes?

Draco lo miró brevemente pero no dijo nada, no podía prometer algo que no iba a cumplir, ya no era dueño de su cuerpo ni de sus acciones cuando ese terrible calor lo invadía.

En lugar de arruinar todo (además que no podía pensar en otra cosa) se deshizo de las ropas de su amante y una vez llegó a meterse en medio de las piernas del capitán de Quidditch, se llevó la polla roja, húmeda y palpitante a la boca, lo degustó como si fuera el mejor dulce, gimió alrededor del pene causándole a Harry una deliciosa descarga en todo el cuerpo, lamió toda la extensión sin despegar sus ojos de los ajenos y Potter pensó que jamás en su corta vida había visto algo tan malditamente erótico.

Draco jugó con sus pelotas, inhaló contra su pelvis como un maldito adicto y chupó su polla como un maldito profesional.

Harry no se intimidó y tal como el rubio lo pidió, gimió tan fuerte y de la forma más obscena posible, a la mierda si alguien los escuchaba o si venía Snape a castigarlos nuevamente, tenía un maldito fétiche con que los demás lo vieran intimar con Draco, quería que todos fueran testigos de lo rico que la pasaban ambos juntos.

-Draco...me voy...¡me voy a correr!, sigue chupando, carajo- tomó los platinados cabellos y se folló aquella boca sin remordimientos o reparos-¡Así!, Merlín, que rico, ¡tu boca fue hecha para mí polla!- con un par de movimientos más y se corrió en la garganta de Malfoy.

Draco dejó ir su pene y le sonrió de lado lamiendo los retos de su corrida.

Dios, jamás se cansaría de ese chico

False GodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora