¹ 𝗜𝗥𝗜𝗦 | 𝖱𝖾𝗆𝗎𝗌 𝖩. 𝖫𝗎𝗉𝗂𝗇 ✓

ii chapter twenty; last day in paradise

-¡REMUS!

La noche anterior había sido Luna Llena, lo que quería decir que Remus Lupin estaría agotado y con ganas de saltar desde la torre de astronomía.
Bueno... Eso sería así de no ser que se tomó la poción Matalobos.

Remus siempre había soñado con ese elixir que le haría seguir siendo humano durante la noche de Luna llena. Claro que la pasaría mal de todas formas, pero con conciencia y sin ganas de asesinar a alguien.

Aún así, la mañana siguiente se despertó con un dolor agudo por todo su cuerpo, como si aún así se hubiera transformado.

Pero no tenía tiempo que perder. Ese día era la graduación de Hogwarts.

-¿Aún estás así?-Iris se metió en su cuarto con un vestido veraniego color escarlata. Encima llegaba su túnica y sobre su cabeza el mismo sombrero que había llevado el primer día (bueno, quizás unas tallas más grande).

Remus se pasó la mano por el pelo irritado.-¿Qué?-bostezó.

-¡Remus!-se quejó.

El licántropo sonrió y se levantó de su cama con lentitud.
Para su suerte no tenía ninguna cicatriz nueva que le provocara mucho más dolor del que ya tenía.

-Remus, empieza a las doce y media.-siguió diciendo Iris, con su cuerpo apoyado en una pierna y dando golpes irritados contra el suelo de madera.

-Bueno...¿Y qué hora es?-se abrochó la camisa blanca con cuidado.

-¡Por Merlín! Y veinte.-los ojos del licántropo se abrieron de sobremanera.

En cuestión de dos minutos Remus Lupin ya se había cambiado entero.

Llevaba la corbata sin atar pero esperaba que Iris pudiera hacerlo al llegar al Gran comedor.

Rebuscó en su baúl el sombrero y al sacarlo, lo llevó en su mano.

-¡Quedan tres minutos!-chilló la Black.

Remus sopló frustrado y, agarrando la mano de Iris, caminaron escaleras abajo mientras corrían por los pasillos desérticos del castillo.

No quedaba nadie fuera, era obvio que no merodearían por ahí cuando todos debían de asistir a la graduación... Incluso los mismos alumnos que lo hacían.

-No te lo había dicho pero, estás preciosa.-dijo Remus, tras tomar un bocanada al bajar unas escaleras con velocidad.

-Gracias. Tú también, aunque podrías estarlo más si te hubieras levantado primero.-bromeó, llegando a la planta donde se encontraba el Gran Comedor.

Corrieron justo cuando las campanadas tocaron diciendo que era y media.

Escucharon un breve discurso mientras se acercaban a la puerta.
Parecía como si no se estuvieran moviendo pues notaban como si no estuvieran avanzando nada.

Se pararon unos segundos para que Iris atase la corbata del licántropo.

Agarró su mano de nuevo y abrieron las puertas con un estrepitoso ruido que captó la atención de todas las personas dentro.

-¡Lupin, Remus John!-dijo Mcgonagall, desde el pequeño altillo frente a todas las mesas que habían sido cambiadas por bancos.

El techo estaba adornado por banderines con el logo de Hogwarts y diferentes de los colores y animales representativos de las casas.

Remus miró con nerviosismo a Iris.
La Black sonrió y le dió un suave empujón para que acelerase.

Las cabezas de alumnos se giraban para verle pasar corriendo por el pasillo que quedaba entre las hileras de bancos.