Día 6: Grabando lo que hacen mis papás

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─¡Senku! ¡Senku! ¡Abre la puerta! ─gritaba una adolescente rubia de cabello largo mientras golpeaba la puerta de la habitación de su hermano mayor.

Detuvo sus golpes cuando de repente escuchó como si alguien se cayera de la cama, y luego escuchó pasos rápidos de dos personas.

La rubia sabía que quedarse por un tiempo en la casa de su hermano era una mala idea, pero sus padres no querían que ella estuviera sola en casa así que el final no tuvo más opción, cosa que tampoco le terminó de agradar a su hermano peliverde, aunque eso era de esperarse.

Un minuto después, la puerta se abrió dejando ver a un peliverde de ojos rojos con el ceño fruncido y el rostro formando una mueca de molestia, sin mencionar su pijama desarreglada como si se lo hubiera puesto a las apuradas.

─¿Qué quieres Rei? ─dijo Senku enfadado.

─Perdón por interrumpir lo que... hayas estado haciendo con tu novia. ─Se avergonzó y a la vez sintió un poco de asco, era más que obvio lo que estaba haciendo, solo que no se esperaba que lo hicieran estando ella viviendo ahora ahí─. Pero tienes que ver esto, y Kohaku también puede verlo si quiere ─dijo sonriente, la verdad le agradaba bastante su futura cuñada.

La adolescente de 14 años se fue rumbo a la sala con la intención que Senku la siguiera y Kohaku también.

─¿Y-ya se fue? ─preguntó Kohaku asomándose por la puerta del cuarto de baño con un notable sonrojo en la cara.

─Sí, pero quiere que la acompañemos a ver algo supuestamente importante ─dijo mientras se rascaba el oído con el dedo meñique.

─Oh, bueno... si es importante entonces deberíamos ir ¿no? ─dijo un poco más calmada. La verdad le gustó la idea de que la pequeña Rei se quedara con ellos, ella era una lindura, y no la culpaba por interrumpir su momento a solas con Senku─. Oye no me mires así, tú fuiste quien empezó a provocarme cuando trataba de detenerte. ─Kohaku había notado el rostro molesto que llevaba su novio.

─Tú empezaste cuando te acostaste en la cama con ese camisón tan absurdamente corto

─¡Ya te dije que fue por que con eso duermo más cómoda!, y estamos en verano, hasta en las noches hace calor.

─Si, sí como digas, mejor vamos con Rei para acabar con esto y volver a donde estábamos.

Kohaku se volvió a sonrojar por lo que a se refería, pero trató de alejar esos pensamientos para centrarse en no hacer esperar más a su cuñadita.

─Senku, ¿me podrías pasar mi pijama normal? no saldré a verla usando solo este camisón.

A regañadientas hizo lo que Kohaku le pidió, esperó un momento para que ella se vista y juntos salieron de la habitación.

Al llegar a la sala, vieron que la pequeña rubia estaba sentada en uno de los sofás y con su laptop sobre sus piernas.

─Hola Kohaku. ─La rubia mayor le devolvió el saludo─. Qué bueno que ya están aquí, están enviando más fotos. ─Señaló la pantalla de su laptop y el peliverde enarcó una ceja.

Senku y Kohaku se sentaron junto a ella, uno a cada lado, Kohaku se alegró por esas fotos que Rei le mostraba, mientras que a Senku no se le veía muy contento.

─¿Solo por esto nos despertaste a la una de la madrugada? ─Preguntó incrédulo.

─Oye, esto significa mucho para ellos, además no interrumpí su sueño ─dijo mirando a su hermano y Kohaku solo desvió la mirada un momento por la vergüenza. ─¡Miren! ─Rei se emocionó por una foto en específico y los mayores fijaron su vista en lo mismo.

SenHaku Week 2023 - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora