"El robo"Fin de año...
Eran muchos invitados habíamos hecho esto durante años. A mi padre siempre le había gustado el hecho de tener muchos invitados y ser el anfitrión de la fiestas.
El evento de hoy era el fin del año y el comienzo de una nueva alianza con los norteños.
—Señora, el barco está listo—comenta Mario a mi lado.
Todos mis planes marchaban como quería. El negocio crecía y la coca se extendía cada vez más. Tenía a los italianos velando mis pasos pero eso no me detenía. Mi coca pronto se promovería por todo el mundo y los millones estarían llenando mis bolsillos.
—Haz que todo valla en marcha—ordeno. Hola mis queridos invitados, es un gusto tenerlos en mi humilde morada—el gentío aplaude. Hoy es el cierre del año, así que brindo por un año nuevo próspero—elevo la copa de champán. Un año emocionante lleno de retos y porq nuestros bolsillos se llenen hasta reventar—todos ríen elevando sus copas.
Ya el reloj marcaba las 11:59 quedaban segundos para el año nuevo y para que el barco hiciera su primera embarcación con el contenedor de cocaína.
—10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0...—las personas celebran. Miro a Mario y él sabe lo que tiene que hacer.
La música ranchera retumba el patio de la Hacienda, la gente baila, come y se divierte.
Los escoltas se alejan, se mezclan entre la gente y Mario espera la llamada de la zarpada. Este es el golpe alto para una buena fortuna.
Una parte de la coca es de los norteños. La familia Guerra es mi aliada y la otra parte de la fortuna. Nuestras familias son las más poderosas de México y juntos podríamos llevar la coca a toda Latinoamérica.
—Valeria tu padre estaría muy orgulloso de ti—sonrie mi tía. Eres la cabeza de esta familia, eres quién ha sacado el negocio adelante, quién ha creado una fortuna y quién ha implantado el respeto a nuestro apellido.
—Gracias Tía—eleva su copa y yo la choco en un pequeño brindis.
Reímos y hablamos de mi infancia.
—Señora—interrumpe Mario.
La seriedad en su rostro me demuestra que pasó algo.
—¿Qué pasa?.
—Se han robado el contenedor con la coca—susurra a mi oído.
Mi vista se nubla, mi cuerpo arde, mi mandíbula se tensa. Siento rabia, irá, decepción.
¿Quién se atrevería a desafiarme, a robarme?
¿Quién pondría su vida en juego?
Todo a mi alrededor me molestaba. Apreté la copa con fuerza hasta reventarla, me habían robado un par de millones en ese contenedor y solo podían ser el tal "Caballo Blanco".
Un hombre italiano el cuál nadie sabía su nombre, pero su gran poder y sus millones hacía valer su apodo y con el a varios países entre ellos: Estados Unidos, Canadá, Rusia, Francia y parte de México. Por sus barreras mi mercancía en México no es la más vendida. Tuve que extenderla a Colombia y era la hora de la alianza para promoverla a España.
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La Dama de Negro(Borrador)
PertualanganUna mujer que toma las riendas, que es un arma de matar, un arma mortal de seducción y donde te hará caer a un nido de tentaciones oscuras esa es Valeria Montes una narcotraficante mexicana quién se lleva el mundo por delante en el negocio de la coc...