¹ 𝗜𝗥𝗜𝗦 | 𝖱𝖾𝗆𝗎𝗌 𝖩. 𝖫𝗎𝗉𝗂𝗇 ✓

i chapter twenty-five; confesion

—¡IRIS!—GRITÓ JAMES A LA CHICA—¿PORQUÉ NO LO HACES DE UNA PUTA VEZ? ¡YA!

La Black se giró al Potter mientras mantenía la carta en sus manos.
Sabía que las lágrimas habían caído, y lo seguían haciendo, por su rostro.

—¿Que haga el qué?—contestó ella mientras se retiraba rápidamente las lágrimas en vano.

James subió rápidamente hasta llegar a la grada y sentarse a su lado.
—La has leído, ¿cierto?

Asintió, agachando la cabeza para intentar tapar las lágrimas que caían por sus mejillas por la vergüenza que sentía en esos momentos.

—Hey...—dijo el Potter mientras rodeaba con sus brazos a su amiga, dejando que se desahogara sobre su hombro

—¿Qué quieres que haga?

—Haz lo que sientas, y sé que lo que sientes es por Remus... admítelo.

—¿Por qué todos creéis eso?

—Le oliste en la Amortentia, ¿cierto?—la Black asintió lentamente.—Ya está. Díselo. Dile que tú también lo quieres.

—Es muy complicado, James...

—Vosotros lo hacéis así.—contestó el chico.—Vete a hablar con él.

—¡James! No es así y lo sabes—dijo la chica.—...En las vacaciones de primavera tengo que ir a la casa de mis padres y sé para que será... Tú también lo sabes.

Y sin esperarlo ya estaba llorando de nuevo pensando en como sería un mundo diferente en donde los Black no tuviera esa repercusión por un simple apellido.

—¿Qué?—respondió James en murmullo, estando demasiado plasmado como para emitir otro sonido diferente.

—Sí—dijo Iris—, me han buscado esposo y sé que si voy no me dejarán irme y...

—No vayas.—se le ocurrió decir al chico.—¿Eso es lo que te echa para atrás con Remus?

—James, no sabes cómo son mis padres.

—Ellos no son tus padres.—dijo el Potter colocando sus gafas y acercándose aún más a ella.—Oh vamos, a mis padres se les habrá ocurrido algo... Además, no puedes pasar por alto al amor de tu vida.

Iris reprimió una sonrisa y levantó sus cejas.—¿Crees enserio que Remus es el amor de mi vida?

—No solo lo creo, ¡lo sé! Estoy 100% seguro.—Agarró el brazo de su amiga y tiró de ella.—Vete a hablar con él, porfavor...

—James, si lo hiciera, ¿qué le diría?—cuestionó zafándose del agarre del Potter.

—Sé como yo con Lily... Directa.—aclaró, volviendo a sostener la muñeca de la chica y tirando de ella escaleras abajo.

Ambos lo hicieron, bajaron las escaleras de las gradas del campo de Quidditch hasta llegar a la fina hierba que poco a poco volvía a crecer.
Los dos, emprendieron camino de nuevo al castillo, aunque James podía notar como temblaba la chica a su lado, y debía de admitirlo, él entendía como se sentía y por muy valiente que fuera, cada vez que veía a Lily acercarse y sabía su respuesta, los mismos nervios que actualmente invadían a la Black, en esos momentos le invadían a él.

Cuando se adentraron a los frívolos pasillos y poco a poco la calidad que invadía al llegar a la zona de Gryffindor, los dos estaban mucho más nerviosos de lo que se podía imaginar.

Iris caminó pasos por detrás del Potter hasta que ambos frenaron por voluntad de la chica a sus espaldas.

—¿Y si dice que no?—dijo ella en un suave murmuro.