Seungmin está pensando demasiado en su actuación hoy, pero afortunadamente tiene a Jeongin para apoyarlo y tranquilizarlo.
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—Lo hiciste muy bien hoy, hyung—dice Jeongin con cariño, tomando la mano de Seungmin entre las suyas. Los dos estaban sentados en el sofá de su dormitorio, cansados después del horario de hoy.
—¿En serio? Podría haberlo hecho mucho mejor... Estaba tan cansado, no podía cantar lo suficientemente bien allí—murmuró Seungmin, apretando la mano de Jeongin con más fuerza. Normalmente tenía este tipo de pensamientos después de las etapas, pero hoy parecían peores.
—Escúchame, estuviste increíble. Siempre lo eres, desearía que pudieras ver eso.
Seungmin miró hacia abajo mientras intentaba ocultar la sonrisa que amenazaba con formarse. Jeongin notó el giro en sus rasgos y sonrió ampliamente.
—Sé que lo sabes. Eres un cantante increíble y un bailarin talentoso. Siempre lo haces fantástico durante los escenarios. ¿Por qué crees que disfruto viendo tus fancams cuando volvemos a casa?— bromeó.
En este punto, Seungmin estaba sonrojado de un tono rosa brillante, intentando ocultar su brillante sonrisa con su manga de gran tamaño.
Jeongin inclinó la cabeza, mirando al otro con cariño mientras quitaba la manga de Seungmin de su cara. Oh, cómo adoraba esa sonrisa. Esa sonrisa que podía asegurarle que todo estaba bien.
Todo estaría bien, siempre y cuando tuviera a Seungmin a su lado.
Él se rió y tomó la cara de ojos de cachorro entre sus manos, dejando besos por todos lados antes de unir sus frentes.
Su Seungmin, quien se volvía tímido ante los cumplidos.
Su Seungmin, a quien amaría y cuidaría hasta el fin del mundo.
Su Seungmin, quien sabía que siempre estaría ahí para él, así que él también debía estar ahí para él.
