i chapter twenty; chocolate and old books

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LA LLUVIA SE ADENTRABA HACIA EL INTERIOR DE LOS PASILLOS DEL CASTILLO, HACIENDO QUE LOS ALUMNOS SE FUERAN DE ESA PARTE, pero, como no, eso a Iris Black le importó una mierda.

Corría por ahí, aunque el suelo de piedra estuviera resbaladizo y húmedo y que probablemente se resbalaría haciéndose muchísimo daño; pero así lo hizo, hasta llegar a la salida. Se tapó con su túnica la cabeza y corrió hasta llegar al campo de Quidditch.

Y aunque todos escaparan de la lluvia, James en cambio se alzaba volando con su escoba por lo alto del cielo.
Quizás por eso, ambos amigos, se unieran de la forma en lo que hacían.
No temían a la lluvia. En ninguno de sus aspectos.

Iris hizo movimientos con sus brazos para que el chico bajara volando a su lado.

—¿Qué haces ahí volando?—le preguntó ella.

—El último vuelo antes de que acabe el año.—contestó él, regresando su vista a la Black frente a él.—Querías hablarme sobre...

Iris colocó un dedo sobre sus labios haciéndole callar, como si alguien pudiera escucharla.

—Olvídate de lo que viste. Estuvo mal—comenzó diciendo—, además, es Remus y...-

—¿En serio?—cuestionó él, parándose de una pierna y enarcando una ceja.—¿Esos son tus motivos?

—No siento nada por él.

—Y compartiste saliva con él por puro placer, ¿no?—contestó con sarcasmo, colocando su escoba bajo el brazo.

—¡James!—le dijo ella, notando sus mejillas ruborizarse sin saber el verdadero porqué.—Es para que sepas que ya no hablamos... Está todo muy incómodo entre nosotros.

—¡Normal!—se quejó él.—¡Es como si Lily me besa y después me deja de hablar!

—¡Yo no soy Lily!

—Es un caso hipotético.

—Tú estás enamorado de Evans,—apuntó—en cambio Remus no lo está de mí.

—Eso tú no lo sabes.—le contestó él.—Y viendo lo sucedido, parece como si lo estuviera.

—Aunque fuera así, eso no cambiaría las cosas.—dijo ella—Él no me gusta.

James levantó los hombros y se colocó las gafas, rodeó con su brazo los hombros de Iris y ambos comenzaron a caminar hacia el castillo de nuevo.

—¿Has intentado hablar con él?—preguntó Cornamenta, cuando a penas les quedaban unos pasos para entrar a uno de los soportales.

—Es que le estoy evitando...—murmuró ella, rascándose el lóbulo de la oreja con nerviosismo.

—¿Que estás haciendo?—contestó el Potter incrédulo, observando a su amiga.
Iris le miró de reojo y asintió lentamente.

—Me da muchísima vergüenza después de todo...

—¡Ris, es uno de tus mejores amigos!—chistó en un quejido el de gafas, levantando los hombros.

Ambos seguían caminando hacia la sala común, notando como cada vez que se adentraban más, el calor los comenzaba a inundar.

—Lo sé, pero, ya no es ni será lo mismo.—dijo ella.

—Iris, tu dices que el beso no tuvo importancia, entonces, ¿por qué iba a afectar en algo a vuestra relación?—y aunque sí, lo que James le había dicho tenía toda la razón, pero, ¿qué iba a hacer? ¿hablar con él y decirle que ese beso no era importante y que seguirían siendo amigos?

Dijeron la contraseña a la dama gorda y en cuestión de segundos la sala común se vio mostrada, dejando ver a todos los Merodeadores sentados en los sillones del centro de la sala.

¹ 𝗜𝗥𝗜𝗦 | 𝖱𝖾𝗆𝗎𝗌 𝖩. 𝖫𝗎𝗉𝗂𝗇 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora