C a p í t u l o 6✅

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"Tentación"

Leonardo

La droga según los doctores y científicos está lista solo falta buscar voluntarios con leucemia para poder probar su eficiencia y ver cuantas dosis hay que poner para retener el cáncer. Sería más que un logro si llega a funcionar estaría salvando la vida de Stella mi sobrina, la luz de mis ojos.

Mi pequeño lucero.

—¿Cómo va todo? —pregunto.

—Mejor de lo que esperábamos. Hoy mismo Luciana trajo a dos voluntarios.

—Y seguro que son voluntarios—indago. No me extrañaría que jugará sucio y les hubiera puesto una pistola en la frente arrastrandolos hasta aquí.

—Interrogamos a los voluntarios y es por su propia voluntad. Quieren sanarse y darles el dinero a su familia si todo sale bien y sale mal ya les hice saber que de igual modo el dinero llegará a sus casas como ofrenda.

Quizás suena mal que después si sale mal y mate a los inocentes mandé dos millones de dólares como si eso los volviera a la vida pero al menos podría mejorarles un poco. Por eso quise que fuera voluntario.

Quiero probar que funciona antes de comenzar el tratamiento con Stella. No me perdonaría si eso falla. Llevo días sin dormir tratando de que la droga esté lista.

Desde que lo supe no me eh dedicado a nada más que verificar que todo salga bien. Ni tan siquiera me eh preocupado en convencer a Valeria en entrar en el negocio y para eso tendría que casarse conmigo así adquiero el título con todas las letras y me gano todo territorio de Italia. Pero jamás le daría el gusto a Franchesco de verme casado con la rusa ni aún en mi pecho de muerte cometería una locura como esa.

—Quiero saber cuándo comiencen—aseguro. Es demaciado importante para mí el saber, así empezamos lo antes posible con el tratamiento.

Darwin asiente.

—Iré a qué empiecen el experimento—se va dejándome pensativo.

Desearía tenerla aquí es una mujer muy contestona y no se deja de nadie pero me enciende cada que me lleva la contraría.

—Ocupado—entra Luciana con un juego de lencería rojo.

—¿Qué quieres?—indago mirándola.

—Vine para que te desestreses un poco, lleva una cara de amargado todo el día—se acerca a mi escritorio. Podría ponerte contento.

Se sube encima de mi escritorio sentándose frente mío y abriéndose de pierna para mi. Abre mi camisa y deja mi abdomen desnudo.

—Podríamos jugar un rato. Ayer estabas muy estresado y no te pudiste venir.

Algo que no quería que me recordará. Sigo sin saber porq fue. Tendré que ver al doctor Fausto cuando termine con el experimento.

La atraigo hasta mi y la ciento en mi regazo y la beso mordiéndole la boca boca. Gime cuando comienzo a tocarla por encima de la ropa.

—Estoy tomando pastillas anticonceptivas.

Y ahí va de nuevo.

La Dama de Negro(Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora