C a p í t u l o 9✅

6 3 0
                                    

La Cena.

Valeria

Cómo crees que lo haremos aquí y si nos ven—siento unas voces cuando camino a la sala de computación.

La puerta está entre abierta y hay dos personas Pero no logro identificar quienes son.

—Es adrenalina, cuando lo hicimos en tu cuarto con Valeria durmiendo en la sala no pusiste peros.

Pero qué...

Me acerco un poco más y veo a Gabriela con Maikol.

Lo sabía...lo que no sabía que habían follado mientras que yo me quedé dormida en el sofá.

—Vamos nena se que lo quieres. Solo ábrete un poco de piernas—hace pucheros y ella asiente.

Oh por Dios.

Gaby se sube encima de una de las mesas y se quita las botas y el pantalón abriéndose de piernas ante Maikol quién baja a comerle el coño.

Siento sus gemidos y un calor se comienza apoderar de mi.

Mierda hace calor

—Nena más bajo te van a escuchar.

—No pares, mierda esto es delicioso—gime ella.

El sonríe y vuelve a lo suyo.

Me quedo atenta mirando todo el espectáculo y sin poder quitarle los ojos de encima.

—Buen show no—dicen detrás mío.

Me giro avergonzada y me encuentro con su cara.

Tan temprano en la mañana ya el maldito imbécil.

—Qué quieres—cruzo los brazos.

—Nada—se encoje de hombros metiendo las manos en los bolsillos. Solo pasaba porq necesitaba las computadoras pero por lo que veo está ocupado el salón.

—Y no dirás nada.

Niega.

—No tengo porq decir nada—se recuesta a la pared.

—No que de las reglas importantes en el centro es que no pueden haber relaciones—enarco una ceja.

—Pues esa regla la puso mi padre, no yo. Aparte ambos sabemos que no es válida cuando tú eres la esposa del jefe y se supone que ambos debemos dar el ejemplo. ¿No crees?—sonrie.

—Es diferente tu y yo no nos hemos tocado.

—No porq no quiera—susurra. Sino porq no habido tiempo.

—Entonces dejarás que follen en las mesas de computación.

—Quieres que entre y les interrumpa la follada del siglo o no les unimos. Miro que entro eh—toca la perilla de la puerta y comienzo a colapsar.

Agarro su mano llevándolo lejos del pasillo de computación.

—Eres un imbécil—veo su perfecta sonrisa relucir.

La Dama de Negro(Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora