Extranjero en Eostia

III

Reclamación de derechos: No soy dueño de Naruto o Kurinu, créditos a Kishimoto y el respectivo creador del hentai

Hablando: ¡¡¿Quién agarró mi último ramen?!!

Hablando mentalmente/pensamiento: 'Debías de haber dormido al Uchiha hace mucho tiempo'

Criatura hablando directamente/transformación: ¡Modo Kurama!

Conversación pasada: Algún día sere Hokage, ¡¡Créelo!!

Técnica/habilidad especial: ¡Rasengan!/¡Chidori!

Nota: Si ven faltas ortográficas, avísenme para corregirlas, también no se olviden de votar y hagan saber si les gusta el fic, ya sabes, los comentarios son el combustible del motor de un escritor; gracias por leer y disfruten.

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CHARLA

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Él yacía en el suelo del bosque, en medio de un claro alumbrado únicamente por la radiante luz de sol que lograba penetrar. Todo era silencio, no se podía escuchar nada más que el ruido producido por el caudal de un río cercano, acompañado por los cantos producidos por algunas aves que rondaban el lugar.

Naruto se encontraba tendido en el piso, sin realizar ningún movimiento aparente. Sus ojos estaban cerrados debido a la ola de luz que impactaba en su dirección.

Intento mover sus brazos para cubrirse del brillo solar que estaba castigando su rostro, pero al hacerlo no logró hacer nada, ya que su cuerpo no le respondió. Intentó mover sus piernas, pero obtuvo el mismo resultado.

Bueno... mierda.

Eso era todo lo que podía decir de esta situación, su cuerpo entero estaba entumecido y él no podía hacer nada; para su alegría, aúnpodía ser capaz de mover su cuello y con él cambió la dirección de su campo de visión.

Escuchó un par de pasos acercarse y su cuello se movió hacia la dirección del sonido. Una par de tacones pisaron el suelo a su lado e hizo una esfuerzo para levantar la mirada, ya sabiendo quién era, tampoco se sorprendió de ser capaz de admirar el escultural cuerpo de esta mujer.

Ella portaba un conjunto de ¿armadura?, ¿podría llamar a eso armadura?, bueno, una armadura de color púrpura que cubría la mayor parte de sus piernas dejando al descubierto su vientre y caderas. Dos trozos de la armadura estaban pegados a su piel de forma que cubrían las costillas de la morena y parte de sus pechos.

Sobre sus brazos llevaba un par de protectores que hacían juego con la armadura, pero que lo seguía desconcertando fue ver que lo único que cubría su feminidad era una tanga negra. Sí, si tuviera que escribir en una lista y enumerar las cosas más extrañas de este mundo, el número uno se lo llevarían estas mujeres que había conocido.

¿Sentían pudor alguno siquiera por llevar eso? No lo sabía y si bien recordaba la chica rubia que también trajo aquí, del mismo modo que la morena en frente suyo, también llevaba la misma vestimenta que dejaba al descubierto su cuerpo, solo que en el caso de ella, su armadura era de un azul metálico.

"Veo que... tienes problemas"

Ella habló mientras lo miraba analizándolo de pies a cabeza.

"Sí... bueno, nunca de te dejes golpear con un ataque de rayos, es un fastidio"

Olga arqueó una ceja curiosa por el comentario, pero lo dejó pasar a favor de ver a Narutointentando moverse inútilmente en su lugar, ninguno de sus intentos funcionó.